Economía
La deuda externa bruta española alcanzó los 2,1 billones antes el coronavirus
La posición de inversión internacional neta de España arrojó un saldo negativo de 992.000 millones a finales de 2019, antes de que se desatara la pandemia. La cifra es inferior a la del trimestre anterior, pero la crisis podría volver a aumentarla en los próximos meses
La deuda externa bruta española alcanzó la cifra de 2,108 billones de euros, equivalente al 169,3% del PIB, al final de 2019, según los datos publicados por el Banco de España, que son los últimos recopilados antes de la aparición de la pandemia del Covid-19, cuyas consecuencias económicas también afectarán a estas cuentas. La cifra era algo mejor que la del tercer trimestre de 2018, cuando llegó al récord de 2,112 billones de euros –el 171,2% del PIB-, pero superior a los 2,023 billones -168,3% del PIB- de finales de 2018. La mayor parte de ese endeudamiento corresponde a las Administraciones Públicas, que acumulan un total de 659.000 millones de euros, una cantidad menor que los 674.400 millones de finales del tercer trimestre de 2018, pero que podría incrementarse de forma sustancial por los recursos que será necesario encontrar para afrontar la pandemia. La deuda externa bruta de las Administraciones es solo una parte de la deuda pública total, que está ya por encima de los 1,2 billones de euros, de los que algo más de la mitad –los 659.000 millones- se deben a inversores internacionales. El resto, en gran parte, está en manos de las entidades financieras españolas, que a su vez han canalizado cantidades significativas a fondos de inversión. La otra mitad está en poder de inversores nacionales, sobre todo entidades financieras. El resto de posiciones deudoras brutas se reparte entre el Banco de España -449.900 millones-, las denominadas Instituciones Financieras Monetarias, sobre todo bancos -448.100 millones-, los “Otros sectores residentes”, empresas esencialmente -295.600 millones- y lo que se denomina inversión directa realizada por no residentes -225.300 millones- y que en la práctica son pasivos de la economía española.
La Posición de Inversión Internacional Neta (NIIP por sus siglas en inglés) de España presentó un saldo negativo de 922.000 millones de euros al final de 2019, una cifra inferior a los 958.000 millones del tercer trimestre del ejercicio pasado y a los 964.000 de diciembre de 2018. Representa un 74% del PIB, frente a las 77,7% del trimestre anterior y al 80,2% de finales de 2018. La Posición Internacional Neta es la diferencia entre las inversiones de un país en el exterior (activos) y las inversiones procedentes del exterior (pasivos). Todos los sectores, si se excluye al Banco de España –que aumentó su saldo negativo en 9.000 millones hasta los 189.900- contribuyeron a la reducción de la posición deudora neta internacional española. Por otra parte, 2019 terminó de forma muy positiva para la llamada balanza de servicios con el exterior, ya que arrojó un saldo positivo de 63.300 millones de euros, de los que 46.300 correspondieron al turismo, una partida que sufrirá un descenso importante en 2020 como consecuencia de los efectos del Covid-19. Solo en el cuarto trimestre de 2019, para dar una de idea, el saldo neto del turismo fue de 13.400 millones, como resultado de unos pagos de 20.200 millones y unos ingresos de 33.600 millones. A partir de marzo de 2020, los pagos, el gasto español de turismo en el exterior habrá desaparecido en la práctica, pero también los ingresos y el resultado es negativo para España.
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