Trabajo

La contrarreforma laboral choca con Bruselas y el contrato de obra

«No firmaremos», aseguran los empresarios ante la nueva propuesta de Trabajo. UGT acusa a la patronal de «bloqueo»

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, saluda a los líderes sindicales en el acto de homenaje de estado a las víctimas de la pandemia celebrado ayer en Madrid
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, saluda a los líderes sindicales en el acto de homenaje de estado a las víctimas de la pandemia celebrado ayer en MadridEMilio NaranjoAgencia EFE

Los empresarios no están dispuestos a aceptar esta vez un mal acuerdo con tal de mantener abiertas las puertas del Ministerio de Trabajo. No en lo que se refiere a la contrarreforma laboral, materia en la que tienen derecho de veto porque así lo quiere Bruselas, que condiciona cualquier modificación en esta materia al pleno respeto al acuerdo en el marco del diálogo social. Y de momento, la última oferta planteada sobre la mesa no convence a la patronal, que rechaza de forma unánime los planteamientos de la ministra del ramo, Yolanda Díaz. Los empresarios consideran que las modificaciones de Trabajo son puramente ideológicas y no se ciñen a la realidad que atraviesa el país. Según las patronales no se trata de propuestas técnicas, sino de un acuerdo «malo» para las empresas y para el empleo. Por tanto, la CEOE vetará esta reforma si no se modifica tal cual está planteada en este momento. «No firmaremos», aseguran desde la patronal, que deja no obstante abiertas todas las puertas a la interlocución y recuerda que también discrepó con la anterior reforma en materia laboral. De hecho, los empresarios han alcanzado once acuerdos complejos en el último año y medio en alguno de los cuáles mantuvieron incluso puntos de vista convergentes con los sindicatos.

No así en este terreno, donde los sindicatos han denunciado la actitud de bloqueo de la patronal. De hecho, desde UGT se afirma que los empresarios están paralizando la negociación para la reforma del mercado laboral. Según fuentes sindicales, el Gobierno trasladó en la última reunión de la mesa del diálogo social sobre el mercado de trabajo una nueva propuesta para los contratos formativos ahondando en el objetivo de dejar un único contrato que englobe los actuales de prácticas y aprendizaje, y una «reformulación del contrato fijo discontinuo para tratar de encajar en esta figura el actual contrato por obra o servicio». Esta supresión del contrato por obra o servicio resta flexibilidad de contratación a los empresarios y equipara erróneamente temporalidad con precariedad, según la CEOE.

Según UGT, el Gobierno mantiene su propuesta respecto a la contratación temporal (prohibiendo su uso para cubrir picos de producción cuando tengan que ver con la actividad normal y permanente de la empresa), así como la relativa a la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la subcontratación.