Opinión

Plan España 2050: 1% inspiración y 99% transpiración

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del proyecto España 2050
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del proyecto España 2050Juan Carlos HidalgoAgencia EFE

Sánchez logró rodearse el pasado mes de octubre de los grandes empresarios de las principales empresas cotizadas para presentar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española. En la misma línea, esta semana tendrá como hito más importante la presentación del llamado plan España 2050, puestos en escena hoy en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Según explican, el trabajo ha reunido a 100 expertos, que desde hace meses vienen trabajando «discretamente» divididos en 10 grupos, según sus distintas disciplinas. Hay de todo: bienestar, crecimiento y productividad; desigualdad; desempleo estructural y precariedad; longevidad y pensiones; recualificación de trabajadores; sistema educativo; habitabilidad de las ciudades y despoblación rural; descarbonización de la economía y uso racional de los recursos naturales.

Sobre la base del trabajo en concreto se sabe ya que cuenta con más de 1.600 referencias bibliográficas, modelizaciones matemáticas y 350 gráficos basados en 500 series de datos, que han colaborado más de 30 universidades, y otros organismos como el Banco de España, la Comisión Europea, la OCDE o la AIReF. Lo que sí está claro también es que no estará en esa reunión ni el sector turismo –ninguno de los primeros directivos de IAG, Meliá, NH y RIU acudirán al acto de este jueves– ni parte de la gran banca española –por la ausencia de Botín y Goirigolzarri, presidentes de los dos bancos más importantes del país–.

Y esto denota cierta sensación que este plan España 2050 podría traslucir tres problemas claros:

1º Que sea tan «conceptual» que resulte imposible su implementación entre los agentes sociales. Recordemos una famosa frase de Einstein que decía: «El genio es 1% inspiración y 99% transpiración».

2º Biden a la española, es decir, economía verde, plan de infraestructuras... En definitiva, más gasto público que genere el temor a un sobrecalentamiento de la economía y entremos en un fantasma del pasado: la «inflación» o, incluso, un mal peor, la «estanflación» –situación económica de un país que se caracteriza por un estancamiento económico a la vez que persiste el alza de los precios y el aumento del desempleo–.

3º Subida de impuestos encubierta. Detrás de este incremento de gasto público, por ejemplo, la «factura» de los ERTE, ya se está observando una subida encubierta de los impuestos, como en la propuesta de hace unos días del incremento de las cuotas a la Seguridad Social a los autónomos (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos o RETA), en borrador y sin consenso social.

En muchas ocasiones he pensado que este Gobierno tiene aspectos muy positivos, como sus políticas sociales, pero en varias ocasiones adolece de conocimientos básicos de macroeconomía clásica. Como decía Laffer, en su llamada Curva de Laffer, el incremento de los tipos impositivos no siempre conlleva un aumento de la recaudación fiscal y viceversa.

Pero es simple, si observamos el mercado a día de hoy como fuente de opinión (IBEX 35), a cierre de ayer se registraba una caída del 1,23%.... ¿Es el mercado bursátil un índice de credibilidad de las palabras de Sánchez?