Negociación

Ofensiva sindical: conflictos laborales, cláusulas de revisión salarial y rechazo de cualquier convenio por debajo del 3,5%

Los sindicatos instruyen a sus negociadores para endurecer las negociaciones con la patronal. Amenazan con movilizaciones y con un proceso de enfrentamiento social si no se garantiza una subida de sueldos acorde a la inflación

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez (i), y el secretario general de CCOO, Unai Sordo (d), durante el encuentro con los negociadores de los convenios
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez (i), y el secretario general de CCOO, Unai Sordo (d), durante el encuentro con los negociadores de los conveniosJuan BarbosaEuropa Press

Posiciones duras de partida y topes mínimos sobre los que apenas darán posibilidad de negociación. Esta será a partir de ahora la política de pactos salariales que afrontarán los representantes sindicales, que la semana pasada fueron instruidos en una nueva estrategia para afrontar las mesas negociadoras bloqueadas o en conflicto, en las que los sindicatos tendrán como punto de partida una subida salarial de al menos el 3,5% para 2022, un aumento de la conflictividad laboral para aumentar la presión sobre la patronal y la exigencia de introducir las cláusulas de revisión salarial, ya rechazadas de antemano por los representantes empresariales, que exigen un pacto de rentas. La CEOE ya ha mostrado su disposición a valorar una subida salarial del 3,5% para 2022, pero está plantada en el caso de las cláusulas de revisión. “Es innegociable”, inciden fuentes de la patronal, que recuerdan que “no vamos a aceptar ningún chantaje”.

La mesa de negociación del Acuerdo Interconfederal para el Empleo y Negociación Colectiva (AENC) entre patronal y sindicatos está paralizada desde hace más de un mes por el alejamiento de posturas y por las «exigencias inviables» de los sindicatos, recuerdan fuentes de la CEOE, porque suponen «una trampa» que lleva a indexar el incremento salarial con el IPC y “abre la puerta a que se aplique de manera automática anualmente”. Advierten los empresarios que eso “contribuiría al aumento incontrolado de la inflación de segunda vuelta, como ya han prevenido instituciones como el Banco de España o la AIReF.

La oferta rechazada de los sindicatos recogía una subida del 3,5% para 2022 y una recomendación del 2,5% para 2023, con una parte variable con la evolución del IPC de 2022 hasta llegar a un mínimo del 3%, un esquema que se repetiría para 2024, con un alza del 2% y un variable en función de la inflación de 2022 y 2023 con un mínimo del 2,25%. Para 2025, el esquema vincularía el alza al dato de inflación de diciembre de 2024 más un 0,25% adicional.

Ante esta situación de bloqueo, los sindicatos han decidido cambiar de estrategia para elevar la presión ante los empresarios y forzarles a firmar un acuerdo general. Así, las direcciones de UGT y CC OO reunieron la semana pasada a 1.500 sindicalistas participantes en las distintas mesas sectoriales para instruirles en la estrategia sindical ante los convenios colectivos, que pasa por plantarse en una subida salarial del 3,5% -con la orden de no moverse por debajo de esa cifra-, la amenaza de tensionar al máximo las relaciones laborales entre plantilla y dirección, y la inclusión de la controvertida cláusula de revisión salarial que garantice que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo por culpa de la inflación, punto que es el principal responsable de la negativa empresarial y que los sindicatos ven “imprescindible para firmar”.

Los sindicatos prometieron “tensionar” las mesas de negociación en las empresas tras el fracaso de la negociación de la AENC y este es el primero de los capítulos que pondrán en marcha ante el bloqueo de la patronal. Y lo hicieron en un acto público bajo el lema “Salarios o conflictos”, en el que participaron los dos secretarios generales, el de CC OO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez. Ambos líderes sindicales volvieron a defender la necesidad de subir los salarios en relación con la escalada de la inflación, que en el dato adelantado de mayo por el INE la situó en el 8,7%, con la inflación subyacente en el 4,8%.

Según datos oficiales del Ministerio de Trabajo, los salarios pactados en convenio subieron de media un 2,42% hasta abril -el último mes registrado-, por encima de lo registrado en 2021 (+1,47%), pero lejos del IPC de mayo, del objetivo marcado por los sindicatos (3,5%) e incluso del 3,6% de incremento acordado en la última subida del salario mínimo interprofesional (SMI).

Tanto Sordo como Álvarez, presentaron sin ambages ante sus fieles su estrategia para los próximos meses, con un incremento de la conflictividad laboral si la CEOE no accede a sentarse a negociar. Además de los tres puntos principales citados anteriormente, también exigen que se replantee el debate sobre el pacto de rentas que, según ellos, no debe reducirse únicamente a temas salariales sino que “debe incluir otras medidas en ámbitos como el fiscal, el energético o el de vivienda para repartir los costes de la actual crisis”.

El secretario general de CC OO, cargó contras “las empresas que están aprovechando la inflación para mejorar sus excedentes”, algo que está suponiendo, según Sordo, que las compañías estén consiguiendo “beneficios extraordinarios”. También hizo hecho un llamamiento al Gobierno, porque una devaluación salarial “afectaría al conjunto del cuadro macroeconómico del país”, y exigió que si el coste de la crisis no se reparte vía salarios lo haga a través de una mayor presión fiscal.

El secretario general de UGT, ahondó en la misma posición e insistió en la importancia de incluir en el acuerdo una cláusula de revisión salarial que “garantice no perder poder adquisitivo”. Según Álvarez, la subida salarial “se va a producir”, ya sea “con una negociación tranquila o en un proceso de más conflicto social”, y ha recordado que en sectores como el de la construcción el acuerdo en materia salarial ya es una realidad.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha preferido mantenerse en una posición intermedia y conciliadora y pidió un acuerdo que proporcione “un marco de certidumbre” para “anclar las expectativas de inflación”. Con todo, lamentó que “hasta el momento no se ha llegado” a un pacto a nivel global entre sindicatos y patronal, si bien “hay acuerdos de negociación colectiva sectoriales o de las distintas empresas”. En cualquier caso, la vicepresidenta cree que en España “no se ve lo que se conoce como efectos de segunda ronda o riesgos de espiral inflacionista”, como sí ocurrió “en otros momentos” de la historia y que “es de interés evitar”.