Ofensiva saudí
El sector trata de salvar la sede de la Organización Mundial del Turismo ante la inacción del Gobierno
La dejadez de Moncloa le lleva a liderar la respuesta para evitar la catástrofe reputacional que sería perder la única sede supranacional de España
No es un farol. Y tampoco se trata de una ingeniosa amenaza. El riesgo de que España pierda la sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT) ante la fundada pretensión que persigue Arabia Saudí, tal y como ya adelantó LA RAZÓN a finales del mes de junio, resulta real y cada vez más preocupante. Y el sector, nervioso, ya no esconde su desasosiego ni su inquietud, hasta el punto de que ha puesto en marcha toda la maquinaria a su alcance para dar la voz de alarma y no perder la batalla frente al gigante árabe.
La Mesa del Turismo se reunió el jueves de urgencia con un tema claro en su orden del día: contrastar toda la información que se maneja en este asunto y diseñar una hoja de ruta que permita trabajar al unísono para «evitar que la sospecha llegue a convertirse en una realidad. El único camino es que todos arrimemos el hombro. Esto es un problema de Estado muy serio», reconoce a este diario Carlos Abella, secretario general de La Mesa del Turismo. Según ha podido saber este diario, representantes de la industria turística ya han solicitado formalmente una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pero todavía no hay respuesta de vuelta. Pero no hay ni un minuto que perder, ya que el riesgo es real, pues la titularidad de Madrid no es vitalicia, a pesar de que sería la primera vez que se produce un cambio de sede de este tipo.
Defensa en Bruselas
El runrún de la posible salida de la única gran organización supranacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tiene su sede en España también se oye ya en Europa. La voz de alarma la ha dado el parlamentario europeo de Ciudadanos José Ramón Bauzá, portavoz de Transporte y Turismo de Renew Europe y copresidente de la Tourism Task Force, al firmar esta semana una rotunda carta en la que alerta del «golpe terrible para la economía europea que supondría la pérdida de la sede de la OMT en un momento de incertidumbre económica, por lo que debe evitarse a toda costa».
La misiva, dirigida a Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y a Thierry Breton, comisario de mercado interior de la Unión Europea, no ha caído en saco roto, ya que sirvió de base para que el jueves Bauzá explicara en el Parlamento el peligro real de esta advertencia: «Solicité a todas las fuerzas políticas presentes el compromiso de hacer el mayor esfuerzo diplomático en esta causa. No podemos seguir parados y reaccionar cuando ya no haya solución, pues la intención de Arabia Saudí es pública», asegura a LA RAZÓN Bauzá, quien lamenta que «España ha actuado tarde y mal, porque no se ha tenido la previsión necesaria. Está haciendo dejación de funciones en vez de liderar la presión diplomática. No solo no lo hace, sino que encima está desaparecida en esta batalla».
En el horizonte se vislumbra ya la vigesimocuarta Asamblea General de la OMT, prevista para finales de otoño en Marrakech (Marruecos) y que inclinará la balanza de esta cruzada entre Madrid y Riad. El objetivo ahora es mover todos los hilos necesarios para que la orden del día de esa reunión no incluya la votación para un posible traslado de sede, «porque entonces estaremos perdidos», aseguran desde el sector al apuntar que «la decisión está en manos de los 159 países representados, pero nos enfrentaríamos a un gigante con miles de millones en su bolsillo dispuestos a invertirlos en alcanzar su anhelo, hasta el punto de que ya se habla de una campaña de compra de votos».
Aunque no es el momento de buscar culpables, sino de actuar, Bauzá reconoce que «esta situación demuestra que el turismo no es un sector estratégico para el Gobierno de España y prueba de ello es que apenas tiene fuerza dentro del Consejo de Ministros, pues basta observar cómo se ha ninguneado a esta industria durante la pandemia, a pesar de haber sido, probablemente, la más dañada por la crisis sanitaria. Por ello, dada la inacción que se está viendo, toca confiar en que Europa actúe con mayor suerte». No en vano, el Viejo Continente cuenta con tres de los cinco países líderes en materia turística a nivel mundial, por lo que perder esta guerra frente a Riad sería un fracaso diplomático, político y económico sin paliativos, así como un varapalo reputacional para la Marca España difícil de justificar.
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