Análisis
¿Quién es el culpable de que la inflación no dé tregua?
Es muy preocupante que se mantenga elevada con las materias primas cayendo, ahora además que se acerca el invierno. Calviño dijo en abril que habíamos alcanzado el pico: «No creo que lleguemos al 10%»
Los datos de inflación de Europa son muy malos, pero los de España de agosto son especialmente preocupantes. Según el INE, el indicador adelantado del IPC se queda en el 10,4% en agosto, solo cuatro décimas por debajo del registrado en julio. Es peor, la inflación subyacente aumenta tres décimas, hasta el 6,4%, y se sitúa en el nivel más alto desde 1993. Recordemos que en abril Calviño dijo «hemos alcanzado el pico de inflación, no creo que lleguemos al 10%» y «no hay espiral inflacionista». ¿Por qué son los datos tan preocupantes?
Por un lado, porque las materias primas llevan corrigiendo desde marzo. El índice de materias primas de Bloomberg ha caído un 10,5% desde los máximos alcanzados en marzo y el índice de coste de fletes marítimos está en negativo en el año. Es muy preocupante que la inflación se mantenga elevada con las materias primas cayendo, porque se acerca el invierno y un plan de estímulo en China que podría llevar a un rebote importante.
Más euros por un petróleo más barato
Por otro lado, la debilidad estructural del euro hace que las importaciones se encarezcan. En los últimos seis meses el petróleo ha caído un 5% en dólares, pero ha subido casi un 6% en euros. Europa no se ha beneficiado en nada de la corrección de algunas materias primas energéticas. Es similar con las materias primas industriales, que no han caído casi comparado con su precio en dólares.
Sobre todo es preocupante porque la inflación subyacente –excluyendo alimentos y energía– se ha disparado a niveles no vistos desde 1993. Somos mucho más pobres y además la inflación en España, total y subyacente, es significativamente mayor a la de las economías comparables.
Muchos culpan de la inflación a la energía o incluso a las empresas, pero esas son consecuencias, no causas. El aumento de los precios siempre se debe a que se crean más unidades monetarias que la demanda y se destinan a activos relativamente escasos.
Uno o dos precios pueden subir de forma abrupta debido a causas exógenas. Una guerra puede provocar un aumento de precios de energía, pero no un aumento generalizado y al unísono de todos los precios. Además, la inflación ya estaba subiendo a máximos de varios años antes de que la invasión de Ucrania fuera un rumor.
Las empresas y comerciantes no lideran los precios, comercian con ellos. Si un comerciante sube precios sin justificación siempre va a haber miles dispuestos a ofrecer el mismo producto a precio más asequible. Además, las empresas no dictan el precio marginal de un bien o servicio. Existen numerosos informes de la CFTC que demuestran que la «especulación» no afecta a los precios de las materias primas a medio plazo. Entre 2013 y 2019, los precios de las materias primas no aumentaron. ¿Por qué? Porque el crecimiento de la cantidad de moneda no superaba la demanda real.
Diferencia por países
El petróleo y el gas han aumentado por igual en todas partes, pero la inflación del índice de precios al consumidor (IPC) es muy diferente en la zona del euro y en Estados Unidos en comparación con países donde las importaciones de energía son mucho más elevadas, como Japón y Corea. ¿Por qué la inflación del IPC es mucho más alta en la zona del euro y EE UU en relación con Suiza o los países asiáticos? Mucha más impresión de moneda.
Los que achacan toda la inflación a la guerra y las materias primas continúan ignorando los aumentos masivos de precios en vivienda y bienes no reemplazables previos a la invasión. El índice de precios de los alimentos de las Naciones Unidas y la FAO ya alcanzó máximos históricos incluso antes de la crisis del covid. Algunos culparán a las empresas, a la guerra, a los salarios o a cualquier cosa excepto al elefante en la habitación. La destrucción del poder adquisitivo de la moneda es una de las causas principales del aumento de precios generalizado. Más consumo de nuevas unidades de moneda, mayor inflación.
El principal objetivo del intervencionismo es convencerle a usted de que la inflación es culpa de cualquier cosa excepto del exceso fiscal y monetario de los gobiernos. La correlación entre aumento de masa monetaria e IPC es evidente. Como ejemplo, la correlación entre IPC y velocidad del dinero es muy baja, entre 1967 y 2019, dicha correlación (CPI inflation vs M2 velocity) es de 0,0516, insignificante económicamente. Sin embargo, la relación entre IPC y masa monetaria (aumento de M3) es 0,98 considerando, como se debe hacer, el factor decalaje entre aumento de masa monetaria y aumento de precios (fuente Chris Rutherglen, Constantin Gurdgiev, Warren Weber, Brian Westbury). Lo más triste es que lo que nos proponen los intervencionistas como solución sea gastar todavía más y consumir más unidades de moneda.
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