Economía

La UE propone un “club” de materias primas con EE UU, Reino Unido y Canadá para hacer frente a la dependencia china

La Comisión Europea presentará un plan de inversión en industrias limpias y la relajación temporal de las ayudas de Estado para hacer frente a los subsidios “verdes” estadounidenses

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der LeyenMarkus SchreiberAgencia AP

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha comparecido este lunes ante el Foro Económico de Davos en un momento especialmente crítico. Mientras países como China tientan a las empresas europeas con energía barata y subsidios para promover la deslocalización, EE UU también parece actuar por su cuenta, sin contar con los socios europeos, y ha puesto en marcha un plan para luchar contra la inflación (IRA por su siglas en inglés) que también discrimina a las empresas comunitarias que invierten en tecnologías verdes. Consciente de que una guerra comercial con EE UU tan sólo perjudicaría a las dos partes, Von der Leyen ha propuesto un paquete europeo propio que, además, frene la dependencia casi total frente a las materias primas chinas indispensables para la lucha contra el cambio climático.

Dentro de la mano tendida a otras potencias, la política alemana ha abogado por establecer un un “club de materias primas críticas” entre la UE y países como EEUU, Reino Unido o Canadá para contrarrestar esta situación de cuasi monopolio por parte de Pekín ,ya que la UE depende al 98% del gigante asiático cuando hablamos de materias críticas raras indispensables para el desarrollo de las tecnologías limpias.

Ante el peligro de deslocalización europea, Von der Leyen ha propuesto seguir actuando en dos ejes. Por una parte, la Comisión Europea va a promover la relajación temporal de las ayudas de Estado para que los países europeos puedan inyectar dinero público a sus empresas sin cortapisas. A su vez, la alemana es consciente de que esto beneficia a Alemania y Francia, pero pone en un brete a las economías menos potentes y endeudadas y puede ahondar aún más las disparidades dentro del mercado único ya vigentes. Por eso, ha insistido en su idea de proponer un fondo soberano con dinero común europeo, si bien no ha dado detalles sobre su cuantía. Una idea que pone de uñas a los halcones, partidarias de la ortodoxia presupuestaria y que es acogida con reticencias por otros Estados, entre ello España. Nuestro país, si bien siempre se ha caracterizado por su postura a favor de este tipo de instrumentos, prefiere ahora centrar los esfuerzos en el despliegue de las ayudas post- pandemia del instrumento Next Generation EU .

En tercer lugar, Bruselas quiere desarrollar las “habilidades” de los trabajadores para afrontar los cambios tecnológicos y como cuarta prioridad la presidenta de la Comisión Europea aboga por “facilitar el comercio abierto y justo para el beneficio de todos”. En este sentido, ha defendido la necesidad de seguir negociando acuerdo comerciales y “reiniciar” las conversaciones con Mercosur, una máxima prioridad para España.