Fracaso

Plan Moves II: 100 millones en ayudas que no han servido para que se venda ni un coche eléctrico más

Un análisis del Banco de España asegura que las subvenciones apenas estimularon un 1% las operaciones en cinco autonomías. En el resto, su efecto fue nulo

Imagen de recurso de un coche eléctrico en proceso de carga
Imagen de recurso de un coche eléctrico en proceso de cargaUnsplash

Cien millones de euros que apenas han servido para estimular las ventas de coches eléctricos. Ese ha sido el efecto que habría tenido la segunda fase del denominado Plan Moves, el programa de incentivos monetarios a la compra de vehículos eléctricos puesto en marcha por el Gobierno, según las conclusiones del artículo analítico “Heterogeneidad en el impacto del programa de incentivos a la adquisición de vehículos eléctricos en España” publicado por el Banco de España.

El Moves es el plan de ayudas lanzado por el Ejecutivo para estimular la venta de vehículos eléctricos. El importe de la ayuda depende del tipo de vehículo, de su autonomía y del tipo de propietario (persona física, pyme o gran empresa) y ha ido variando en las sucesivas ediciones del programa, que se puso en marcha en el año 2019. La segunda fase, que es objeto de análisis del Banco de España, se implementó en junio de 2020 y estuvo vigente durante un año a partir de la fecha de publicación de las correspondientes convocatorias de cada comunidad autónoma. El plan contó con un presupuesto de 100 millones de euros y se modificaron ciertos requisitos de la primera edición para conseguir una mejor utilización de los fondos del programa. Pero estos cambios no fueron suficientes para estimular la demanda y que algunos de aquellos compradores que no tuviera pensado adquirir un vehículo eléctrico cambiasen de idea y se decantase por uno sin emisiones.

Según concluye el documento, a la luz de los resultados del análisis de las matriculaciones de vehículos, el programa apenas habría incrementado de media al menos un punto porcentual el porcentaje de matriculaciones nuevas de vehículos eléctricos en Asturias, Madrid, Navarra, Baleares y en el promedio de las provincias de Cataluña desde su puesta en marcha hasta diciembre de 2020. En el resto de las comunidades autónomas, añaden los autores del análisis, “no se puede descartar que el impacto medio de sus provincias fuera estadísticamente nulo”.

Motivos

A la hora de buscar los motivos de este comportamiento, incluidos los dispares efectos de las ayudas por territorios, los autores reconocen no disponer de información suficiente como para poder analizar por qué existen estas diferencias entre provincias de distintas comunidades. Sospechan, pero no lo pueden corroborar, que podría tener que ver con los niveles de renta y la escasez de puntos de recarga que hay en España. “Sería interesante averiguar en qué medida tienen que ver con diferencias en la renta per cápita de las regiones o con un mayor número de puntos de recarga de vehículos eléctricos de algunas de ellas, como se ha observado en otros estudios”, argumenta el estudio.

Pero aunque no tengan suficientes elementos para afirmar que estos dos motivos son los que explican las diferencias, los autores del análisis sí que advierten de que, según algunas métricas, “España no estaría bien posicionada entre los países de su entorno en términos de infraestructuras de recarga de acceso público, factor que, de acuerdo con la literatura mencionada, podría suponer un freno a la eficacia de programas como el Moves III″. Esta fase, que se implantó en abril, estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023 y cuenta con un presupuesto de 400 millones de euros, que podría ser ampliado si existiese dotación presupuestaria para los objetivos del programa.

El estudio también asegura que sería interesante disponer de información sobre los precios relativos de los vehículos elegibles y no elegibles, y sobre su evolución antes y después del programa. “Esta información permitiría analizar en qué medida el precio de los vehículos elegibles aumentó de forma relativa respecto a los no elegibles y, por tanto, en qué medida los consumidores se beneficiaron de forma efectiva de la subvención correspondiente”, añade.