Financiación de la UE

Calviño: gracias al Gobierno, España no ha arrojado por la borda 325.000 millones

Pide la imprescindible colaboración del Parlamento para que lleguen ya los primeros 10.000 millones de euros de los fondos europeos

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación DigitalEUROPA PRESS/O.CAÑAS.POOLEuropa Press

La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, se ha mostrado excesivamente optimista hoy sobre la evolución de la economía española, durante su comparecencia con carácter de urgencia en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso de los Diputados para explicar los criterios de reparto de los fondos europeos. La ministra, que no ha arrojado excesiva luz sobre cómo se articularán estos fondos, ha sacado pecho por la excelente labor realizada por el Ejecutivo frente a la pandemia y ha llegado a achacar al buen saber hacer del Gobierno el que la economía española no haya descendido hasta el inframundo, al evitar con sus planes de choque y de reactivación un desplome del PIB del 25% (casi 325.000 millones de euros), en lugar del derrumbe del 11% registrado el año pasado.

Calviño ha valorado la respuesta fiscal que el Gobierno ha dado ante la pandemia, como los Erte (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) y las ayudas a la liquidez con las líneas de financiación del ICO. Estas medidas, a su juicio, han evitado hasta ahora daños permanentes y estructurales en la economía y representan unos buenos cimientos para pisar el acelerador de la recuperación en en el segundo semestre de 2021. “Gracias a estos planes se ha evitado la destrucción de más de tres millones de empleos y la caída en un 25 % del PIB en 2020”, ha insistido. En ese sentido, ha estimado que tanto el plan de choque como el plan de reactivación del Gobierno equivalen a aproximadamente a un 20 % del PIB.

Su optimismo le ha llevado a sostener e insistir en que no se equivoca en sus previsiones macroeconómicas, porque su Departamento testa diariamente todos los indicadores. Por eso ha reiterado que la economía se recuperará en forma de la famosa V asimétrica, después de el crecimiento del 0,4% que ha experimentado el PIB en el cuarto trimestre de 2020 en relación con el trimestre anterior. Incluso ha puesto el énfasis en que nadie ha acertado en sus previsiones sobre la evolución económica de nuestro país en 2020, en el que se ha registrado un desplome del 11% del PIB. Es decir, se han ido por el desagüe casi 125.000 millones y cinco años de generación de riqueza. Calviño se ha mostrado orgullosa de que nadie haya dado en el clavo. No lo ha hecho el Gobierno, que había pronosticado una caída del 11,2%, ni ninguna institución nacional e internacional, ha asegurado, en alusión al Banco de España, al FMI y a la OCDE, que habían augurado un deterioro más profundo de nuestro país en términos de empleo y PIB. “Ningún analista esperaba este crecimiento intertrimestral. Poco a poco, se ve que los organismos internacionales y nacionales van convergiendo hacia las previsiones del Gobierno”, ha enfatizado. Sin embargo, ha obviado que el ministro de Seguridad Social había pronosticado el mes pasado un alza del PIB en el cuarto trimestre del 2,4%. El error de cálculo de José Luis Escrivá es de nada más y nada menos que casi 22.398 millones de euros.

Prudencia y realismo del Ejecutivo

A tenor de los indicadores macroeconómicos, la incidencia de la segunda y tercera ola en la economía ha sido menor que la primera, como demuestra, a su juicio, los datos del segundo semestre de 2020, afectados por un escenario de rebrotes del coronavirus y por una ausencia casi total del turismo internacional. “La segunda y la tercera ola no están teniendo efectos económicos tan profundos como los de la primera de la pandemia, constatándose esa evolución en forma de V asimétrica que pronosticamos en julio y descartándose, por tanto, los escenarios más negativos para el conjunto del ejercicio”. Eso sí, ha admitido que “acabamos de cerrar un 2020 muy difícil, en el que el Gobierno se ha guiado por la prudencia y el realismo para hacer previsiones económicas y esta prudencia es la que tiene que seguir guiando en los meses complicados que tenemos por delante”.

Calviño ha recordado que la previsión del Ejecutivo para 2021 es de un alza del PIB de alrededor del 7%, sin tener en cuenta el impacto de los fondos europeos, que impulsarían el crecimiento dos puntos porcentuales más, aunque ha avisado que, para ello, es prioritario e imprescindible recibir los fondos europeos. Para lo que ha solicitado la colaboración del Parlamento en la tramitación de todas las normas necesarias para que Bruselas bendiga el plan de recuperación y con su puesta en marcha lleguen los primeros 10.000 millones de euros de los fondos europeos a partir del primer trimestre de este año. A España le corresponde 140.000 millones, de los que 70.000 millones llegarán vía subvenciones a fondo perdido. De esta cuantía, el Ejecutivo ha presupuestado en las cuentas públicas de este año un adelanto de 27.000 millones, pero para que está cifra se materialice primero debe aprobarse el plan de recuperación, que recoge una serie de reformas estructurales, entre las que destacan la modernización del sistema público de pensiones y de la legislación laboral. Las reiteradas demandas de la vicepresidenta al diálogo sobre las medidas que recogen este plan de recuperación se producen después de que este jueves el Gobierno atravesara un momento difícil para sacar adelante en el Congreso de los Diputados el real decreto ley regulador del mismo. Aprobación que consiguió gracias a Vox y a Bildu.

Claves del éxito

Después de pronosticar una aceleración en la recuperación de nuestra económica a partir del segundo semestre de este año, ha destacado cuatro claves fundamentales para una mejor evolución de la economía en 2021. La primera y prioritaria, agilizar y cumplir con el calendario de vacunación, con el fin de conseguir inmunizar al 70% de la población el próximo verano. La segunda, estabilizar los mercados de deuda soberana y evitar conflictos comerciales internacionales. La tercera, evitar impactos estructurales en la reactivación de la economía, con el fin de seguir sosteniendo el empleo y el tejido productivo, así como lograr que la falta de liquidez actual de las empresas no se convierta en un problema de solvencia. Y, por último y en cuarto lugar, impulsar la recuperación inversora y ejecutar con prontitud los fondos europeos y los planes de transformación económica. A su juicio, de ello dependerá la consecución de una recuperación económica estable, sostenible y duradera en el tiempo. Con el objetivo prioritario de salir de esta crisis, ha asegurado, una y otra vez, buscar el consenso de agentes sociales, la sociedad civil, los grupos parlamentarios, el Congreso y del conjunto de la sociedad para que lleguen a buen puerto las reformas estructurales, que permitirán a Bruselas dar vía libre a estos fondos.