Copa Davis

A Medvedev le va la marcha

El número dos del mundo, enfrentado con el público español, lleva a Rusia a la final de la Davis contra Croacia

Medvedev desafía al público en el Madrid Arena
Medvedev desafía al público en el Madrid ArenaManu FernandezAgencia AP

A falta de una Nadal, un Carlos Alcaraz o un Feliciano a los que animar en el Madrid Arena, el público español ha encontrado un enemigo en la final de la Copa Davis: Daniil Medvedev. Al número dos del mundo le va la marcha y después de despachar al alemán Struff (6-4 y 6-4) en las semifinales y certificar la clasificación de Rusia tras el rápido triunfo anterior (49 minutos, 6-4 y 6-0) de Rublev contra Koepfer, Medvedev abrió los brazos, pidió calma y pisó la pista con fuerza como diciendo: terreno conquistado. La banda sonora de su actuación fue una pitada y su cara parecía indicar que no parecía molestarle. Es más, estaba cómodo en ese ambiente hostil. «Después del partido, cuando celebro, me gusta hacer algo divertido. En nuestro equipo lo gracioso es que cuando jugamos a las cartas alguien gana y se dice, calma, calma. Cuando Cristiano jugaba en el Real Madrid hacía esto, lo celebraba así muchas veces. Por eso decidí hacerlo. Sentí que era divertido, pero puede que fuera una mala decisión», trató de explicarse después. «No provoco al público a propósito. Todo lo que hago, más en la cancha, son puras emociones. En la vida soy más tranquilo. En la pista hay mucha adrenalina. Odio perder. Hay menos tiempo para parar y pensar y voy con las emociones a tope. A veces no es bueno. Es mucha adrenalina y todo lo que hago, bueno o malo, es real. A la gente debería gustarle», añadió.

El caso es que Rusia está donde todos esperaban. Es el equipo más equilibrado de los que han acudido a la fase final de la Copa Davis, porque tiene al número cinco y al número dos del mundo. Esta vez Rublev no tembló. El joven pupilo de Fernando Vicente es un tenista de mano dura y temperamento fuerte. Se exige mucho, no se perdona cuando se equivoca y se golpea con la raqueta en las piernas o en la cabeza. Eso en ocasiones le desconcentra. En ocasiones. Cuando no sucede, la poderosa derecha de Rublev le lleva lejos. Y después está Medvedev, el único jugador que no ha cedido ni un solo set en toda la competición. Sólo Croacia separa del título a los favoritos. Se ha frustrado el Djokovic-Medvedev, pero el equipo croata ya ha dado varias sorpresas con un héroe inesperado: Gojo, el 279 del mundo.