Moncloa

El PSOE se queda solo en su «guerra del IVA» contra las peluquerías y centros de estética

En 2013, desde la oposición, apoyaron al sector para que consiguiera un IVA reducido; ahora son el único partido de los 24 que ha votado en contra de esta medida

Nuria, en su peluquería de Alcobendas
Nuria, en su peluquería de AlcobendasEnrique CidonchaLa Razón

Al límite de la «legalidad, de la democracia y, sobre todo, de la moralidad». Así tacha el sector de la imagen personal las últimas acciones que el Gobierno de Pedro Sánchez ha tomado en relación al IVA de sus actividades.

La historia entre los socialistas y las peluquerías y centros de estética se remonta al año 2013, cuando Miguel Ángel Heredia, senador del PSOE, presentó una proposición no de ley para bajar el IVA en este sector, que había pasado del 10% al 21% en 2012, cuando gobernaba el Partido Popular y España empezaba a salir de la crisis de 2008. Paradójicamente, ocho años después, Heredia ha votado en contra de la enmienda que presentó el grupo de la imagen personal para volver a su tipo de IVA reducido. De los 25 partidos presentes en el Senado, 24 votaron a favor, incluidos los socios de Sánchez. El único «no» llegó por parte de los socialistas. Ander Gil, presidente del Senado, fue quien tuvo la última palabra, y apoyó el veto del Gobierno.

Juan Hernández, vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresas de Imagen Personal (ANEIP), afirma que «la sensación es como si hubiera una comunidad de vecinos, donde uno es el presidente y hubiera que arreglar una puerta porque está destrozada. Aunque 24 de los vecinos voten a favor, se hace lo que dicta el presidente». Pero esto no es la primera vez que ocurre. El pasado mes de junio, los trabajadores de la imagen personal consiguieron que el Senado aprobara su propuesta de bajar el IVA, pero una vez más, apareció el PSOE, en solitario, y lo tiró por tierra. En esa ocasión fue Pilar Llop quien anuló la votación, y poco después se convirtió en ministra de Justicia, «un gran premio por lo que hizo», denuncia Juan Hernández cargado de ironía. El presidente de ANEIP no entiende «cómo puede tener tanto poder un único partido, que ni siquiera tiene la mayoría absoluta. Incluso Podemos y ERC están de nuestro lado», y añade que aunque sabían que cabía la posibilidad de que les vetaran de nuevo, «creíamos que el PSOE no se atrevería, y mucho menos que lo haría el presidente del Senado, que ha priorizado la decisión de Sánchez a la de la mesa del Senado».

Peluquerías
PeluqueríasTania Nieto

Diego Sanz es el presidente de ANEPE-IMPE, otra de las grandes asociaciones del sector, y define lo que está haciendo el Gobierno como algo «antidemocrático y anticonstitucional. A la Cámara del Senado, que es el poder legislativo, le llega el poder ejecutivo y le dicen que no. ¿Qué es esto? Estamos en momentos anteriores a la Revolución Francesa, aquí no hay separación de poderes». Sanz denuncia a su vez que son «el único sector de España que no puede pagar más allá del Salario Mínimo Interprofesional a sus trabajadores. ¿Cómo puede ser que en peluquerías y estética el salario negociado por convenio sea el SMI?». se pregunta. Y en las cuatro categorías profesionales que existen. «Todos, por convenio, 965 euros. Y no porque queramos, es que no podemos pagar más. Tenemos un margen ridículo debido a los impuestos».

También lamenta que el sector está plagado de mujeres autónomas y que «a mí, como presidente de una asociación, me da vergüenza que mis asociadas no puedan disfrutar de la baja de maternidad. Si cierran su negocio, y están ellas solas, que es lo que ocurre en la mayoría de los casos, ¿quién lleva luego el dinero a casa? Las mujeres que trabajan en este sector son las esclavas del siglo XXI. ¿Cómo puede hacer esto un partido socialista? Luego ves todo lo que dicen a favor de la mujer, reivindicando su papel… ¿Qué narices hacen?».

Peluquerías
PeluqueríasTania Nieto

Rosa Cruz, esteticista y presidenta de FANAE (Federación Nacional de Esteticistas de España), se muestra arrollada por la incredulidad de haber recibido un quinto veto por parte de los socialistas: «En este sector estamos miles y miles de personas luchando para que los partidos nos apoyen, y lo hemos conseguido. Incluso los sindicatos lo han hecho. Todos excepto el PSOE. Creíamos que era una causa justa y que lo íbamos a sacar y, de pronto, otro veto». Según Cruz, el sector se encuentra trabajando al 52,7% de actividad, la facturación ha caído más de un 40% y los estragos de la pandemia perduran: «Imagínese lo que supone esto para un sector que está formado por micropymes, porque no somos grandes empresas que puedan salir a la calle a protestar, cerrar autovías… Somos pequeños. Y cada vez somos menos».

