Orgullo de la Marca España

«España ofrece oportunidades educativas de los más altos estándares con un costo de vida competitivo y un estilo de vida atractivo (…). Una calidad probada y reconocida, con una enseñanza de primer nivel (…)»,

Con este mensaje, en su página web, anima a sus alumnos de Ingeniería la Universidad de Purdue –considerada como una de las 10 mejores universidades de esta especialidad de Estados Unidos, y situada entre las cien mejores universidades del mundo– para que realicen una estancia académica en España.

A veces, es necesario mirar a través del cristal con el que nos miran desde fuera para entendernos a nosotros mismos y aprender a querernos y a valorarnos. Porque lo que viene de fuera no siempre es mejor que lo nuestro.

Con una magnífica reputación, ser ingeniero español es uno de los mejores pasaportes del mundo para tener empleo seguro y una vida próspera y llena de experiencias internacionales, aunque no suelan salir en las noticias de las tres.

La ingeniería es un orgullo de España en el exterior y, entre otras tantas, una de las mejores expresiones internacionales del talento español, quizá la expresión más tangible, que se materializa en ejemplos duraderos de la admiración por el trabajo y el talento de los ingenieros españoles.

Esta excelencia tiene su fórmula secreta en la existencia de un ecosistema complejo y simbiótico en el que conviven excelentes universidades, que forman buenos profesionales, y empresas responsables que desarrollan una magnífica labor por el mundo; y ambas se refuerzan mutuamente.

Liderazgo, excelencia, innovación y vanguardia, son sólo algunos de los atributos que las empresas de ingeniería aportan a la Marca España. Junto con el textil o los productos identitarios, entre otros, la ingeniería es uno de los principales motores tractores de reputación del país en el exterior.

Solas, o en alianza, poco a poco y en silencio, las empresas españolas de ingeniería han ido paseando el español por el mundo, conquistando mercados, ganando contratos, creando riqueza y empleo, y mejorando la vida de las personas. Y en ese camino han llevado la Marca España como estandarte y proyectado al mundo la excelencia de un trabajo bien hecho, fruto de la investigación, el conocimiento aplicado, y el trabajo planificado y realizado con esfuerzo y tesón.

La ingeniería española tiene un currículo envidiable que, desde luego, no cabe en este artículo. La presencia de empresas españolas en los primeros puestos y en puestos destacados de los mejores rankings mundiales es tan vasta que sólo es comparable con la amplitud de áreas y ramas de la ingeniería en las que destacan: Es española la primera empresa de ingeniería del mundo por volumen de negocio internacional, y hay seis más entre las cincuenta primeras de este ranking; siete empresas españolas se encuentran entre las 100 primeras de diseño del mundo, por citar algunos.

España tiene firmas de ingeniería que se encuentran a la vanguardia en sectores y ramas de la ingeniería como el aeroespacial, la automoción, la ciberseguridad, la construcción y gestión de grandes infraestructuras (de obra civil y de transporte), la defensa, la electrónica, las energías renovables, el ferrocarril de alta velocidad, la industria metalúrgica, y también la química, las telecomunicaciones, la robótica y la automatización, los sistemas de control, el transporte de viajeros y mercancías, o en tecnologías más recientes como el Blockchain, y un largo etcétera.

Empresas como Acciona, ACS, Antolin, Corporación Mondragón, Elecnor, Ferrovial, Gestamp, Gonvarri, Sacyr, San José, Sener, Talgo o Técnicas Reunidas son sólo algunos de los buques insignia de una flota interminable de firmas que encabezan sus sectores en el mundo.

Un liderazgo internacional y sectorial, en los cinco continentes, que ha sido posible gracias al que ejercen sus principales ejecutivos. No en vano, muchas de ellas son dirigidas por algunos de las fuguras empresariales que mayor confianza generan en España, tal y como ha revelado el estudio «iTRUST Business Leaders Ranking», elaborado por MESIAS.

Entre ellos, destacan personalidades como José Manuel Entrecanales, Rafael del Pino, Florentino Pérez, Francisco Riberas, Íñigo Ucín, José Lladó o Carlos de Palacio, entre muchos otros, todos ellos empresarios y directivos de raza.

Es tiempo de reconocimiento, pero no de autocomplacencia. Desde hace unos años, se ha detectado un descenso en la vocación de los jóvenes por la ingeniería, que amenaza con socavar la fortaleza de las futuras generaciones de ingenieros y su capacidad para mantener y fortalecer esta ventaja competitiva. Sólo un país fuerte en ciencia y tecnología, que forma, atrae y «atesora» talento, es capaz de resistir a los cambios de una época tan compleja como dinámica. Hoy, más que nunca, la Marca España innovadora y tecnológica necesita que se le preste algo de atención.