¿Las empresas sostenibles pueden ser rentables? La respuesta a esta pregunta, que buscan hoy día y con especial afán los directivos de muchas compañías de nuestro país, siempre la tuvo clara Joan Álvarez, (San Cugat del Vallés, Barcelona,1991), consejero delegado de Hannun, la marca internacional de muebles y artículos de decoración del hogar sostenibles y artesanales. “Desde el principio decidimos que nuestro propósito es acabar con el “fast furniture”, hacerlo fabricando muebles que impacten lo mínimo en el medio ambiente y usando solo procesos sostenibles”, dice. Los datos avalan que esta apuesta ha tenido premio en forma de rentabilidad: las ventas han pasado de los 300.000 euros de 2018 a superar los 4 millones en 2021 y los ingresos han crecido un 70% en los primeros seis meses de este año.
Una muestra de su éxito puede verse desde ayer en la tienda que UNIQLO inauguró en la Gran Vía madrileña, donde Hannun expone una parte representativa de su catálogo, gracias al acuerdo que han cerrado con la multinacional japonesa.
Hannun es una empresa sostenible y rentable. ¿Cómo han logrado aunar con éxito ambos conceptos?
En Hannun siempre tuvimos claro desde el principio que nuestra filosofía, nuestro propósito, es acabar con el “fast furniture”, hacerlo fabricando muebles que impacten lo mínimo en el medio ambiente, tanto en su producción como en el final de su vida útil, y usando solamente productos y procesos sostenibles. Junto a esta idea, que es la propuesta de valor que nos diferencia del resto de nuestros competidores, también teníamos claro que somos una empresa y que queremos generar ingresos, ganar dinero y ser rentables para impulsar y fortalecer precisamente esa estrategia.
Póngame un ejemplo de cómo se hacen las cosas desde un punto de vista sostenible en Hannun.
Nuestro producto se hace bajo demanda con materiales certificados como sostenibles, reciclados y sin agentes tóxicos o contaminantes. Lo fabrica nuestra red de artesanos siguiendo una producción tradicional y sin apenas uso de maquinaria industrial. Como consecuencia de lo anterior tenemos unos niveles de stock que no llegan al 10% de las ventas. Todo esto impacta en nuestra cadena general de suministro, con plazos de entrega inferiores a los diez días y minimizando nuestra huella de carbono. Esto alcanza igualmente al reparto de la última milla, ya que en algunas ciudades proponemos a nuestros clientes escoger la entrega usando vehículos eléctricos. Esta manera de organizarnos se traduce en unos datos económicos positivos que han acompañado a Hannun desde 2018 y que nos animan a seguir profundizando en esta dirección.
¿Cuáles son esos datos?
Hemos pasado de unas ventas netas de poco más de 300.000 euros cuando empezamos en 2018 a superar los 4 millones en 2021. Es como le decía antes, un viaje que hemos hecho de manera paralela con esa filosofía sostenible que tan bien nos define y que se apoya en vender productos de origen sostenible elaborados a mano por artesanos locales con los que establecemos contratos de comercio justo. Somos una empresa B Corp, es decir, certificada en construir una economía más sostenible e inclusiva para todas las personas y el planeta. Además estamos certificados por los principales sellos, como PEFC, FSC o PETA.
¿Y en lo que llevamos de 2022?
Los ingresos se han incrementado en un 70% en el primer semestre de 2022 respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 2,9 millones de euros.
¿Dónde crecen más, en el mercado nacional o en el internacional?
El impulso que está detrás de este crecimiento procede fundamentalmente del mercado internacional. De hecho, el pasado mes de julio hemos logrado por primera vez superar el 50% de las ventas a nivel internacional. Esto ha sido posible gracias sobre todo a Francia, Alemania e Italia, tres países que concentran ya el 35% de nuestros ingresos.
¿Cómo van a seguir profundizando en esta internacionalización?
Queremos aumentar la cuota de nuestra producción internacional en la Unión Europea durante 2022, con preferencia por Polonia y Hungría.
¿Qué otros aspectos destacaría en su estrategia de crecimiento?
Para este 2022 tenemos otros dos objetivos. Uno es continuar incrementando la oferta hasta llegar a cerca de 2.000 referencias únicas a finales de año, ampliando sus verticales de consumibles y textil. Y dos, innovar y desarrollar nuevos productos y materiales más comprometidos con el medio ambiente, con una apuesta decidida por los materiales reciclados y recuperados.
¿Cuáles son sus principales canales de venta?
Contamos con tres canales de venta. El B2C fue el primero que abrimos en 2020 y absorbía el 100% de las ventas a través de nuestra plataforma de comercio electrónico en la web. En la actualidad tenemos 70.000 clientes en este apartado. Después, en 2021 iniciamos también la comercialización de nuestros artículos a través de la venta directa a profesionales como interioristas, arquitectos o decoradores y clientes finales empresas, como hoteles, restaurantes y comercios, que supuso ya un 6% de las ventas en ese año. Este segmento de B2B lo vamos a reforzar con la entrada en el retail y lo hemos hecho de la mano de UNIQLO y de su nueva tienda en la Gran Vía de Madrid. Los muebles de Hannun reflejan perfectamente la filosofía LifeWear de la cadena japonesa con sus muebles sencillos y funcionales, elaborados bajo un modelo respetuoso y sostenible con el medio ambiente y la sociedad. El tercero y último es llevar nuestros productos mediante nuestra presencia en los marketplaces dedicados a la venta de diversas marcas. Son La Redoute, con quien ya se ha suscrito un acuerdo de colaboración, o Amazon, con el que se obtuvieron un 2% de las ventas en 2021, y otros como Cdiscount, Manomano, Maisons du monde, o Allegro.
¿El crecimiento de Hannun vendrá a través de otro tipo de operaciones como la compra de otras compañías?
Es una opción que no descartamos, sobre todo después de incorporarnos el pasado mes de junio como empresa cotizada en el BME Growth. Pero siempre con el propósito de ganar nuevos mercados, hacerse con productos innovadores, captar talento o entrar en nuevos canales