Banca

Banco Sabadell vende su filial británica TSB al Santander por más de 3.000 millones y mete presión a la opa de BBVA

La oferta del banco español presidido por Ana Botín se ha impuesto a la del británico. Sabadell pagará un dividendo extraordinario de 2.500 millones

El Consejo de Banco Sabadell ha dado luz verde a la venta de su filial británica, TSB, al Banco Santander por una cifra de 2.650 millones de libras –más de 3.000 millones de euros, lo que supone valorar TSB en cerca de 1,2 veces su valor contable–, imponiéndose a la oferta realizada por el otro postor, Barclays, que se ha quedado varios cientos de millones por debajo. Esta decisión mata dos pájaros de un tiro: por un lado, el precio recibido permite a Sabadell recuperar de largo la inversión realizada hace 10 años cuando compró la entidad y, de fondo, logra activar una operación defensiva justo cuando el BBVA ha confirmado que sigue adelante con la opa, con lo que la decisión del banco vallesano mete aún más presión al que preside Carlos Torres para forzar una mejora de su oferta.

Por tanto, TSB se confirma como el arma secreta de Banco Sabadell para intentar complicar la opa y elevar su precio. La idea de la entidad que preside Josep Oliu es que el dinero que pueda prometer a sus accionistas sobre esta venta si rechazan la opa y no acuden al canje forzaría a BBVA a garantizar este abono, lo que puede ser otra razón adicional para echarse atrás si, como espera el mercado, sigue sin elevar el canje de acciones.

Aunque la opa imponía a Sabadell el deber de pasividad –que implica que el consejo de administración tiene limitadas sus acciones para impedir el éxito de la operación–, va a jugar la baza de llevarlo a la junta de accionistas, convocada para el próximo 6 de agosto. Así, el consejo de Sabadell llegará a la presentación de su plan estratégico con la propuesta de venta de TSB, que deberá ser sancionada por la junta para que tenga efecto.

Además, el consejo de administración ha acordado proponer también a su junta de accionistas el pago de un dividendo en efectivo extraordinario de 2.500 millones, unos 50 céntimos por acción, otra razón más de preocupación para BBVA porque «supone una fuerte creación de valor y mantener nuestro nivel de capital por encima del 13%», resaltan desde el Sabadell.

Para Banco Santander esta operación significa la constatación de que ha puesto en marcha un nuevo plan de expansión internacional, tras firmar la segunda gran operación corporativa en apenas dos meses. Con la primera, activó la desinversión del 49% del capital que mantenía en su filial polaca para lograr una liquidez de 6.800 millones de euros, que le han servido para poner sobre la mesa del Sabadell una mejor oferta que la de Barclays, su rival en la puja.

Con esta compra, la entidad que preside Ana Botín gana peso en el mercado financiero británico y dejaría atrás su puesto como sexto banco por activos y el cuarto banco hipotecario del país para acercarse al podio, ya que su tamaño de balance superará de largo los 300.000 millones de libras y pondrá en peligro la cuarta posición de Barclays en el ranking bancario de las islas. Además, esta compra consolida la presencia del banco español en Reino Unido y pone fin a las especulaciones de los últimos meses que apuntaban a una salida de este mercado por su poca rentabilidad para la entidad.

Santander espera que la operación genere un retorno sobre el capital invertido superior al20%, de manera que contribuirá a incrementar el retorno sobre el capital tangible de Santander UK del 11% de 2024 hasta el 16% en 2028, en línea con los principales bancos británicos, con unas sinergias de costes de al menos 400 millones de libras o el 13% de la base de costes de la entidad resultante de la operación. Según informe la entidad santanderina, la integración de TSB supondría una "aportación positiva al beneficio por acción de Santander desde el primer año y de aproximadamente el 4% en 2028 y consumiría 50 puntos básicos de capital CET1 al cierre". Una operación que está "alineada con la estrategia de Santander de realizar adquisiciones complementarias (bolt-on) que aceleren el crecimiento orgánico en sus principales mercados, manteniendo su estricta jerarquía de capital".

Por su parte, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, volvió ayer a advertir que el Gobierno se asegurará de que las condiciones impuestas se cumplan para compatibilizar el desarrollo «de valor» del sector privado con la protección del interés general.Cuerpo aseguró que la condición de la gestión autónoma de ambas entidades al menos durante los próximos tres años permitirá que el desarrollo de valor para los accionistas de ambos bancos sea «compatible» con la protección de los intereses generales, tanto para los trabajadores como para las empresas que tienen acceso a financiación a través de las dos entidades, así como del conjunto de clientes, una condición que ha calificado de «proporcionada y equilibrada».

Las acciones de BBVA cayeron ayer un 1,5% tras anunciar que, a pesar de las condiciones impuestas por el Gobierno, sigue adelante con opa sobre el Banco Sabadell que, por el contrario, avanzan el 0,7 %. Con este precio actual de las acciones, la prima ofrecida por BBVA en la operación es negativa.