Tecnología

La inteligencia artificial de Indra se alía con los guardabosques

El cambio climático incrementa el riesgo de sufrir megaincendios en todo el planeta

Un bosque en llamas con dos ciervos en primer plano
Un incendio forestal no controladoJohn McColganDominio público

Los agentes forestales españoles ya tienen un nuevo aliado para proteger los bosques: cada torre de vigilancia del sistema Faedo de Indra les permite controlar hasta 100.000 hectáreas, las 24 horas del día, los 365 días del año. Esta solución, basada en inteligencia artificial, podría reducir al mínimo el número de grandes incendios que asolan nuestro país cada verano.

De los miles de incidentes forestales que se registran en España cada año, los grandes incendios representan solo el 0,25%, pero calcinan casi la mitad de la superficie que se quema.

Indra está empleando inteligencia artificial para resolver este problema: «Nuestro objetivo es detectar conatos de fuego de forma temprana cuando la situación aún es manejable», informa desde la compañía.

El sistema Faedo utiliza torres de vigilancia dotadas de cámaras de imagen visible y térmica que operan de forma combinada con sensores meteorológicos. Cada una de ellas puede controlar un área de hasta 100.000 hectáreas (lo que equivale a unos 1.000 kilómetros cuadrados o 32 kilómetros a la redonda). Detectan la quema de rastrojos a más de 20 kilómetros de distancia en menos de tres minutos desde que se enciende el fuego, y ni tan siquiera necesitan tener visión directa: pueden distinguir finas columnas de humo y localizar conatos que se encuentren tras una colina o la línea de sierra.

Un sistema privilegiado

Pero lo que realmente distingue al sistema Faedo es su algoritmo y el uso que hace de la inteligencia artificial. Esta técnica es la que le permite procesar en tiempo casi real las imágenes que recibe de toda la red de torres y diferenciar cúmulos de nubes o niebla del humo. Discrimina también fuentes de calor de viviendas o vehículos de focos de fuego real. «Cuanto más se entrena, más inteligente se vuelve. Solo así se consigue reducir al mínimo las falsas alarmas y contar con una solución eficaz», destacan. En las pruebas realizadas en torres compartidas con humanos, el sistema ha demostrado estar a la altura de los vigilantes más experimentados, ayudándoles a detectar fuego con mayor rapidez y grado de acierto.

Para Indra, esta tecnología ha alcanzado un grado de madurez notable, que permite abordar su despliegue masivo en los bosques de todo el mundo. Llegar hasta aquí ha requerido años de intenso trabajo de Investigación y Desarrollo, con pruebas en emplazamientos reales en Extremadura, León o la sierra del Retín, en la provincia de Cádiz.

La compañía acaba de completar además el primer gran despliegue con la instalación de un sistema en Gran Canaria que cubre la vigilancia de dos tercios de la superficie de la isla, protegiendo varios parques naturales declarados reserva de la biosfera.

Una de las ventajas de un sistema de estas características es que siempre se mantiene alerta. Las estadísticas muestran que muchos incendios intencionados se producen en las últimas horas del día, en las que la vigilancia se reduce. También se producen incidentes en meses de inverno. La sola presencia de torres representa un importante factor disuasorio. En caso de detectar algún conato, Faedo calcula su ubicación y la transmite a los equipos de extinción. Los agentes ya no dependen de las llamadas de particulares, que en ocasiones aportan información confusa o contradictoria. «El sistema obtiene la posición exacta del foco, pero es que además lo detecta mucho antes de que sea visible para los ciudadanos. Se gana así un tiempo decisivo para la extinción», explican.

Un momento clave

El cambio climático está multiplicado el riesgo de sufrir megaincendios, más devastadores, como los que azotaron Portugal en 2017 o Australia en 2020. Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, este tipo de desastres serán cada vez más frecuentes, con un aumento previsto de hasta un 14% para 2030 y del 30% para finales de 2050. En Europa, la UE ha marcado como objetivo estratégico reforzar la resiliencia de las sociedades, preparándolas para contrarrestar los efectos del cambio climático.

Desde Indra señalan que la buena noticia es que la tecnología está avanzando a gran velocidad. El sistema Faedo desplegado en Gran Canaria está integrado, por ejemplo, con soluciones que analizan las condiciones meteorológicas de viento, humedad, temperatura y volumen de masa vegetal para determinar en qué dirección y a qué velocidad se podría extender el fuego y poder cortar su avance. Una mesa de simulación presenta la información sobre cartografía 3D y analiza qué ocurriría si cambiase cualquiera de las variables. «La integración del sistema Faedo de Indra con todas estas tecnologías ha convertido el sistema de Gran Canaria en el más avanzado en operación en Europa en este momento», apuntan desde la compañía.

Cámaras de detección más sofisticadas, de mayor calidad, alcance y resolución; drones para vigilar; la irrupción del internet de las cosas; la posibilidad de monitorizar la situación desde dentro del propio bosque; información recogida desde el espacio; hiperconectividad. Indra está trabajando ya en las soluciones de siguiente generación para proteger el medioambiente.