El 85% de los productos básicos son más caros que hace un año

La cesta de la compra no tiene techo en sus precios y su encarecimiento se sitúa en torno a un 30% en los dos últimos años. Llenar la nevera supone un reto para la mayoría de los hogares, y un suplicio para los que no llegan a fin de mes, que cada vez son más. Pese a la reducción del IVA de algunos productos y los mensajes del Gobierno intentando restar importancia a la cuestión, el precio de los alimentos apenas da tregua y continúa por las nubes, ahogando las economías domésticas, sobre todo en estas fechas de gastos caseros.

El IPC de los alimentos de hace justo dos años –noviembre de 2021– marcaba un 3,3%, para apretar el acelerador hasta marzo de 2022, cuando alcanzó el pico del 16,5%. El mes pasado cerró con el 9,9% el mes pasado, lo que ha provocado esa subida acumulada por encima del 30%. Subida sobre subida, pese a la moderación vivida desde el verano.

Pero, ¿qué supone esto en dinero contante y sonante? Pues que las familias han tenido que enfrentarse a un sobrecoste medio de más de 1.500 euros en la cesta de la compra desde el invierno de 2021, según los cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Pese al mínimo alivio de la presión inflacionaria–el IPC general se moderó al 3,2% después de haber permanecido anclado en el 3,5% durante los últimos dos meses– gracias a que los precios de los carburantes, los paquetes turísticos y los alimentos moderaron su crecimiento medio punto respecto a hace doce meses.

Pero este paréntesis provisional en el impulso de los precios es básicamente estadístico en el caso de los alimentos, ya que de los 199 productos básicos analizados en el IPC mensual por el INE, 169 han incrementado sus precios en tasa interanual y solo 26 los han bajado. Es decir, que el 85% de los productos son más caros que hace un año.

El aceite de oliva sigue siendo el producto que más ha elevado su precio y se ha convertido casi en un producto de lujo, con un incremento del 66,7% respecto a noviembre de 2022, y un golpe al bolsillo del 4,7% en los últimos 30 días. Si la vista se echa un poco más atrás, a febrero de 2021, el golpe ha sido del 164%, algo que ya ha empezado a notarse en la caída del consumo de este producto, que ha bajado un 22%. El resto de aceites también han subido sus precios, un 44,5% respecto a noviembre de 2022.

Otros muchos productos de la cesta de la compra crecieron a dos dígitos durante este año: el arroz (17,1%); las legumbres y hortalizas (16,8%); los productos de confitería (16,6%); la carne de porcino (12,9%); otros preparados alimenticios (10,2%); frutas frescas (10,1%) y carne de ovino (10%). Apenas unas décimas por debajo de la frontera del 10% se sitúan productos muy demandados por las familias, como agua mineral, refrescos y zumos (9,8%); preparados de legumbres y hortalizas (9%); café en infusiones (8,1%); azúcar (7,5%); huevos (7,1%) o cereales (6,9%).

En el caso de los hogares que apuestan por una cesta de la compra ecológica, la situación es aún peor, ya que en su caso es un 62% más cara. El sobrecoste varía según el tipo de producto, pero todos superan el doble dígito y algunos los tres. Así, las hortalizas de temporada llegan al 110% de encarecimiento; las patatas, el 83%; los huevos, el 80%; o las frutas de temporada, el 76%. Otros productos se han incrementado en menor proporción. El pescado con sello MSC se encareció el 10%; la carne de cerdo y ternera, el 22%; el aceite de oliva, el 31%; pan, arroz o pasta hasta un 36%. Para el resto de las compras de la dieta saludable, las diferencias varían entre el 40% y el 60% en el caso de los cereales, los frutos secos y los lácteos.