
Opinión
España, el país de las anomalías
La economía española presenta una serie de «anomalías» que se traducen en que la recuperación es bastante más débil y lenta que en los grandes países de la zona euro

María Jesús Fernández Sánchez habla de la «anomalía» española, que ella acota como «estadística», quizá para quitar algo de hierro a los datos. Es economista senior en la dirección de Coyuntura Económica de Funcas, uno de los centros de análisis económico y pensamiento más prestigiosos de España, junto con el Banco de España, Fedea, BBVA Research y CaixaBank Research. La economista, también profesora de la UNED, cree que si la revisión de los datos del PIB realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es correcta, la economía española crecerá en 2021 un 4,5%, tras el hundimiento de casi el 11% el año pasado.
La predicción coincide con la de la Comisión Europea que, tras revisar sus cálculos, espera que el PIB español crezca un 4,6%, muy lejos del 6,5% que todavía defiende como posible Nadia Calviño y a distancia sideral de las previsiones originales del 9,8%. La economía española, por distintas razones, se ha quedado atrás en la recuperación, hasta el punto de que el «Financial Times» la define como la «rezagada de la UE». Para María Jesús Fernández no hay «una explicación evidente», pero indica que hay «rasgos insólitos en comparación con otros países». La anomalía española.
Raymond Torres es el director de Coyuntura y Análisis Económico de Funcas. José Carlos Díez, economista, profesor de la Universidad de Alcalá, fue el responsable económico del PSOE en el periodo de la gestora que encabezó Javier Fernández, entre la primera y la segunda época al frente de los socialistas de Pedro Sánchez. Torres y Díez acaban de llamar la atención sobre otra anomalía económica española, «el país más retrasado en el ciclo de inversión empresarial», según el experto de Funcas. Díez, con los últimos datos positivos de afiliación a la Seguridad Social, se pregunta: «¿Empresas que no invierten y crean empleo?». Él mismo admite que es una «paradoja difícil de explicar», pero ahí está. Los datos recopilados por Torres, obtenidos de Eurostat, Markit Economics y Funcas, indican que la inversión –Formación Bruta de Capital Fijo–cayó en España un 0,8% el último trimestre frente al final de 2020 y un 6,5% con respecto a 2019. Son las peores cifras de los cuatro grandes países de la eurozona, entre los que destaca la vigorosa recuperación de la inversión en Italia, un 6,8 sobre 2020 y un 5,1% sobre 2019, antes de la crisis de la pandemia.
La inversión también se ha recuperado en Francia, un 2,9 y 1,4% respectivamente, mientras que en Alemania todavía está por debajo de finales de 2020 –cae un 0,3%– y de la precrisis –baja un 0,6%–. Los datos de Italia, con crecimientos muy raquíticos durante décadas, han sorprendido y los expertos lo atribuyen al efecto del liderazgo de Mario Draghi al frente del Gobierno transalpino, y ahora está en todas las quinielas como candidato a suceder al presidente Sergio Mattarella. Por ahora, la única explicación para esta otra anomalía española es que las empresas están más descapitalizadas, ya que en España recibieron muchas menos ayudas reales durante la pandemia, a diferencia de lo que ocurrió sobre todo en Italia y también en Alemania.
Hay más y más profundas anomalías en la economía española. El escandaloso 30% de paro juvenil es sin duda la más importante y dramática, que no mitigará la contrarreforma laboral que intenta sacar adelante la «vice» Yolanda Díaz y que propone penalizar a las empresas que despidan a trabajadores temporales, con un recargo en las cotizaciones sociales. La intención puede ser buena, pero los métodos quizá agiganten la dualidad del mercado laboral español entre fijos y temporales. El resultado, según bastantes expertos, podría ser que las empresas dejen de contratar temporales sin sustituirlos por fijos. El precio de la electricidad sigue disparado y mientras Macron apuesta en Francia por más energía nuclear, la España carente de fuentes energéticas sigue adelante con el plan de cerrar todas sus nucleares –generan el 23% de toda la energía eléctrica– para 2035. Son también otras anomalías y no «estadísticas», más preocupantes.
Bruselas será flexible con la reforma laboral y exigente con la de las pensiones
La Comisión Europea, que preside Ursula von der Leyen, estaría dispuesta a ser flexible con la reforma laboral que le plantee el Gobierno de Sánchez, pero mucho más exigente con la de las pensiones. Ese es el espíritu del acuerdo, hasta ahora «secreto», firmado entre ambas partes para poder recibir, por ejemplo, 13.791 millones de euros en el primer semestre de 2022. En resumen, no habrá derogación total de la reforma laboral, pero el Gobierno tiene un margen del que carece en pensiones.
Sánchez y la cuadratura del círculo, empresarios, sindicatos y Yolanda Díaz
Pedro Sánchez intenta la cuadratura del círculo, es decir, que empresarios, sindicatos y la parte del Gobierno que lidera Yolanda Díaz firmen –con foto incluida, por supuesto– la reforma laboral. El presidente está convencido de que tanto los sindicalistas como la «vice» y ministra de Trabajo aceptarán. Ahora intenta que los empresarios, a través de una CEOE en la que Garamendi tiene muchos críticos, se sumen a un acuerdo en que todavía hay muchos flecos pendientes.
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