Los mayores de 50 años recuperan el nivel de empleo prepandemia, mientras que los jóvenes se quedan en la estacada

La Covid-19 ha golpeado de forma desigual al empleo de las distintas comunidades y a los trabajadores de distintas edades. Las velocidades de desescalada y la actividad predominante en cada región han sido dos factores determinantes. Ahora, un informe de Asempleo también evidencia que la pandemia ha afectado de forma asimétrica en función de la edad de los trabajadores. Mientras que uno de cada cuatro jóvenes menores de 25 años ha perdido su puesto de trabajo en 2020, los mayores de 50 ya han recuperado el nivel de empleo prepandemia. Esta divergencia se debe a factores como la temporalidad o la parcialidad, cuya incidencia es mayor entre los jóvenes. Los jóvenes están empleados a su vez en los sectores más afectados por las restricciones mientras que los mayores de 50 son minoría en estas actividades.

De hecho, en el cuarto trimestre de 2020 ya había más personas mayores de 50 años trabajando de manera efectiva (6,35 millones) que a esas alturas del año anterior (6,33 millones). Una situación totalmente opuesta a la de los jóvenes menores de 25 años, de los cuales el 40% se encontraba a final de 2020 en desempleo, frente al 12,7% en los mayores de 50 años.

Los jóvenes, los más castigados por las crisis de este siglo

Asempleo explica que la volatilidad del empleo de los jóvenes no es algo exclusivo de esta crisis, sino que ya produjo durante la Gran Recesión. Entre 2007 y 2013, casi dos de cada tres menores de 25 años (62,1%) perdieron su empleo como consecuencia de la crisis. Por el contrario, la ocupación entre los mayores de 50 años se incrementó un 8% durante este mismo periodo. Esto se debe a las diferencias en el tipo de contrato y en el sector de actividad entre jóvenes y mayores.

Temporalidad, parcialidad y actividades castigadas

Los jóvenes suelen contar con un contrato temporal en su mayoría. En concreto, el informe constata que dos de cada tres jóvenes tiene un empleo temporal (67,4%), frente al 14,3% de los mayores de 50, colectivo donde sólo el 4,7% perdió su puesto de trabajo en 2020. Por ello, en esta crisis han sido los más afectados, ya que el 47% de los empleos destruidos en 2020 (sumando despidos y ERTE) han sido temporales. “El impacto negativo de los shocks económicos sobre el empleo se ve atenuado por la seguridad del empleo indefinido y este es más frecuente entre asalariados de más edad en detrimento de los jóvenes”, apunta Asempleo.

La parcialidad es otro factor más intenso entre los jóvenes y poco frecuente entre los mayores de 50 años. Entre los jóvenes, la incidencia de la parcialidad supera el 36%, y el 22,7% de ellos ha perdido su empleo en 2020. Por el contrario, apenas el 11,6% de los trabajadores mayores de 50 años está empleado a tiempo parcial, y solo el 5,2% de estos ha perdido su empleo este año.

Los jóvenes están empleados a su vez en los sectores más afectados por las restricciones mientras que los mayores de 50 son minoría en estas actividades. Más de la mitad (51,3%) de los jóvenes menores de 25 años trabajan en hostelería, comercio y otras actividades de ocio, las actividades más castigadas por la crisis, porcentaje que se reduce hasta el 27,9% entre los mayores de 50 años. El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, cree que a medida que se acerque el verano se empezará a notar el impacto de la temporada turística en la dinámica del empleo, de forma que la época estival será “casi el doble de mejor que en 2020”, aunque muy lejos de las cifras de 2019.

Los veteranos mantienen el empleo de las CC AA

El informe también revela que las comunidades menos afectadas por la pérdida de empleo son aquellas que tienen trabajadores más veteranos. De esta forma, las regiones del norte de España como Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, La Rioja y Castilla y León, tienen valores de destrucción de empleo inferiores a la media de España, ya que los mayores de 50 años cuentan con una mayor proporción sobre el total de la fuerza laboral. En el lado contrario, las tres regiones que más empleo destruyeron en 2020 (Cataluña, Canarias y Baleares) cuentan con un mercado laboral relativamente joven respecto a la media del conjunto de España. Además, la estructura productiva de estas zonas depende en gran parte del turismo, que emplea en su mayoría a trabajadores jóvenes y con contratos temporales.