Pallete: “El metaverso no es una frikada y España tiene las capas para liderarlo”

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha destacado hoy las posibilidades que tiene España para liderar la nueva revolución tecnológica, que la convierten en un jugador crucial en el el mundo del metaverso. En el marco del XXI Congreso de Directivos CEDE, que se celebra en Bilbao y que ha contado con la presencia de Su Majestad el Rey, Pallete ha señalado que España “no puede dejar pasar una revolución sin precedentes” como la del metaverso, que ya está monetizado (tokenización) este mundo al otorgar valor digital a los activos. “El metaverso va a generar muchísimo valor. Tendremos una identidad en el mundo real y otra en el metaverso y habrá empresas en el metaverso, pero ¿quién creará el dinero o los DNI en el metaverso?”, se ha preguntado.

En este sentido, ha subrayado que Europa debe aprovechar sus altas capacidades. “No es una frikada, habrá un superordenador en la nube y en la tierra, y España está especialmente capacitada. Tenemos las capas del metaverso”. Por eso, ha asegurado que aunque los últimos 40 años “han sido los mejores en la historia de España tenemos la responsabilidad de dejar un mundo mejor a las generaciones futuras” por lo que ha pedido “un nuevo contrato social”, como el que surgió de la Revolución Francesa, con “derechos y obligaciones para las personas y las máquinas”.

Pallete ha afirmado que la humanidad “nunca ha vivido un cambio como el actual”. “A principios del año, quién nos iba a decir que Brasil iba a tener una inflación menor a la de EE UU. No es una era de cambios sino un cambio de era”, ha proseguido.

“Nunca hemos vivido una concentración de avances tan grande. Hablamos de cuatro veces el cambio vivido en la revolución industrial” donde una familia de cuatro miembros genera 2.500 millones de gigabites al día, con un valor equivalente a entre 20.000 y 46.000 dólares anuales.

Ante estos avances meteóricos, Pallete ha pedido enfrentar también los retos, como el de la veracidad y las noticias falsas, los sesgos introducidos en la inteligencia artificial o el hecho de que, por ejemplo, aceptemos que una Inteligencia Artificial “lea nuestros correos cuando no permitiríamos a un cartero que leyera nuestra correspondencia”.