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¿Adiós al “low cost” aéreo?: los precios subirán un 50% si los aviones tienen que volar con asientos vacíos

La IATA estima que sólo cuatro de las 118 grandes aerolíneas podría soportar esta medida para frenar al coronavirus

Esta semana se antoja decisiva para el sector aéreo. Según la información adelantada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Comisión Europea anunciará el miércoles las directrices comunes para que las aerolíneas puedan volver a volar sin restricciones. En este momento, aunque algunas como KLM han anunciando la reapertura de rutas, los viajes están limitados a aquellos que se consideran inaplazables. La seguridad a bordo de los aviones para garantizar que los vuelos no contribuyen a dispersar la pandemia del coronavirus por todo el mundo es una de las cuestiones más espinosas. La Comisión avanzó hace semanas que el distanciamiento social será clave en las decisiones que tome. Pero las aerolíneas ya han advertido de que ni es posible ni necesario. De hecho, auguran que la principal idea para ejecutarlo, eliminar la fila central de asientos, sería catastrófico para el sector. De imponerse, dispararía los precios de los billetes más del 50%, según un estudio de la principales organizaciones de compañías aéreas, la IATA. Con los precios actuales, sólo cuatro de las 118 principales aerolíneas mundiales podrían sobrevivir reduciendo los pasajes.

Según explica el economista jefe de la IATA, Brian Pierce, en un estudio titulado “El coste de los viajes aéreos una vez las restricciones desaparezcan”, de prosperar esta idea, la capacidad media de carga de los aviones se reduciría a un 62%. Según sus cálculos, el “break even” o punto en el que las aerolíneas cubren los gastos, se consigue con los aviones llenos al menos al 75% en el mejor de los casos, que son los vuelos en Norteamérica, África y Oriente Medio. El resultado sería que, de las 122 aerolíneas que ha analizado Pierce, sólo cuatro de las grandes lograrían el “break even” con el 62% de sus asientos ocupados.

En estas condiciones de viaje, los vuelos “low cost” que han democratizado el transporte aéreo en las últimas décadas desaparecerían. La IATA advierte de que, para alcanzar la rentabilidad con menos pasajeros, las aerolíneas tendrían que incrementar de modo sustancial los precios de los billetes. Según sus cálculos, entre un 43 y un 54%, dependiendo de la región y del punto de partida de su carga media actual. En el caso de Europa, pasaría de una tarifa media actual de 135 euros a una de 201 euros.

Recurso innecesario

Para las aerolíneas, la supresión del asiento central no es sólo inviable desde un punto de vista económico sino que, además, es una medida ineficaz para frenar el COVID-19. Según asegura la IATA, la mayoría de autoridades recomiendan que se guarde una distancia de entre uno y dos metros. Sin embargo, con un asiento menos apenas alcanzaría los 50 centímetros, aseguran. En su opinión, al virus hay que frenarlo antes de entrar en el avión con medidas como la toma de temperatura de los pasajeros y dentro del avión con el uso de mascarillas, limitando los movimientos en los aparatos o simplificando los procedimientos de cátering.

En cualquier caso, la IATA asegura que, incluso sin medidas de protección adicionales, las posibilidades de contagio a bordo de un avión son limitadas. Según sus datos, hay casos documentados de vuelos en los que han viajado pasajeros afectados y no se ha producido ningún contagio, como uno entre China y Canadá. Un sondeo informal entre 18 compañías asociadas a la organización ha revelado, según la IATA, que entre enero y marzo sólo se detectaron tres episodios de sospechas de transmisión a bordo de aviones del COVID-19. En el caso de los pasajeros, no se detectó ningún contagio entre ellos. Un estudio más detallado de 1.100 pasajeros que dieron positivo por coronavirus después de haber viajado en avión reveló que no se produjeron contagios secundarios entre más de 100.000 pasajeros de vuelos posteriores, según la IATA.