Sabadell carga contra el tributo especial a la banca: “Pagar más impuestos que lo ganas es una anormalidad”

“La presión fiscal sobre la banca es desproporcionada. Pagar muchos más impuestos que lo que se gana es una anormalidad, que lo único que hace es incrementarse con el nuevo impuesto, lo que dificulta el crecimiento de la economía y la solvencia de la banca. Y además, puede complicar, la posibilidad de ofrecer crédito”. Con esta contundencia valoró el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, el nuevo impuesto a la banca que se tramita actualmente en el Congreso “y que es casi seguro que salga adelante”, reconoció.

Aunque admitió que al Gobierno “hay que reconocerle que tomó unas medidas eficaces para hacer frente a la pandemia, como los ERTE o los ICO, sin los cuales ahora estaríamos en una situación muy diferente y muy negativa”, también cargó con los últimos pasos dados en materia fiscal, principalmente con ese impuesto especial, del que González-Bueno reclama que “al menos tenga neutralidad, ya que fuera del sector y en el resto de la industria no la tiene ni quieren que se tenga. Por ello, se produce un agravio comparativo y de competencia, porque el impuesto debe afectar a todos los actores financieros que operan en nuestro país, no solo a unos pocos. Otra cosa iría en contra de la igualdad de condiciones y de competencia”. Según incidió el director financiero, Leopoldo Alvear, Sabadell “cotiza un 40% del valor tangible de la entidad, eso algo que hay que tener en cuenta cuando se toma una medida de este tipo”.

González-Bueno ha hecho estas declaraciones durante la presentación de los resultados obtenidos por su entidad en el tercer trimestre, cuando ganó 709 millones de enero a septiembre, lo que supone casi duplicar los 370 millones de euros que obtuvo en el mismo periodo del año anterior, prácticamente un 92% más. Para el CEO de Sabadell, “estos son unos buenos resultados”, gracias a la “buena gestión” realizada ya que “no se ha producido una caída de la actividad ni en septiembre ni en octubre, cuando se esperaba un bajón, por lo que no prevemos una bajada fuerte de la actividad económica y proyectamos un buen resultado a final de año”. Es más, al contrario de lo previsto por la Airef esta semana, “no vemos recesión ni este año ni el que viene”.

Tampoco ve un aumento significativo de la morosidad ni problemas de impagos en el corto plazo, por lo que ha restado importancia a la posibilidad de que aumente de forma significativa el riesgo de problemas en las hipotecas por la subida de tipos. “Cuando un cliente no puede pagar lo que hay que hacer es ayudarle, así que no creemos que el número de hipotecas en riesgo en España sea significativo” porque durante los últimos años el 75% de la nueva producción hipotecaria es a tipo fijo, por lo que “no están sufriendo los aumentos”. Aún así, reconoció que “es evidente que los clientes con dificultades por las subidas de tipo tendrán un impacto negativo, pero ese porcentaje en nuestra cartera es muy bajo”.

González-Bueno, ha planteado la posibilidad de que las medidas que se pacten entre las asociaciones bancarias y el Gobierno para deudores financieros vulnerables ante las subidas de tipos de interés sean “transitorias” y no permanentes y que, por tanto, queden fuera del Código de Buenas Prácticas para la reestructuración de deuda. “Si algo sobra es regulación”, ha dicho, “hay que dejar funcionar a los mercados”.

Según las cifras aportadas por la entidad, el 55% de la cartera, incluyendo el negocio de Reino Unido, son hipotecas, pero el CEO ha recordado que “lleva un tiempo repreciarlas”, aunque el banco espera que las hipotecas se repreciarán con un euríbor de entorno al 2,5% o 2,6%, que incluso será “mucho más positivo” en 2023. De momento, los préstamos hipotecarios revisados en octubre lo han hecho con el euríbor mensual de agosto, cuando este indicador se situó en el 1,249%. “Lo anormal es tener tipos negativos”, ha puntualizado Alvear.

En el lado del pasivo, el consejero delegado ha señalado que el banco observa una estabilidad en la oferta de los depósitos, una situación que se produciría por la cantidad de liquidez que atesoran las entidades. González-Bueno rechazó que vaya a haber “una guerra de pasivo entre las entidades. No estamos en eso”.