Impacto económico
La recuperación del turismo, en la cuerda floja por la guerra entre Rusia y Ucrania
El sector ha empezado a notar una ralentización de las reservas. Las restricciones de movilidad, la incertidumbre y el encarecimiento de la energía lastrarán una actividad que lleva dos años de pandemia intentando salir a flote
La incertidumbre, las restricciones de movilidad y el encarecimiento de la energía derivados de la guerra entre Rusia y Ucrania vuelven a poner en riesgo la recuperación del turismo, que confiaba en resurgir esta primavera y dejar atrás el impacto de la covid. Dentro del sector turístico, los hoteles serán los más afectados por el conflicto. Por el momento no están sufriendo cancelaciones, pero sí están empezando a notar una ralentización en las reservas a la expectativa de ver cómo se desarrolla esta nueva crisis que vuelve a hundir una actividad que lleva dos años intentando salir a flote desde el estallido de la pandemia.
Los precios del petróleo, gas y la electricidad, desbocados
Mientras dure el conflicto disfrutar de una vacaciones será una práctica más costosa. La crisis energética, agravada por la guerra, afectará a una economía familiar ya maltrecha por las altas tasas de inflación y al coste de los carburantes, que se traducirá en un incremento del precio de los billetes de avión y de otros costes de transporte. Uno de los impactos más fuertes sobre el sector turístico será el derivado del encarecimiento del petróleo, que provocará que los precios del transporte aéreo tengan que verse incrementados. Las aerolíneas tendrán que ajustar en sus cuentas de resultados esta partida que representa alrededor de un tercio del total de sus gastos.
El barril de Brent, de referencia para Europa, se ha situado en los 99,86 dólares este viernes, frente 105,57 en los que llegó a estar en la mañana del jueves. De su lado, el barril West Texas Intermediate, empleado como referencia en Estados Unidos, ha retrocedido hasta los 92,85 dólares, tras haber alcanzado el jueves los 100,34 ‘billetes verdes’.
El segundo golpe que puede recibir la industria turística española vendrá derivado del alza de los precios de la energía por la alta dependencia de muchos países europeos de esta región del mundo. Aunque España recibe la mayor parte de su gas de Argelia, lo cierto es que finalmente todo el mundo se verá perjudicado por esta tensión geopolítica de carácter mundial.
En noviembre de 2021, último dato de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), el 10,7% de las importaciones de gas natural a España procedieron de Rusia, frente al 35% de Argelia, el principal suministrador. Por una cuestión de distancia y ante la ausencia de un gasoducto que conecte España con Rusia, el suministro procedente de este país es reducido y se trata de gas natural licuado transportado en barcos metaneros. La vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró, antes de que estalle en conflicto, que España no tendría problemas de abastecimiento de gas natural, pero reconoció que la situación era inquietante y que podría impactar en los precios, algo que ya corroboran los datos actuales.
Los futuros de gas natural, que se negocian en la plataforma neerlandesa TTF y son de referencia para el conjunto de Europa, han caído más de un 20%, tras la espiral alcista de los últimos días. En concreto, la cotización en la plataforma TTF ha caído hasta los 106,7 euros por megavatio hora (MWh), frente a los 140 euros en los que llegó a situarse el jueves. Aunque el nivel actual de cotización es elevado para los estándares históricos, todavía está lejos de los 180 euros por MWh que alcanzó en diciembre.
A esto se le suma el alza del precio de la energía, lo que llevará a los europeos a tener que destinar más parte de su presupuesto a sus hogares, a costa del de sus vacaciones.
El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista subirá este sábado un 8,73% con respecto a este viernes (240,13 euros/MWh) y alcanzará los 261,11 euros por megavatio hora (MWh), tocando así un nuevo máximo en lo que va 2022, al calor del alza en el precio del gas natural tras el estallido de la guerra en Ucrania.
Los turistas rusos no visitan España y los americanos se muestran reticentes
El estallido del conflicto bélico en Ucrania podría afectar de forma importante al tráfico aéreo en Europa y reducir sensiblemente un mercado tan potente en el sector del turismo como el ruso. Por el momento, el ataque ordenado por el presidente ruso Vladimir Putin ya ha provocado el cierre de los espacios aéreos en torno a la zona del conflicto y puede condicionar mucho los flujos turísticos desde y hacia los países en guerra. España ha cancelado los seis vuelos que estaban programados para volar este viernes a Ucrania por el conflicto militar, según confirmaron a Europa Press fuentes del gestor aeroportuario Aena. Para este viernes había programados seis vuelos (tres salidas y tres llegadas) desde aeropuertos de la red de Aena con Ucrania (Kiev).
Según han detectado los hoteles de Barcelona, las restricciones de movilidad no están derivando en un aluvión de cancelaciones, pero sí en una ralentización de las reservas. Cataluña es la comunidad idónea para medir el impacto del conflicto en el sector turístico, ya que el mercado ruso realizó en 2019, antes de la pandemia, un 50% del total de las pernoctaciones hoteleras hechas por los extranjeros en esta comunidad. En declaraciones a Efe, el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, explica que, a las puertas del Mobile World Congress, los hoteles tampoco han recibido cancelaciones para este importante evento, pero advierte que la recuperación que ahora podría ser más lenta de los esperado.
De momento, los turistas rusos no están reservando en la ciudad, pero este año tampoco se esperaba su presencia en Cataluña debido a las limitaciones que tienen para viajar, principalmente porque la vacuna Sputnik no está homologada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una de las incógnitas será ver “cómo reaccionan los mercados lejanos”, como los americanos, que empezaban a volver a Barcelona, ya que, aunque la guerra está lejos, muchos son precavidos a la hora de viajar a un continente en el que hay un conflicto armado.
El sector se prepara para un nuevo golpe
El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, alertó esta semana de que la crisis geopolítica en Ucrania puede afectar a la evolución de la demanda turística intraeuropea y, muy en especial, a la rusa hacia España. “Cualquier sobrecoste energético probablemente lo van a tener que asumir las empresas contra sus márgenes porque no es un escenario, incluso aunque se calme, para subir precios, para no desincentivar a la demanda”, subrayó.
Por su parte, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) confía en que la temporada de verano registre resultados positivos, aunque la sensación de incertidumbre mundial podría llevar al consumidor a posponer sus decisiones de reservas de viaje para sus próximas vacaciones. El presidente de los hoteleros, Jorge Marichal, ha reconocido que la guerra en Ucrania “puede mermar” la recuperación turística al estar en una zona de Europa con países limítrofes que son mercados emisores para Canarias, caso de Polonia o Hungría. Además, este conflicto armado puede afectar también a destinos competidores del archipiélago como Grecia o Turquía.
✕
Accede a tu cuenta para comentar