Economía

España ya está en recesión

El PIB se desploma un 5,2% en el primer trimestre y las previsiones más optimistas aseguran que en el segundo se ha derrumbado otro 14,1%

La recesión ya está aquí. Aunque falta la confirmación oficial, es un hecho después de los malos datos de crecimiento del primer trimestre del año y del derrumbe que ha experimentado en el segundo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado hoy que el Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo entre enero y marzo un 5,2% respecto al trimestre precedente, tal y como había adelantado el pasado 30 de abril en el avance del indicador. Se trata del mayor desplome desde que se comenzó a realizar la estadística en 1970. Confirmado este dato, sólo falta por certificar la magnitud del hundimiento que ha experimentado la economía nacional en el segundo trimestre del año, coincidiendo con el estado de alarma y el cierre de gran parte de la economía, para saber cómo de profunda es la recesión en que se haya sumida la economía española. Según los cálculos, el retroceso podría oscilar entre el 14,1% -AiREF- y el 21,8% -Banco de España-.

Todos los indicadores analizados por el INE se comportaron mal en el arranque de año a pesar de que el coronavirus todavía no había irrumpido con virulencia. La demanda nacional restó 3,7 puntos a la variación interanual del PIB en el primer trimestre, 5 puntos inferior a la del cuarto trimestre. Por su parte, la demanda externa restó 0,4 puntos, nueve décimas menos que en el trimestre pasado.

En lo que respecta a la demanda nacional, el consumo de los hogares y las instituciones sin fines de lucro es el que presenta una aportación más negativa a la variación interanual del PIB, con -3,3 puntos, seguido de la inversión (-1,1 puntos). Esta evolución se vio compensada, en parte, por una aportación positiva, de 0,7 puntos, del gasto público. Por parte de la demanda externa, las exportaciones restaron 2,1 puntos a la evolución interanual del PIB, frente a una aportación positiva de las importaciones de 1,8 puntos.

Hundimiento del consumo

Los datos trimestrales del INE muestran un hundimiento del consumo de los hogares, uno de los tradicionales motores de la economía española, del 6,6%, su mayor descenso de la serie histórica. Por el contrario, el gasto público pisó el acelerador entre enero y marzo y creció un 1,8%, su mayor alza en doce años, concretamente desde el primer trimestre de 2008. Por su parte, el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro y al servicio de los hogares avanzó un 0,8%, cinco décimas más que en el trimestre precedente. En términos interanuales, el consumo de los hogares retrocedió un 5,8%, también su mayor caída de la serie, mientras que el gasto público registró su mayor alza desde finales de 2009, con un avance interanual del 3,6%.

La inversión, por su lado, registró en el primer trimestre su mayor caída en once años (desde el segundo trimestre de 2009), al retroceder entre enero y marzo un 5,7%. En términos interanuales, cedió un 6,5%, un retroceso no visto desde 2013. Dentro de la inversión, la realizada en construcción y vivienda se desplomó un 8,3%, su mayor retroceso en siete años.

Las exportaciones se desplomaron un 8,2% en términos trimestrales y un 6,1% en anuales, frente a los respectivos avances del 0,6% y del 3,3% del trimestre anterior, mientras que las importaciones retrocedieron un 6,6%, ahondando en la caída del último cuarto de 2009 (-0,8%).

Empleo

El INE señala que la situación provocada por el coronavirus hace que ciertas variables, como las horas efectivamente trabajadas, sean más relevantes en los momentos actuales a la hora de medir la evolución del empleo. El empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, cayó en el primer trimestre un 5% respecto al trimestre anterior. Esta tasa es de menor magnitud que la de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del -1,9%, lo que supone 2,8 puntos menos que en el cuarto trimestre) debido a la reducción que se observa en las jornadas medias a tiempo completo (-3,1%).

En términos interanuales, las horas trabajadas decrecen un 4,2%, tasa 5,6 puntos inferior a la del cuarto trimestre de 2019. Por su parte, los puestos equivalentes a tiempo completo retroceden un 0,6%, 2,6 puntos menos que en el cuarto trimestre, lo que supone que en un año se han destruido 102.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.

Por ramas

Para facilitar el análisis del impacto de la pandemia sobre el PIB, el INE publica por primera vez las aportaciones al crecimiento de cada rama de actividad teniendo en cuenta su peso estructural en la economía española. Así, las actividades del sector servicios explican la mayor parte del descenso interanual del PIB, con una aportación a su evolución de -2,1 puntos. Le siguen las actividades industriales (-0,9 puntos) y la construcción (-0,4 puntos). Dichas aportaciones apenas se vieron compensadas por la evolución de las ramas de actividad primarias (0,0).

Casi todas las ramas presentaron en el primer trimestre un peor comportamiento interanual que en el trimestre anterior, destacando la construcción, cuyo valor añadido bruto se hundió un 7,3%, frente al repunte del 0,9% del trimestre anterior. Los servicios, por su parte, registraron una contracción del 3,1% (+2,4% en el trimestre anterior) y la industria recortó su valor añadido un 6% (+1,2% en el trimestre anterior). La agricultura fue el único sector que aumentó su valor añadido bruto, con un avance del 0,3%, en contraste con la caída del 5,4% del trimestre anterior.

En el primer trimestre, todas estas ramas destruyeron empleo, salvo la industria, que elevó un 0,8% interanual su ocupación, desacelerando 1,1 puntos el avance del trimestre anterior. La construcción redujo el empleo un 3,9%, frente al crecimiento del 0,9% del trimestre anterior, mientras que la agricultura registró un descenso del 7,2%, en contraste con el avance del 4,5% del último cuarto de 2019. En los servicios el empleo disminuyó sólo un 0,1% (2,4% en el trimestre anterior). Si se miden las horas trabajadas, la construcción y la agricultura presentaron en el primer trimestre un descenso interanual próximo al 10%.