Opinión

Planas y Ribera negocian

Los cambios en el Plan Estratégico nacional de la PAC complicarán las tareas de los agricultores y el sector

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante la visita realizada esta semana a El Ejido (Almería) a la Estación Experimental "Las Palmerillas" de Cajamar
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante la visita realizada esta semana a El Ejido (Almería) a la Estación Experimental "Las Palmerillas" de CajamarCarlos BarbaAgencia EFE

Los equipos de los Ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica están negociando de forma muy discreta, bajo un manto de silencio y sin que el sector preste mucha atención a lo que sucede entre bambalinas, las adaptaciones que se deben introducir en el Plan Estratégico nacional de la PAC que ha solicitado la Comisión Europea. Hay que recordar, primero, que Luis Planas envió a Bruselas este documento sin consensuar con las comunidades autónomas y, segundo, que desde la capital comunitaria se ha solicitado a España y a otros Estados miembros que introduzcan medidas todavía más verdes. Y en eso están ahora los de Madrid. Un ejemplo tan solo: se van a introducir medidas con prácticas agronómicas y de laboreo muy concretas, que complicarán mucho las cosas a los agricultores y no solo a ellos, porque también se verán afectados, por ejemplo, los fabricantes de maquinaria y de aperos, ya que puede que algunos de estos instrumentos dejen de utilizarse, por lo menos durante unos cuantos años.

Vamos, que nos encaminamos a medidas más verdes, que dificultarán aumentar la producción, justo en unos momentos en los que esta última debería ser la prioridad. Y, además de un mayor componente verde, los beneficiarios de las ayudas y los obligados a cumplir con las normas de la PAC se encontrarán también con más complicaciones desde el punto de vista burocrático, el agronómico y en todo lo relativo al manejo de los animales. Ósea que aquello que nos habían vendido de que la nueva PAC iba a ser más sencilla y se simplificaría, ha pasado a mejor vida. Y, todo lo anterior está sucediendo, insisto, en medio de una gran discreción y con el sector despistado. Eso sí, cuando llegue el momento de aplicar esas medidas y haya más dificultades para labrar una tierra, por ejemplo, los agricultores y ganaderos se echarán las manos a la cabeza y ya no habrá solución. Ahí queda el aviso: Planas, Ribera y sus equipos están haciendo de las suyas, sin que se preste la debida atención por parte del sector. Luego llegarán los lamentos y las críticas, pero ya será demasiado tarde.