¿Por qué sube o baja el crudo?

Los precios del petróleo dependen de una serie de factores que hay que sopesar según el tiempo y el contexto. El aumento del precio del petróleo parece estar influido por su fuerte demanda, la pandemia de Covid-19 y las tensiones geopolíticas. Se espera que la demanda de petróleo, que aumentará en 2022, vuelva a su nivel de 2019.

También hay que tener en cuenta que el aumento del precio del gas favorece no sólo al carbón, sino también al uso de productos petrolíferos, contribuyendo en parte al sostenimiento de los precios del petróleo. Por último, detrás de la subida del precio del petróleo están las incertidumbres sobre la evolución del dossier iraní y, sobre todo, las tensiones entre Rusia, Ucrania y los occidentales, pero también en Kazajistán y Azerbaiyán. La presión sobre el precio del petróleo también puede estar impulsada por las expectativas a medio plazo del mercado del petróleo.

En general, se habla de una posible evolución del precio entre 70 y 90 dólares el barril en los próximos meses.  Por su parte, la variante Ómicron, que preocupa menos a los mercados, sigue siendo una amenaza para el crecimiento mundial, que se debería ralentizar considerablemente hasta el 4,1% en 2022 y el 3,2% en 2023, frente al 5,5% de 2021.  De hecho, existe una correlación entre los precios del petróleo y nuestra sensibilidad a Ómicron. Cuando se considera peligrosa, se teme el confinamiento y, por lo tanto, se reduce mucho el consumo de productos petrolíferos, lo que hace que bajen los precios. En cambio, cuando se considera menos peligrosa, el consumo mundial se dispara y los precios suben. Todos estos elementos dificultan la previsión del fin del aumento del precio del petróleo porque nos enfrentamos a peligros sanitarios, geopolíticos y climáticos. Mientras, a los gobiernos y a los responsables políticos les conviene vigilar constantemente dos indicadores: el precio del petróleo y la opinión pública. Si el nivel sube demasiado, el cuerpo social estalla. Los chalecos amarillos franceses y el estado de emergencia en Kazajistán son demostraciones de ello.

Profesor y coordinador del Grado de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Valencia