La aerolínea de bajo coste Ryanair se enfrenta a una reducción en sus operaciones para este verano debido a los retrasos en las entregas de aviones Boeing, lo que tendrá un impacto directo en la capacidad y los precios de los billetes en toda Europa.

Michael O'Leary, CEO de Ryanair, ha alertado sobre la situación, indicando que la falta de aviones programados afectará la capacidad de la compañía para el verano, lo que inevitablemente resultará en tarifas aéreas más altas. En vista de esto, ha instado a los pasajeros a reservar con anticipación para asegurar tarifas más bajas.

La compañía tenía previsto recibir 50 de los 57 aviones Boeing 737-MAX8200 pedidos para la temporada estival, pero ahora solo podrá contar con alrededor de 40. Esta situación ha llevado a la aerolínea a implementar cambios en horarios y frecuencias para los meses de julio, agosto y septiembre, con reducciones de horarios ya implementadas en algunos aeropuertos clave.

Los ajustes en la programación afectarán también a los objetivos financieros de la compañía para el año fiscal, con una previsión de un máximo de 200 millones de pasajeros en lugar de los 205 millones inicialmente estimados.

O'Leary ha expresado su decepción por los retrasos en las entregas de Boeing y ha asegurado que trabajarán con el fabricante para acelerar los procesos de entrega en el futuro. Sin embargo, debido a la incertidumbre actual, no podrán contar con estos aviones para la temporada estival.

"Boeing cuenta con nuestro apoyo incondicional mientras aborda estos desafíos temporales", ha declarado O'Leary, confiando en que la empresa resolverá los problemas de producción y calidad. Sin embargo, la decepción por los retrasos persiste en Ryanair.