Empleo

¿Cuáles son los trabajos con más dificultades para adaptarse a la reducción de la jornada laboral?

PSOE y Sumar se comprometen a rebajar la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. Cerca de 11 millones de trabajadores podrían verse beneficiados

Un camarero limpia una mesa en una terraza
Un camarero limpia una mesa en una terraza David ZorrakinoEuropa Press

A finales de octubre, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, alcanzaron un acuerdo programático con una amplia lista de medidas que ambos partidos pondrían en marcha si se acaba reeditando el Gobierno de colación de la pasada legislatura. La medida estrella de este pacto fue la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una propuesta que desató el debate sobre cuál sería su alcance real y cómo afectaría a las empresas.

El acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral se llevaría a cabo de manera progresiva, pasando de 40 a 37,5 horas por semana, con un objetivo de 38,5 horas en 2024 y finalmente 37,5 horas en 2025. Después de alcanzar esta reducción, se formaría una mesa de diálogo con los agentes sociales para evaluar los resultados y considerar la posibilidad de reducir aún más la jornada laboral, teniendo en cuenta las particularidades de diferentes sectores y las condiciones económicas.

En una primera estimación basada en datos proporcionados por la Encuesta de Población Activa (EPA), se estima que alrededor de 11 millones de trabajadores en España experimentarían una reducción en su jornada laboral si se implementa esta medida. Esto representa aproximadamente la mitad de la población activa con empleo. Cerca de 9 millones de trabajadores declaran trabajar entre 40 y 49 horas a la semana, mientras que otros 1,5 millones afirman trabajar más de 50 horas a la semana.

En cuanto al impacto en las empresas, rebajar la jornada laboral sin afectar al salario aumentaría el coste laboral en un 6,25%, un impacto negativo que obviamente se concentraría en aquellos sectores donde la jornada es mayor. Además, mientras que determinadas actividades pueden adaptar su productividad a este cambio de horarios, otros sectores presentan más dificultades.

Según un análisis de Hays, grupo multinacional especializado en soluciones de personal y contratación, los trabajos marcados por el horario comercial tendrían más dificultades para adaptarse a la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. "Los profesionales del mundo del 'retail, y en general, todas las profesiones vinculadas a la atención al cliente lo tendrían más difícil, ya que habría que estudiar nuevas fórmulas que no afecten al servicio ofrecido", señala el director de 'Perm Recruitment' de Hays en el Norte, Este y Sur de España, Óscar Cebollero. Es decir, entre estos puestos se encontrarían los dependientes de diversos comercios, repartidores, camareros o personal de supermercado, entre otros.

Por el contrario, para los perfiles técnicos y empresariales en general, la adaptación sería más sencilla. "Todos aquellos roles que estén orientados a objetivos tendrán más facilidad para adaptar su trabajo a una reducción de jornada", añade el experto.

"Divergencia de expectativas" entre las compañías y sus plantillas

Cuestiones como el incremento de costes de personal o la reducción de la productividad son los temas que más preocupan a las compañías, mientras que los empleados se muestran más favorables a esta iniciativa, ya que se trata de una medida que pone el foco en fomentar la flexibilidad y la conciliación, dos aspectos que cada día tienen más peso, especialmente desde la crisis sanitaria.

Asimismo, Hays señala que las empresas consideran que no están capacitadas para incorporar esta medida sin ver su productividad afectada. Al contrario de los profesionales, que creen que sería una medida fácil de implementar y que mejoraría notablemente su nivel de bienestar.

Hays señala que es muy importante tener en cuenta que la nueva jornada no se plantea como una reducción que deba influir a la hora de alcanzar los objetivos, sino que es una medida que pretende adaptar la jornada laboral a la actual transformación del mercado laboral donde los empleados son más exigentes y solicitan una mayor conciliación.