Y aquí no ha pasado nada

El Barcelona ha ganado los cuatro partidos en los que ha estado sin Messi, que podría tener algunos minutos ante el Inter. «Recuperarlo es tremendo», dice Valverde.

El barcelonismo no pudo celebrar la victoria frente al Sevilla. Su equipo sumó los tres puntos ante un rival complicado, pero la sensación era de derrota, incluso de pánico. Messi se había tenido que ir antes del descanso lesionado y el panorama que pasó por la cabeza de la hinchada fue desolador. No están acostumbrados a vivir sin la inspiración de Leo, capaz de arreglar cualquier situación complicada incluso sin la ayuda del resto. Con Messi la vida es mucho mejor y tras confirmarse su fractura en el radio derecho, los azulgrana se enfrentaban a varias semanas sin su gran estrella.

Veintiún días fue lo que se estimó de baja, pero no era para tanto. El argentino viajó ayer con la expedición a Milán sólo diecisiete días después de su percance y con opciones de entrar en la convocatoria final y disponer de algunos minutos. «Hemos venido con todos los disponibles, Leo está en este punto y hay que esperar. Nos pusimos este último entrenamiento como plazo para tomar una decisión. Habrá que ver qué sensaciones tiene en cuanto a seguridad. En lo que se refiere al juego y los movimientos está bien», decía Valverde ayer, consciente de que si lo que se juega hoy fuese la final de esta Champions, el número 10 estaría en el campo. Para hoy, podría jugar, quedarse en el banquillo o en la grada.

El miedo que había a estar sin Leo no ha sido para tanto visto lo visto. Messi está de vuelta y aquí no ha pasado nada. El Barça ha ganado los cuatro partidos que el máximo líder ha visto por televisión o en la primera fila de la grada junto a sus hijo. En esa ausencia se ha goleado al Real Madrid (5-1), se ha ganado al Inter (2-0) y se ha remontado ante el Rayo Vallecano (2-3). Además se ha dado un pasito hacia los octavos de final de la Copa del Rey en León, aunque este choque no lo habría jugado la estrella ni estando bien.

El Barça sin Leo ha mostrado varias caras, algunas muy buenas y otras más preocupantes, pero no ha habido mucha diferencia a la versión con él sobre el césped. Los defectos siguen siendo los mismos y en cuanto al rol de decidir los partidos, su puesto lo ha ocupado con bastante solvencia Luis Suárez. Hoy, ante el Inter, el argentino puede tener minutos, en un día en el que los azulgrana pueden asegurarse el pase y casi garantizarse hacerlo como primeros.