Copa del Rey

Granada

«Objetivo Adrián»

El jugador asturiano actuó ayer en la banda derecha y participó más que en Granada. En la imagen, trata de irse de Gurpegui y Mikel Rico
El jugador asturiano actuó ayer en la banda derecha y participó más que en Granada. En la imagen, trata de irse de Gurpegui y Mikel Ricolarazon

No se trata de «Salvar al soldado Ryan» o de preservar una especie animal determinada. Con perdón, lo único que quiere Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético, es recuperar a Adrián para la causa rojiblanca. El técnico argentino sabe que el delantero asturiano es un jugador diferente y que desde su calidad individual –un perfecto regate y salida por los dos perfiles– puede ser muy necesario cuando los partidos se atascan o el rival plantea un sistema defensivo complicado de asaltar. Es la razón por la que el «Cholo» insiste con Adrián, al que en los dos últimos partidos, ante la baja de Arda Turan, ha dado la titularidad.

El pasado jueves en Granada estuvo menos participativo que frente al Athletic. En Los Cármenes intercambió posición con Diego Costa y en el Vicente Calderón se quedó casi siempre en la derecha. Se entendió muy bien con Juanfran, participó más en el juego, puso centros complicados y cumplió en un equipo enrachado. Fue sustituido por Raúl García y Simeone invitó al público a que le tributara una ovación de despedida al retirarse.

«Adrián completó un gran partido. La mejor manera de dejarlo crecer es darle oportunidades y minutos. Es un jugador diferente. El primer gol llegó con una pared en un espacio pequeño. Así pudimos romper el partido y es lo que buscábamos con Adrián. Confiamos y creemos en él. En el banquillo no va a mejorar», aseguró Simeone.

Y tiene razón. Es la tercera temporada de Adrián en el Atlético. Llegó del Deportivo, no costó un euro, y en el primer año su rendimiento fue espectacular. Jugó 36 partidos, marcó 7 goles, dio pases, rompió defensas y fue convocado por Vicente del Bosque en la preselección de la Eurocopa. Al final no estuvo en Polonia-Ucrania y Luis Milla se lo llevó a los Juegos de Londres. España hizo muy mal papel y, curiosamente, desde entonces las prestaciones del asturiano fueron decreciendo. La campaña pasada fue muy irregular, pese a que Simeone le utilizó bastante y en el pasado verano tuvo un pie fuera del equipo. Hasta última hora pudo irse al Mónaco de la mano de Jorge Mendes.

Simeone le quiere. Y con el empeño que pone el técnico en todo, la resurreción de Adrián es más que posible. El asturiano, que en enero cumplirá 26 años, tiene contrato hasta 2015. Hay tiempo. El jugador da síntomas de recuperación, el calendario es muy apretado y tendrá, pese a que vuelva Arda, oportunidades para ser el jugador diferente, elegante, con calidad y categoría que ayude al Atlético. Querer es poder. Eso dicen. Y Adrián lo sabe.