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Océanos: fuente de alimentos, empleo, minerales y recursos energéticos
Más de 3.000 millones de personas dependen de los mares para proveerse principalmente de proteínas y, sin embargo, solo el 3% de las aguas de todo el mundo están protegidas
Los océanos cubren el 70% de la superficie de la Tierra, albergan el 80% de la biodiversidad del planeta, absorben el 30% de todas las emisiones de dióxido de carbono amortiguando el impacto del calentamiento global y capturan el 90% del calor adicional que generan dichas emisiones. Además, los océanos producen alimentos, empleo, minerales y recursos energéticos necesarios para que la vida en el planeta perdure y prospere.
Más de 3.000 millones de personas dependen de los océanos como fuente principal de proteína y, sin embargo, a pesar de su importancia, sabemos más de la superficie de la luna que del fondo del mar. Lo que sí sabemos es que la salud del océano se está deteriorando rápidamente debido al aumento de las temperaturas, la acidificación y la contaminación. La protección y cuidado de los océanos está presente en la Agenda 2030 a través del ODS 14. Este Objetivo pretende proteger los ecosistemas marinos y costeros, poner fin a prácticas insostenibles e ilegales de pesca, promover la investigación científica en materia de tecnología marina, fomentar el crecimiento de los estados insulares en desarrollo y pescadores artesanales e impulsar y reforzar el derecho internacional relativo a océanos y mares.
En el marco de su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Red Española del Pacto Mundial celebra la semana de los océanos, cuyo objetivo es sensibilizar a las empresas en la conservación de mares. Hasta el momento ha conseguido que 21 empresas españolas se unan a los principios para un océano sostenible. «España es uno de los países más vulnerables de Europa frente al cambio climático por contar con cerca de 8.000 kilómetros de costa donde millones de personas viven y dependen de un mar y unas zonas costeras saludables. La temperatura superficial del Mediterráneo aumenta a razón de 0,34 grados por década desde principios de los años 80. Esta aportacion de calor está produciendo, además de un incremento de su nivel estimado en 3,4 mm por año, un aumento del número de las noches tropicales, actualmente ampliado a más de 60. Esta situación ya es un hecho y va a perjudicar a industrias tan importantes para nuestro país como es la industria del turismo . Por eso es una incongruencia que el ODS 14 sea el menos trabajado en España de entre todos los ODS de la Agenda 2030. Pero, por otro lado, el ODS 14 es percibido por las empresas como un Objetivo fuertemente sectorial, siendo identificado como prioritario sobre todo por entidades del sector primario y entidades con alto impacto ambiental», sostiene Cristina Sánchez, directora de la Red Española del Pacto Mundial.
El informe de 2019 «Global Goals, Ocean Opportunities», elaborado en consulta con más de 300 grupos de interés, identifica cinco puntos críticos que representan un conjunto de objetivos tangibles para abordar los retos de la sostenibilidad de los océanos. El primero de ellos hace referencia a la trazabilidad de los alimentos para evitar impactos medioambientales y sociales negativos. El segundo punto hace referencia al transporte marítimo. La Organización Marítima Internacional (OMI) ha establecido objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los buques en un 50% antes de 2050. El tercer objetivo hace referencia a la electricidad oceánica. La producción de la misma puede proporcionar energía asequible y fiable para todos y representa un punto de inflexión para fomentar un océano sostenible y saludable.El cuarto objetivo, cartografía del océano, hace referencia a la investigación marina. Se estima que solo el 5% del océano ha sido explorado por la humanidad. Las industrias oceánicas pueden colaborar con las Naciones Unidas en la recogida de datos marinos mediante alianzas sólidas y la puesta en común de conocimientos.
El quinto objetivo se centra en acabar con el vertido de residuos en el océano. Ocho millones de toneladas de material de plástico acaban en el mar y el 80% proceden de fuentes terrestres. «Una botella de plástico tarda 500 años en descomponerse. Países con sistemas deficientes de reciclado tiran el plástico al mar, sobre todo en el sudeste asiático y ahora con el Covid-19 esta costumbre está aumentando en todo el mundo», advierte Pilar Marcos, bióloga marina de Greenpeace. Marcos denuncia que se haya duplicado el uso de toallitas húmedas que se van al váter, hasta un 46%, y que acaban contaminando el mar. Recuerda que en estos momentos se está constituyendo el Tratado Global de los Océanos, un pacto que pretende proteger la biodiversidad marina y en el que están involucrados los 193 estados miembros de la ONU. «Solo el 3% de las aguas de todo el mundo están protegidas, y el objetivo es proteger el 30% del mar en 2030», recuerda. ¿Qué más podemos hacer? «Es fundamental el cambio de visión de este medio como algo inagotable», señala el profesor José Alfredo Vicente Orellana de la Universidad CEU San Pablo. «Cuando hemos visto seriamente afectado el medio terrestre, hemos puesto medidas, unas más eficaces que otras. Cuando vemos que hay vertidos, hemos puesto depuradoras. Donde había vertederos, hemos diseñado un sistema de recogida de basuras y de reciclado más eficiente. Sin embargo, en el medio marino todo esto es mucho más difícil de apreciar, y también de estudiar y conocer en profundidad. Hace falta sensibilidad en la población y compromiso en los gobernantes. para hacer políticas eficaces y actuaciones racionales y respetuosas con el medio».
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