Cruzada contra el horario nocturno

Pese a haberse visto obligada a rectificar, se ve que a la vicepresidenta Díaz no le gusta que bares y restaurantes estén abiertos a la una de la madrugada. Afirma que no es normal que seamos el único país de Europa donde esto sucede. Los empresarios de la hostelería se han echado las manos a la cabeza ante esta nueva andanada a un sector que ya sufrió durante años las absurdas ocurrencias del ministro Garzón, apenas preocupado durante su mandato por prohibir el consumo de carne y difamar al turismo. Yolanda Díaz, como Garzón, parece desconocer que uno de los atractivos de España, como potencia turística, está en su libertad de horarios en el comercio y la restauración. Muchos de nuestros visitantes vienen aquí para olvidarse de las horas y llevar una vida de ocio diferente a la que acostumbran en sus países. y menos cuando, como en nuestro caso, se trata de un país volcado al turismo. A la vicepresidenta le gusta prohibir, controlar, regular y decidir ella a qué hora debe comer la gente, a qué hora acostarse y a cuál levantarnos. Algo que para la Corea de Kim Jon-un puede estar bien, pero que para España es un despropósito.

La propuesta de Díaz sobre limitación de horarios va contra de la política de total apertura que defiende Ayuso en Madrid, éxito de su gestión durante la pandemia, cuando personas de diferentes ciudades europeas venían a la capital porque aquí era posible cenar hasta en horario de madrugada