Impuesto de matriculación
PSA (Peugeot-Citroën): «El Gobierno no tiene voluntad de apoyar al automóvil»
El mayor fabricante de vehículos de España avisa de las «consecuencias imprevisibles» que tendrá subir el impuesto de matriculación
El grupo automovilístico PSA, dueño de las marcas Peugeot, Citroën, Opel y DS y que es el que más automóviles fabrica en España, se ha mostrado contrario a la decisión del Gobierno de subir el impuesto de matriculación en un 5% a partir del próximo 1 de enero como consecuencia del nuevo ciclo de homologación de emisiones denominado WLTP. «Mantener el actual sistema fiscal supone un fuerte daño al sector y un nuevo obstáculo a la necesaria renovación del parque automovilístico español, uno de los más envejecidos de Europa», indica este fabricante, que en España tiene establecidas tres importantes factorías en Vigo, Figueruelas (Zaragoza) y Villaverde (Madrid), que producen más de 100.000 unidades al año; y que asegura están en línea con la reducción de emisiones exigidas por la Unión Europea gracias a una estrategia de plataformas modulares multienergía que ofrecen motores diésel y gasolina eficientes y es compatible con versiones 100% eléctricas e híbridas enchufables.
Mientras que Francia y Portugal, los otros dos países de la UE que mantienen junto a España el impuesto de matriculación, han establecido moratorias a la entrada en vigor de esta norma de medición, el Gobierno español ha anunciado su entrada en vigor inmediata y la penalización de las emisiones a través del impuesto de matriculación. Entiende PSA, y coincide con el resto de los fabricantes, que existe una falta de voluntad del Gobierno de apoyar al sector en un contexto muy complicado para la industria del automóvil. Y añade que «este es un mensaje negativo para nuestra casa matriz de consecuencias imprevisibles a medio y largo plazo ya que el mercado español, uno de los que más cae en Europa, podría reducirse en 2021 en más de 110.000 unidades. Además, otros países de nuestro entorno, como Francia y Portugal, ya han adaptado su sistema impositivo, tal y como pedimos que se haga en España, para proteger la actividad y el empleo en uno de los principales sectores de la economía española, y asegurar que los ciudadanos utilicen vehículos más sostenibles y más seguros».
Según cálculos del sector, el incremento del impuesto de matriculación afectará al 70% de los coches nuevos -quedan exentos los híbridos, eléctricos y de combustibles alternativos-, que verán elevada su factura final entre 500 y 1.000 eurosdebido a que, en el entorno de actual crisis económica, los fabricantes no pueden asumir en sus cuentas el aumento de esta tasa. Además, los fabricantes advierten de que podría provocar la perdida de 30.000 empleos sólo en la distribución.
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