SEAT
La salida del patrón de Seat siembra dudas sobre Martorell
Luca de Meo deja la marca española para dirigir el grupo Renault. El italiano era una garantía de trabajo para la fábrica catalana
Tras más de dos meses de negociaciones, Luca de Meo ha tomado la decisión de abandonar el Grupo Volkswagen, donde ocupaba la presidencia de la marca española Seat, para incorporarse en fechas próximas como consejero delegado del grupo Renault. De Meo es uno de los ejecutivos más brillantes del sector del motor y cuenta con una trayectoria de éxitos en todos los puestos que ha ocupado hasta el momento. En un comunicado oficial hecho público en la tarde de ayer, Seat informó de que De Meo ha dejado el grupo alemán a petición propia y que su puesto ejecutivo lo ocupará, al menos de manera provisional, el vicepresidente financiero de la compañía automovilística española, Carsten Isense. El efecto de este cese es inmediato y se producirá en los próximos días dentro de este mismo mes de enero.
Con la marcha de De Meo, queda en el aire la posible adjudicación de nuevos productos a la factoría de Martorell. De Meo, con gran influencia en los niveles ejecutivos del grupo Volkswagen, era una garantía para la fábrica catalana. No obstante, los problemas políticos de Cataluña no juegan tampoco a favor de la factoría de Barcelona. Se habla de que podría beneficiarse de esta situación la planta navarra de Landaben, pero esta factoría ya se encuentra al máximo de si capacidad de producción con los modelos de Volkswagen que tiene adjudicados. Hace aproximadamente dos meses, el nombre de De Meo comenzó a sonar como candidato a consejero delegado del grupo francés Renault, que se encontraba en una crisis de liderazgo desde la detención de Calos Ghosn. La oferta del fabricante galo era tentadora. Incorporarse como consejero delegado para, en el plazo de dos años, llegar a ocupar la presidencia del grupo en todo el mundo, que incluye también a las marcas japonesas Nissan y Mitsubishi.
La llamada Alianza es uno de los grupos automovilísticos más potentes y ocupa la tercera posición en el mundo. Tiene por delante a Volkswagen y a la nueva unión entre los grupos PSA y Fiat, recientemente consolidada, y que supera en producción a Toyota. La Alianza es, sin embargo, un grupo difícil de gestionar por los diferentes intereses de las marcas involucradas en él. Las relaciones entre Renault y Nissan han pasado por difíciles momentos, quizás provocados por la desconfianza de los ejecutivos japoneses, que difícilmente asumen estar bajo los criterios de una marca europea en materia de producción y finanzas.
A sus 52 años, Luca de Meo se convierte así en uno de los ejecutivos más importantes dentro de la industria automovilística. Ha sido siempre un hombre vinculado a las empresas del motor, en las que trabaja desde hace más de un cuarto de siglo. Inició su carrera profesional precisamente en Renault y, tras un corto tiempo en Toyota, pasó a desempeñar un cargo de responsabilidad en el grupo Fiat. Trabajó en la consolidación de la marca Lancia y fue uno de los hombres de confianza del administrador delegado del grupo italiana, Marchione, hasta que fue fichado por el grupo Volkswagen, quien le dio la responsabilidad de consolidar Seat. Desde noviembre de 2015, fecha en la que se incorporó a la marca española, De Meo ha conseguido fortalecer a Seat como una de las marcas más importantes del panorama automovilístico europeo. Las cifras del cierre del ejercicio de 2018 evidencian esta situación en ascenso, con una facturación de 10.202 millones del euros, lo que supone un incremento del 3,1% frente al ejercicio anterior. En los tres primeros trimestres del pasado ejercicio, la facturación ascendió a 8.828 millones, con un incremento del 14%.
En cuanto al beneficio, hasta septiembre Seat declaró 248 millones de euros, lo que representa un aumento del 4,2% frente al mismo periodo de 2018, que cerró con 294 millones de euros de ganancia. Seat es el mayor exportador de la industria española, ya que vende a más de 80 países en todo el mundo por valor de unos 8.000 millones de euros. La factoría de Martorell produce unos 2.200 unidades diarias y supera el medio millón de coches al año. La plantilla de la empresa es de 15.00 empleos directos y unos 100.000 empleos inducidos.
Una de las consecuencias inmediatas de la dimisión de Luca de Meo es la sucesión en la presidencia de la patronal de la empresas de automoción, Anfac. El actual presidente, De los Mozos, debía dejar el cargo el pasado 31 de diciembre para ser sustituido por De Meo, pero prolongó su mandato a la espera de la decisión del ejecutivo italiano. Ahora se abre una incógnita sobre la sucesión en este organismo importante para la defensa del sector automovilístico.
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