Tenis
Nadal sale ileso del bombardeo de Opelka
Rafa se impone al estadounidense por un doble 7-6 después de dos horas y 12 minutos. En cuartos espera Nick Kyrgios
Avanza Indian Wells, avanza Nadal y su tenis va cogiendo cuerpo. Un clásico. En octavos de final se deshizo en dos sets (7-6 y 7-6) del peligroso Reilly Opelka, un gigante de 2,11 con un martillo para servir. La inestabilidad de los dos primeros partidos quedó atrás ante un rival que le exigió al máximo. En cuartos de final, el viernes, espera uno de sus enemigos íntimos, Nick Kyrgios. El australiano aprovechó la retirada del italiano Jannick Sinner para colarse entre los ocho mejores.
Después de superar con más dificultades de las previstas los dos primeros compromisos -Korda y Evans- se esperaba con expectación el duelo de Nadal ante Reilly Opelka. El estadounidense, número 17 del mundo, está en el mejor momento de su carrera después de haber sido campeón en Dallas y finalista en Delray Beach. Y es que en su raqueta hay más que un servicio salvaje. Desde la atalaya de sus dos metros largos llegan palos a más de 230 kilómetros por hora y el promedio de su primer saque es de 210. Si a eso se le añade un juego sólido desde el fondo de la pista como el que mostró se entiende perfectamente la actitud rocosa con la que afrontó Nadal los octavos. Un primer saque de fogueo y un 0-30 en el primer juego al servicio de Opelka fueron dos espejismos. Porque el yanqui estuvo contestón desde el fondo y en el séptimo juego logró salvar la única bola de break que dispuso Rafa, que estaba condenado a restar casi desde el estado de Oregón.
El primer parcial del zurdo fue intachable. Cedió tres puntos con su saque, cometió sólo tres errores no forzados y aún así se vio obligado a afrontar un tie-break que con el saque de Opelka es una ruleta rusa. El desempate estuvo igualado (3-3) mientras Rafa fue contemporizador. Un passing y dos buenos restos bastaron para que a Opelka se le jibarizara la pista y Nadal resolviera el jeroglífico del primer set.
La firmeza mostrada por Rafa con el servicio no tenía nada que ver con la de las dos primeras rondas. Agarrado a esa fiabilidad y con la confianza por la forma en que se resolvió el tie-break, Nadal apretó desde el principio. Opelka resistió la amenaza de ruptura en el cuarto juego y aprovechó el único despiste del español para lograr un break que empinó el partido. Era justo lo que necesitaba el de Manacor para reengancharse de nuevo. Se ajustó la zapatilla del pie izquierdo en el parón y fue un aviso de que había vuelto. Enganchó tres juegos seguidos, pero el estadounidense no se rindió y fue capaz de forzar un nuevo tie-break. Rafa aceleró hasta el 4-1 y a Opelka se le acabaron las respuestas.
Badosa, tras los pasos de Navratilova
Paula Badosa sumó su novena victoria consecutiva en el torneo y prosigue con su desafío de suceder a Martina Navratilova como única jugadora capaz de ganar dos veces seguidas en el Valle de Coachella (1990 y 1991). Su última víctima fue la canadiense de origen ecuatoriano Leylah Fernández, finalista en el pasado Abierto de Estados Unidos. Badosa se impuso por un doble 6-4 en un partido que significó mucho más que un paso al frente en el torneo. Después de deshacerse de Sara Sorribes en tercera ronda, la número siete del mundo se mostró muy sólida con su habitual agresividad con la derecha. En cuartos la espera la rusa Veronika Kudermetova, número 24 del mundo. Badosa está ratificando en California todo lo bueno mostrado la pasada temporada tanto con la raqueta como a nivel mental: «Soy una luchadora del tenis, pero no siempre fui así. Antes era muy mala mentalmente, hace dos años tenía muchos problemas, pero desde entonces he cambiado un poco. Era una meta que me marqué personalmente, un desafío que me hice, fue luchar cada punto pase lo que pase. Y así lo estoy haciendo». La fórmula está dando resultados.
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