Los asadores de Aranda de Duero convierten sus hornos en fuente de luz contra el apagón

Los asadores de Aranda de Duero (Burgos) se vieron obligados a convertir el lunes sus hornos de leña, donde tradicionalmente asan los lechazos que les han dado fama, en fuente de luz para iluminar a los clientes que acudieron a comer a sus mesones durante la caída del suministro este pasado lunes.

Esta solución improvisada llevaron a cabo, entre otros, el restaurante El Lagar de Isilla: "Estábamos sin luz, al principio la de emergencia que también se apagó, y no tenemos ventanas al exterior. Venía gente a comer y vimos cómo las brasas del horno iluminaban", ha explicado Beatriz Zapatero, responsable del local.

"Pusimos unas velas alrededor para comprobar que los cuartos estaban bien hechos, crujientes y decidimos tirar para adelante", ha añadido en declaraciones a Efe.

En un principio pensaron que nadie acudiría a comer. Sin embargo, según se acercó la hora, fueron apareciendo comensales y algunos "nos decían que tenían reserva pero no podíamos comprobarlo porque el ordenador estaba apagado", ha señalado.

También hubo gente que, ante la imposibilidad de cocinar en su casa, acudió a este céntrico establecimiento conocedores de que el horno funciona exclusivamente con leña o que, cuando menos, podrían cubrir sus necesidades alimenticias con las tapas que habitualmente se consumen en barra.

En total, según los cálculos del asador, una treintena de personas comieron ayer en El Lagar de Isilla, en Aranda de Duero (Burgos).

También se vivieron situaciones extrañas a la hora de abonar la cuenta. La mayoría de los clientes fueron consciente de la situación y pagaron en metálico pero también los había que solo disponían de tarjeta y hubo que fiarles la comida. "Ha habido tres personas a los que no les pudimos cobrar pero esta mañana ya han hecho un bizum. Son circunstancias en las que hay que fiarse de la gente", dijo Beatriz Zapatero.