Casi medio sueldo para comprar vivienda en Madrid, Barcelona o San Sebastián

Comprar una vivienda se ha vuelto mucho más complicado en los últimos meses. Las subidas de tipos aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE) en julio y septiembre para contener la inflación han disparado los costes de financiación. Y en un contexto en el que, además, los salarios no pueden seguir el ritmo vertiginoso de subida de los precios, el esfuerzo a realizar por algunas familias para comprar casa se está volviendo titánico. En especial, en algunas de las principales ciudades españolas, en las que ya es casi necesario destinar el 50% de los ingresos a pagar la hipoteca.

Según el último análisis realizado por idealista, el encarecimiento de la financiación ha provocado que las familias tengan que dedicar el 23,5% de los ingresos familiares para la compra de la vivienda, frente al 20,1% que necesitaban hace un año. Un incremento que, según advierte el portal inmobiliario, se ha dado en todas las provincias y capitales españolas.

La tasa de esfuerzo mide el peso de la vivienda sobre el poder adquisitivo del hogar. En el caso de la compraventa, se calcula como la cuota anual de los ingresos netos del hogar que se destina al pago de una hipoteca “típica”, en el sentido que viene estipulada con características medias en términos de duración y tipo de interés. Idealista obtiene los valores de compraventa directamente de sus datos. Para la renta neta familiar, a falta de un dato oficial actualizado para cada ciudad, el portal usa su batería de modelos de aprendizaje automático que combinan la información de varias métricas socioeconómicas provenientes de diferentes fuentes como la renta media por hogar a nivel municipal del Atlas de Distribución de Renta de los Hogares del INE o la renta media por hogar a nivel nacional y por comunidad autónoma de la Encuesta de Condiciones de Vida también del instituto de estadística.

Más allá de lo prudente

Analizados estos datos, idealista concluye que cuatro capitales exigen un esfuerzo superior al tercio de los ingresos para comprar una vivienda. En Barcelona (49,7%) es necesaria casi la mitad de la renta familiar para abordar la hipoteca analizada después de que en solo un año el esfuerzo haya aumentado en más de 14 puntos porcentuales. Otro tanto de lo mismo sucede en San Sebastián (46,8%, cuando el pasado año era del 38,7%), mientras que en Madrid (41,3% frente al 32,5% de 2021) y Bilbao (37,3% frente al 31,5% del pasado ejercicio) la tasa también supera con creces el tercio de ingresos familiares. También por encima del 30% se sitúan Palma de Mallorca (33,3%), Cádiz (31,9%) y Vitoria (30,3%). Rozándolo, Ceuta (29,7%), Málaga (27,8%) y Pamplona (27,8%).

Que la tasa de esfuerzo se acerque o rebase el 30% en un buen puñado de las principales ciudades españolas no es una buena noticia. El Banco de España recomienda que los ingresos destinados a endeudamiento no superen el 30%, incluyendo en esta variable lo destinado a la hipoteca u otro tipo de créditos. El regulador considera que sobrepasar ese límite entraña riesgos para las finanzas familiares de cara a poderse hacer cargo del pago de la deuda. Y el crecimiento registrado en solo un año ha sido también notable también en otras ciudades como Valencia (del 21% al 26%) o Sevilla (del 21,5% al 26,1%) que, de esta manera, se acercan a esa línea roja trazada por el regulador financiero. De hecho, en la capital de provincia en la que menos se ha notado el incremento, Badajoz, la tasa ha aumentado en 1,5 puntos, hasta alcanzar el 18,5% de los ingresos.