Unión de fuerzas

En noviembre de 2019 se creó «La alianza por la bajada del IVA», un movimiento formado por asociaciones y organizaciones empresariales, marcas de peluquería, proveedores y fabricantes, ferias sectoriales y clubes profesionales. José Luis Azañón, portavoz de La Alianza, explica que el sector de la imagen personal es «un sector muy atomizado, con tres patronales y más de 80 asociaciones locales», por lo que había necesidad de aunar todas las fuerzas e intentar ejercer presión desde ahí. Azañón aclara que estamos ante un sector que básicamente funciona a través del autoempleo y tiene muy poca rentabilidad por unidad de negocio, lo que hace que no sean atractivos para inversores y grandes multinacionales: «Somos un sector pequeño, que solo suponemos un 0,22-0,25% del PIB, pero muy intensivo en mano de obra. Ni más ni menos que 150.000 personas trabajan de manera directa en la peluquería y la estética. Y sin embargo, no tenemos la fuerza de otros porque no tenemos recursos para entrar en foros de decisión, como la CEOE», explica. Los participantes de La Alianza no entienden a qué se debe la postura del PSOE. «La única explicación que se nos ocurre es que esto sea una mera cuestión de confrontación ideológica y política. Cuando estaban en la oposición, nos apoyaban sin paliativos y ahora, que gobiernan, nos da la espalda, solo porque la oposición nos apoya», dice Azañón.

Los socialistas han alegado que la bajada del IVA no se puede llevar a cabo porque alteraría los Presupuestos Generales de 2022, pero a través de informes de impacto en la balanza fiscal, La Alianza les ha demostrado que eso es mentira: «La restitución de nuestro IVA reducido sería beneficioso para las arcas del Estado. Conseguiríamos salvar un porcentaje muy importante de las empresas en riesgo de cierre, aumentar todo tipo de impuestos y minorar el gasto del Estado en cotizaciones al desempleo, así como mantener o aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social», afirma Azañón.

La última encuesta realizada por este movimiento, a la que contestaron 2.500 propietarios de establecimientos de peluquería y estética de todo el país, arrojaba un dato dramático: si no tenían buenas noticias económicas en los próximos seis o nueve meses, el 70% de los encuestados tenía un riesgo altísimo de cierre. «Si ya han cerrado más del 30% de los establecimientos, imagínate cómo puede ser la escena en seis meses», se lamenta el portavoz.

«Es una injusticia»

Nuria Andrés es peluquera en Alcobendas, Madrid, y en sus más de 13 años como profesional, nunca ha repercutido la subida del IVA en sus precios: «La he asumido yo, mis precios siguen siendo los mismos. Primero porque hay muchísima competencia, y segundo porque tú a un cliente no puedes subirle de golpe seis euros un trabajo técnico como es un tinte, porque no viene. A lo mejor en el barrio Salamanca sí, pero en Alcobendas, no». Nuria, como la mayoría de los trabajadores del sector, está sola en su centro: «Antes tenía cuatro empleados. Fueron montando sus negocios, la cosa se fue complicando, y por ahora me quedo así. Trabajo muchísimo más que antes y gano menos. Un representante de los productos que compro vino la semana pasada y me dijo que comprara de más este mes, porque el siguiente van a subir los precios entre un 5% y un 15%. Todo está más caro». Uno de los aspectos que más indignan a esta peluquera es que en los peores momentos de la pandemia se les considerara servicio esencial, y ahora, para la bajada del IVA, no. «Es una injusticia que no nos lo bajen. Si somos esenciales para una cosa, tenemos que serlo para todo».

Concha Vela, esteticista y propietaria de un centro de belleza en Madrid, tacha la actuación del Gobierno de «totalmente incoherente», y al igual que Nuria, asegura que trabaja mucho más para ganar lo mismo o incluso menos: «Llego a las ocho de la mañana para cumplir con todos los protocolos de limpieza por la Covid-19, y me estoy yendo a las nueve de la noche. Y digo esto sin quejarme, dando gracias de poder seguir abierta. Mucha gente ha tenido que dejar locales e irse a pisos, para reducir gastos y poder seguir trabajando. No hay más opciones. Tienes que tener siempre cosas en la cabeza para salir adelante, nuevos proyectos, mejoras… Y aun así, hay mucha gente que lo va a pasar muy mal».

Virginia Velasco, presidenta de la asociación Peluqueros x Madrid, afirma que «el Estado saldría ganando si nos bajasen el IVA, unos 147 millones de euros. Ahora van a tener pérdidas, y la destrucción de empleo va a ser de entre 45.000 y 47.000 personas. Hablamos además de empleo juvenil y femenino, porque este sector es el que más trabajo da a estos dos colectivos. En Europa nos sacan los colores por tener un empleo juvenil tan alto, y vamos a seguir aumentándolo. El Estado va a tener que pagar paro, ayudas, subvenciones, y les va a salir más caro que bajarnos el IVA. Que, por cierto, no es bajarlo, es devolvérnoslo». Velasco recuerda lo ocurrido con Pilar Llop, y se pregunta ahora «qué Ministerio le van a dar como premio a Ander Gil por habernos dado el último no. Se decidió en la mesa jurídica que las enmiendas presentadas fueran a votación en el Senado, y él paró una votación democrática. Es lo más antidemocrático que ha existido». El sector ha denunciado este hecho ante el Tribunal Constitucional, pero todo apunta a que, a corto plazo, no se pronunciarán. «Nos acabará dando la razón, pero ya será tarde, porque mucha gente habrá perdido su empleo. Llevamos 10.000 salones de belleza cerrados, y van a ser otros 10.000, sentencia Velasco, antes de añadir que «pero la lucha va a seguir viva. Pueden ganar una batalla, pero no la guerra, que es lo que nos han declarado a todo el sector».