Real Madrid: Un vestuario bajo la lupa

Más allá del objetivo mínimo de meterse en la próxima Champions, la plantilla del conjunto blanco se examina de aquí a final de curso. Doce partidos que marcarán el futuro de muchos.

Los próximos 72 días van a ser muy largos en el Real Madrid. Pasada la semana fatídica en la que se les escaparon las tres competiciones a las que opositaban, se abre un periodo de entreguerras que incluye doce partidos, seis de ellos en el Santiago Bernabéu, donde el público irá dictando sentencias. Algunas serán absolutorias y en otros casos, la condena será firme. El vestuario va a estar bajo la lupa y la continuidad de muchos futbolistas va a depender de la profesionalidad que demuestren en las próximas semanas. El único objetivo tangible es el de clasificarse entre los cuatro primeros para jugar la próxima edición de la Champions, pero más allá de eso, este grupo debe mostrar que no está roto del todo y que hay material que se puede aprovechar para comenzar la reconstrucción.

Pocas cosas se pueden asegurar ahora mismo respecto a lo que será la plantilla cuando arranque la próxima pretemporada. Es seguro que Solari no estará al mando, aunque todavía no se sabe el nombre de su sustituto ni el momento en el que se pondrá manos a la obra. Hasta el partido contra el Valladolid de mañana, el argentino será el entrenador y luego se verá si Zidane o Mourinho llegan de forma inmediata o cuando el curso termine. Si los futbolistas no muestran algo de recuperación y siguen con el tono bajo, los cambios en el cuerpo técnico tendrían que acelerarse.

Sergio Ramos no estuvo en el desastre del Ajax, pero sí participó de los nervios posteriores en el vestuario. Su roce con el presidente no influirá tanto en su futuro como la personalidad que enseñe ahora. Él es el líder espiritual del grupo y él marca el camino dentro y fuera del terreno de juego. En el club creen que le toca coger las riendas y dar ejemplo de profesionalidad para terminar la temporada de pie y con las mejores sensaciones posibles. Lo lógico es que siga al frente, pero si el que llega es Mourinho, sería muy arriesgado poner la mano en el fuego. Aunque ambos han tenido choques, el portugués es listo y sabe que no va a encontrar un central del nivel del sevillano en ningún otro sitio. Por interés pueden congeniar, al menos en una primera etapa.

Si es Zidane el que aterriza la cosa sería más fácil con SR4, el futbolista que más minutos jugaba con el francés en el banquillo. Precisamente Zizou decidió marcharse antes de tener que hacer una limpia en ese vestuario. No se veía con fuerzas de ponerle la cruz a futbolistas históricos, pero que estaban llegando al límite en cuanto a lo que podían ofrecer. Es el caso de Marcelo, que en junio se pondrá la camiseta de la Juventus. Solari lo ha apartado de los momentos importantes y él lo ha asumido sin rechistar mucho. Peor se lo ha tomado Isco, al que la afición ha mostrado cariño justo ahora que no juega. Lo lógico es que cuando las cosas no salen, los que están en el banquillo parezcan más buenos y esto ha pasado con el malagueño. Si sigue Solari no tendrá opción de rehabilitarse, pero si hubiera un relevo en la dirección, estaría ante la oportunidad de cerrar algunas bocas.

Bale sí ha tenido la confianza del actual entrenador, pero no le quedan ganas, al parecer, de seguir en el Madrid. Después de ganar la Champions pidió más minutos o salir. Lopetegui le dio ese espacio y no lo ha aprovechado. Está molesto por los pitos de la afición, mientras que el público no comprende que sólo le interese el golf. Los jóvenes de la plantilla empiezan ahora una evaluación continuada que les puede dar un año más en la plantilla. Un tiempo que no tendrá Keylor, aunque Courtois deberá espabilar, porque ha dejado más dudas que paradas.