Díaz vuelve a la carga: "Los despidos son demasiado baratos y permiten abusos de las empresas"

"El despido en España no es caro, al revés, es demasiado barato. No existe una protección efectiva ante los abusos de algunas empresas". La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se mantiene en modo ataque frente al empresariado, y en el marco de una interpelación urgente en el Congreso sobre las causas y las indemnizaciones del despido en España ha aprovechado hoy para cargar contra los despidos injustificados porque son una "ilegalidad muy grave" que producen daños a los trabajadores que pierden su trabajo y causan un grave perjuicio sobre las empresas "que sí cumplen con la legalidad", y sobre el conjunto de la economía y la sociedad española.

Díaz ha insistido en que España es "de los pocos países" europeos en los que las indemnizaciones están "topadas". Por ello, ha defendido que es necesario eliminar la "perversidad" de la rotación laboral como una "dinámica normalizada" y ha denunciado que hay empresas que incluyen los costes por despido en sus previsiones de gasto. No es admisible un mercado de trabajo basado en despidos a precio de saldo", ya que ese despido barato "no fomenta la contratación, sino que fomenta la rotación y la precariedad". La ministra ha avanzado que el Gobierno espera la resolución del Comité Europeo de Derechos Sociales acerca de dos reclamaciones interpuestas por los sindicatos españoles sobre los despidos, en las que denuncian que España incumple la Carta Social Europea en esta materia. "El despido debe ser disuasorio y reparar el daño causado", insistió la vicepresidenta, que defendió de nuevo que deben eliminarse los "topes" de las indemnizaciones por despido ya que esto es una "anomalía" dentro del contexto de la UE.

Según defendió ante los diputados, en la actualidad hay empresas que recurren al despido improcedente "porque les sale a cuenta despedir" usando una indemnización de 33 días por año trabajado, aunque puedan recurrir al despido objetivo e indemnizar con 20 días. "Esta escasa diferencia es una verdadera perversión del sistema que hace que no exista una protección efectiva ante los abusos", porque España es los pocos países con este sistema. La ministra ha indicado que en su momento Francia "copió" este modelo introducido con la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, pero "lo ha tenido que corregir, por lo que somos una anomalía en el conjunto mayoritario europeo".

Por tanto, la vicepresidenta ha dejado entrever que se están preparando ya medidas directas respecto a las indemnizaciones por despidos improcedentes, que no se incluyeron en la reforma laboral de 2021, por ser una 'línea roja' delimitada por la CEOE. Se abre así la puerta a nuevos cambios a la reforma laboral aprobada en 2021 junto a los agentes sociales. Su objetivo es acabar con las indemnizaciones topadas, objetivo que ya ha puesto en conocimiento de los dos principales sindicatos, CC OO y UGT, que apoyan esta decisión, máxime cuando siguen en trámite sus reclamaciones colectivas para "adverar" si España cumple con el artículo 24 de la Carta Social Europa o si no lo hace.

La ministra ha subrayado además que diferentes sentencias en la Justicia española demuestran que el país no cumple con este artículo. En este sentido, esta misma semana el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) elevó en 15 días la indemnización por un despido improcedente, hasta un total de 48, frente a los 33 días establecidos por la ley tras la reforma laboral de 2012, al considerar que "es claramente insignificante, no compensa el daño producido por la pérdida del puesto de trabajo, ni tiene efecto disuasorio para la empresa". Esta sentencia avalaría la intención de Yolanda Díaz de aprobar una "despido a la carta", que elevaría las indemnizaciones "por encima de los 40 días por año trabajado, adaptables a cada trabajador y situación", explicaron fuentes gubernamentales a LA RAZÓN.

De este modo, la vicepresidenta da un paso más para alejarse de la patronal CEOE tras saltarse otra línea roja marcada por los empresarios cuando aceptaron firmar la reforma laboral bajo una serie de condiciones, que "el Ministerio está incumpliendo sistemáticamente" y que "han traspasado sin pudor, traicionando nuestra confianza", manifestaron fuentes empresariales. Esto ha provocado que la patronal se haya levantado de todas las mesas de negociación en las que participa el Ministerio de Trabajo. Tras el último encontronazo tras la subida del SMI, esta nueva amenaza de Díaz puede enrarecer aún más las ya complicadas relaciones entre ambas partes.