Hacienda

La exigencias de sus socios de Gobierno y de la UE reducen en 400 millones la recaudación del impuesto a las energéticas

La exclusión de los beneficios del negocio regulado y en el exterior de las compañías españolas rebajan la estimación de recaudación un 10% gracias a PNV, PDeCAT y la Comisión Europea

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al término de la última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del Congreso
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al término de la última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del CongresoKiko HuescaAgencia EFE

400 millones de euros. Ese es el recorte que estima el Ministerio de Hacienda sobre su previsión inicial de ingresos por el nuevo impuesto a energéticas en los ejercicios 2023 y 2024 por la incorporación y aprobación de las enmiendas a la proposición de ley en la tramitación parlamentaria de sus socios parlamentarios, PNV y PDeCAT, y por la aplicación de las propias resoluciones dictaminadas por la Comisión Europea, que han suavizado el impacto de este tributo en un 10% gracias a la exclusión de la actividad regulada y a la facturación de sus negocios en otros países. El impuesto extraordinario grava con un 1,2% la facturación de las empresas energéticas que en 2019 ingresaron más de 1.000 millones.

Tras la aprobación ayer en del Congreso de los Diputados de la proposición de ley que incluye los impuestos a las energéticas, la banca y grandes fortunas, ha sido hoy la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la que ha reconocido esa rebaja y, por tanto, la previsión de recaudación real que maneja su departamento se quedará en 3.600 millones de euros durante los dos próximos años. Este recorte se debe, básicamente, a que algunos ámbitos de negocio de estas compañías han quedado excluidos del alcance del impuesto, como el importe neto de la cifra de negocio correspondiente a las actividades reguladas, es decir, que solo se aplicará e gravamen sobre la actividad que las empresas desarrollen en España, con lo que se evitaría el peligro de la doble imposición. “No es un triunfo del lobby de las energéticas. Creo que no somos sospechosos justamente de tener que sucumbir a ningún tipo de lobby”, ha enfatizado la titular de Hacienda en la cadena Ser.

La proposición de ley que incluye los tres nuevos impuestos -energéticas, banca y grandes fortunas- fue respaldada por los 186 diputados del PSOE, Unidas Podemos, ERC, Bildu, Junts, Más País-Equo, Compromís, CC, la CUP y BNG. Los 152 en contra se los apuntaron los diputados del PP, Vox, Ciudadanos, Navarra Suma y Foro Asturias, y los 10 del PNV y PDeCAT se abstuvieron en una votación pública por llamamiento, pedida por Más País y Compromís, que obligó los diputados a votar de viva voz y en pie.

Respecto al nuevo impuesto temporal a la banca, Montero se ha reafirmado en que obviarán las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE) y seguirán adelante con su aplicación porque “en ningún momento se nos ha pedido la paralización de la puesta en marcha de este nuevo tributo. El BCE nunca dijo que el impuesto no se no se contemplara. Lo que sí advirtió es de lo que se debía tener alerta sobre los intereses de las entidades financieras”.