Motor

El acoso al diésel dispara hasta un 50% los despidos del sector del motor

La industria acumula el 85% de los expedientes de regulación El número de trabajadores afectados en España por los ERE se dispara un 40% hasta julio

El acoso al diésel dispara hasta un 50% los despidos del sector del motor
El acoso al diésel dispara hasta un 50% los despidos del sector del motorlarazon

La industria acumula el 85% de los expedientes de regulación El número de trabajadores afectados en España por los ERE se dispara un 40% hasta julio

El temor a una ralentización de la economía esta teniendo un impacto negativo en las cuentas de las empresas, por lo que muchas de ellas han optado por reducir al mínimo su exposición a las pérdidas. Ello ha provocado que se haya disparado el número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE). La cifra total en el primer semestre del año ascendió a 44.745 personas, un 40% más que en el mismo periodo de 2018. La causa directa, el incremento de las suspensiones de contrato. El sector más afectado, la industria automovilística.

Los vaivenes del Gobierno en su política sobre el diésel y la propia crisis de ventas han pasado factura a un sector martirizado por los rumores y las amenazas legislativas.

De este modo, la industria encabezó la lista con 28.229 afectados por expedientes de regulación de empleo, el 85,3% más, de los que su mayor parte, 22.088, fueron suspensiones de contrato –casi el doble que hasta julio de 2018–, siendo el sector automovilístico –empresas de fabricación de vehículos de motor y, sobre todo, compañías auxiliares del automóvil– el más afectado, situándose la estimación alrededor del 50% del total de los expedientes industriales, tanto en empleos directos como indirectos.

En cuanto al total de empleados afectados por despidos colectivos, según la Estadística de Regulación de Empleo del Ministerio de Trabajo, su número subió un 12,8% en tasa interanual, hasta sumar 14.500 trabajadores, mientras que las suspensiones de contrato afectaron a 28.920 trabajadores, un 74% más.

El sector servicios y el del motor han sido los dos con peores cifras. Pero, mientras en el primero el impacto apenas ha sido relevante por el volumen total de trabajadores que ocupa, en el segundo la repercusión empieza a tener tintes preocupantes. Los fabricantes de vehículos dan empleo directo a más de 100.000 personas en las 17 plantas que tienen en España, mientras que las compañías que dan servicios auxiliares del automóvil duplican esa cifra, elevándola por encima de los 200.000 empleados. Unas cifras tan importantes como para que el Gobierno tome cartas en el asunto y busque soluciones.

La patronal Anfac lleva tiempo reclamando un plan de transición industrial del motor de combustión al eléctrico, que no será posible si desde la Administración no se acompaña con un plan de ayudas creíble, tras haber destinado apenas 75 millones de euros en los últimos cinco años en este sentido. Sólo hay que fijarse en los 1.720 millones destinados por Reino Unido al cambio de modelo, o los 1.000 que ya ha prometido Angela Merkel en Alemania. Es sabido que la industria española del automóvil es altamente dependiente de las exportaciones, y éstas han caído notablemente este año. La causa directa: que la producción de nuestras factorías se basa casi exclusivamente en los motores de combustión, cuyo mercado empieza a restringirse a marchas forzadas.

No hay que irse muy lejos en el tiempo para evidenciar que la crisis de ventas es un hecho, y que eso repercute directamente en la contratación y en los despidos. Agosto registró la mayor caída en las ventas de vehículos de los últimos once años,un 30,8% respecto al mismo mes del pasado año. O lo que es lo mismo, 74.490 matriculaciones frente a las 107.692 registradas el pasado ejercicio, aunque el efecto WLTP –nueva norma de medición de emisiones de gases que entró en vigor en septiembre del año pasado– distorsionó los resultados.

La estadística del Ministerio de Trabajo determina también cuáles son las comunidades autónomas que más han sufrido la pérdida de puestos de trabajo. La palma se la lleva la Comunidad Valenciana, que sufrió 14.870 despidos –de los que 13.615 fueron por suspensiones de contratos–, un 354,5% más. Cantabria, con +96,7%, y Galicia, +89,9%, le siguen en este ranking negativo. Las mejores cifras se las anotaron La Rioja(-49,7%) y Madrid (-32,9%)

Por sectores, por detrás de la industria se situaron los servicios, con 14.699 afectados (2,8% menos), sobre todo por los despidos colectivos (8.153) y las suspensiones de contratos (5.855). Los expedientes de la construcción afectaron a 1.350 trabajadores, un 28,3% más. Por actividades, más de la mitad de los afectados se concentraron en la industria manufacturera, con un total de 27.607 trabajadores.