Tenis
Cada vez más tenistas se animan a ser madres: "Se ha perdido el miedo a perder un año y medio porque sabes que puedes volver y seguir ganando"
Osaka ha sido la última. Carla Suárez, que lo fue tras retirarse, habla del "cambio de mentalidad" y analiza los motivos: ganan más dinero, guarderías en los torneos, ver que otras compañeras lo hacen...
"Yo tenía claro que quería hacerlo relativamente joven y que una vez que lo fuera no quería volver a jugar al tenis, porque sé la exigencia del circuito, la que puede tener ser madre, la responsabilidad, y necesitas mucha ayuda y no sé si puedes ejercer todo al cien por cien", dice Carla Suárez por teléfono. De fondo, se escuchan los tiernos balbuceos de Ona y Noa, las gemelas que nacieron el pasado verano, algo menos de dos años después de la retirada de la jugadora canaria, ex número seis del mundo, ganadora de dos títulos, semifinalista en Roland Garros y una de las últimas defensoras del revés a una mano en el circuito femenino. "Pero me alegro de que poco a poco se vayan animando a hacerlo durante la carrera deportiva. Me parece positivo para el tenis, para el deporte mundial y la sociedad en general", añade Carla.
Osaka, Bencic, Kerber, Kvitova...
La última mamá tenista ha sido Naomi Osaka, la carismática japonesa que volvió a jugar en Brisbane (ganó un partido y perdió otro) seis meses después de dar a luz a la pequeña Shai. Solo tiene 26 años, ella ha dado el paso antes, pero la lista es amplia últimamente: Bencic (oro olímpico), Kerber (tres Grand Slams), Svitolina, Wozniacki, Strycova, este mismo 2024 lo ha anunciado Kvitova (doble vencedora en Wimbledon)... "En mi época había muy pocas tenistas que habían sido madre: Clijsters, María José Martínez, después Azarenka, Serena, Na Li...", recuerda Carla Suárez.
Clijsters paró en 2007 y volvió en 2009 para sumar otros tres Grand Slams a su palmarés, el primero cuando apenas acababa de regresar. Azarenka, por su parte, no tuvo un camino de rosas y explotó en el Open de Australia 2019 (dio a luz en 2017), cuando entre lágrimas explicó que no podía jugar mucho porque no podía salir de California al estar en disputa por la custodia de su hijo tras separarse. Ahora es habitual verla juguetear con Leo en los torneos. "Me emociona ver cómo compañeras que han sido madres vuelven a competir. Hemos roto el estereotipo que marcaba que, en el momento en el que tenías familia, dejabas de jugar. Tenemos aún margen de crecimiento para impulsar el deporte femenino", ha afirmado la bielorrusa.
Cambios en la normativa
Su caso y el de Serena Williams, que fue madre poco después y pidió ayudas y facilidades, llevó a la WTA a hacer modificaciones y mejoras en sus normas. Fue en 2019. Hasta ese momento si estaban de baja seis meses les dejaban congelar el ranking y usarlo en ocho torneos, teniendo un año de margen desde la vuelta para utilizar ese ranking protegido. Estaba más pensado para lesiones, como los hombres (es lo que iba a utilizar Nadal en el Open de Australia, aunque finalmente no podrá jugar por lesión). Ahora, si el parón es por embarazo, en lugar de ocho torneos para usar el ranking, son 12, y además sí se respeta a las cabeza de serie, por tanto no entran en los sorteos sin más, lo hacen con la posición que tuvieran. Y son tres años, a partir del nacimiento del niño, en lugar de uno para usar el ranking.
Más dinero, guarderías en los torneos...
"Uno de los motivos principales de que cada vez más jugadoras se animen es que a día de hoy se cobra mucho más. Antes para ganar realmente dinero sí tenías que jugar bastantes años o ganar bastantes torneos grandes. Pero no solo el dinero: en los torneos hay guarderías, los hoteles son mejores, se ha visto que jugadoras que han sido madres vuelven y ganan partidos, o el hecho de que hombres sean padres y llevan a sus hijos por los torneos creo que a las mujeres les ha abierto los ojos de que ellas pueden serlo y viajar. Quizá hay un cambio de mentalidad, más abierta, se ha perdido el miedo de perder un año y medio de tu carrera porque sabes que si te cuidas y el embarazo va bien, se puede volver", analiza Carla Suárez.
Osaka asegura que es distinta tras el embarazo. Con su edad ya ha vivido de todo: ha conquistado cuatro Grand Slams, ha sido número uno y es icono de su deporte en parte a su pesar porque es una persona muy tímida. Ha tenido que lidiar con problemas de salud mental que casi la llevan a la retirada pero dice que ahora se siente más fuerte físicamente y con más confianza como persona.
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