Mercadona te da a elegir entre pan para hacer torrijas o torrijas congeladas ¿por cuál te decides?

¿Pero cómo es posible que haya pan de torrijas un mes antes de Semana Santa? Bueno pues porque Mercadona sabe lo impacientes que somos los consumidores y lo atareados que andamos y por eso vuelve a poner a la venta uno de los productos clásicos y básicos para estas fechas y encima nos da a elegir.

El supermercado valenciano como todos los años por estas fechas pone a la venta su maravilloso pan en rebanadas con ese toque especial de canela y limón. El paquete pesa 500 gr y cuesta 1 euro. Son muchos los clientes que optan por este tipo de pan para realizar el plato típico de la Semana Santa. Entre sus ingredientes se pueden encontrar la harina de trigo, agua, aceite de girasol, azúcar, sal y masa madre de centeno.

Este pan es todo un éxito de ventas , tanto es así, que Mercadona ha recibido varias quejas en redes sociales por tenerlo agotado ya , y como dicen los consumidores ni siquiera ha llegado Semana Santa. Es más, es tanto el éxito de este producto alimenticio que hay muchos usuarios que han pedido que se venda todo el año , también quedan unas tostadas deliciosas con él. Eso sí, este pan no es apto para celiacos puesto que contiene gluten.

Si llegamos al súper y ya no tenemos pan en rebanadas para hacer torrijas siempre tenemos la segunda opción ( o primera en algunas personas) , que son las torrijas ya fritas y congeladas, tan fáciles que solo necesitaremos un microondas para poder disfrutarlas. Lo único que tienen que hacer es descongelarlas y listas para comer, sin manchar nada de nada. Vienen en formato de una caja de 400 gramos, que corresponden a cuatro torrijas. Su precio es de 3,65 euros. En cuanto a sus ingredientes, contiene huevo, gluten, soja y leche y sus derivados, incluida la lactosa. También tiene trazas de sésamo y frutos de cáscara.

No está claro cual es el origen de las torrijas. Hay teorías que le dan el mérito a los romanos y eso supondría que estamos hablando del dulce más antiguo de la historia. Lo que sí está claro es que era el alimento de las personas pobres, con pocos recursos. Era la mejor opción de poder tomar un producto barato que sirviera para aportar las calorías suficientes al organismo para aguantar cada día. Su relación con la Semana Santa en España comenzó en la posguerra, una época de mucha hambruna, en la que si además no se podía comer carne durante la cuaresma, dejaba a los ciudadanos muy débiles. Y qué mejor forma de reconstituirse con una bomba calórica (elaborada a base de pan, leche y azúcar) y tan sabrosa como esta. Su éxito fue inmediato y a día de hoy es uno de los dulces preferidos en estas fechas.

Las torrijas, ese postre fantástico que se degusta una vez al año y que nos está ya esperando en los pasillos del supermercado. ¿Ya han elegido si las harán este año o las comprarán hechas?