Reducción de jornada laboral

Una empresa probó la semana laboral de cuatro días y ahora sus empleados creen que sería preferible una de siete días

¿Será este el secreto definitivo para mejorar la productividad empresarial?

Una empresa probó la semana laboral de cuatro días y ahora sus empleados creen que sería preferible una de siete días
Una empresa probó la semana laboral de cuatro días y ahora sus empleados creen que sería preferible una de siete díasPhotosproLa Razón

En España, la reducción de la jornada laboral continua siendo motivo de debate para muchos. La vicepresidenta Yolanda Díaz continúa buscando la reducción a 37,5 horas semanales e incluso existen empresas como Desigual, que propuso a medio millar de empleados una reducción de trabajo y del 6,5% del salario.

Hoy en día el mercado laboral está sobrepasando una época de cambio. Las estructuras laborales tradicionales se están viendo cada vez más cuestionadas mientras que las organizaciones buscan nuevos enfoques innovadores para optimizar la conciliación de la vida laboral y personal. Modificaciones en la flexibilidad horaria de los empleados son cada vez más comunes.

Una de estas variaciones es la implementación de la jornada laboral de 4 días en lugar de 7. Esta distribución de 4 días incluiría cuatro jornadas de 10 horas. En teoría, el volumen de horas trabajadas no debería verse afectado y se mantendría el mismo salario. De esta manera el trabajador haría 2 horas más cada día, ganando así un tercer día de descanso.

Aunque este ejemplo suele ser el más común en nuestro país, en otras partes del mundo, se opta por una reducción real del total de horas trabajadas sin ajustar el salario, como manera de incentivar la productividad y mejorar el bienestar de los empleados.

Este es el caso de la consultora británica Lumen, que ha sido pionera en el modelo de trabajo de 4h, llegando incluso un paso más allá.

Una jornada laboral de 4h con total autonomía

Tras haber implementado la jornada laboral de cuatro días esta empresa londinense optó por emprender un nuevo rumbo con respecto a la flexibilidad horaria de sus trabajadores. Ahora, los empleados disfrutan de una total autonomía en su horario semanal de 32 horas , con la posibilidad de distribuir este tiempo en cualquier itinerario que se ajuste a sus necesidades personales.

Este curioso enfoque elimina por completo las restricciones horarias a las que estamos acostumbrados, ya que son los trabajadores los que deciden cuándo ponerse trabajar. Estos pueden optar por concentrar sus horas en menos días o distribuirlas a lo largo de la semana, incluyendo fines de semana si así lo desean. Tan solo 3h semanales están fijadas por la empresa para reuniones de equipo y sesiones de desarrollo profesional.

La confianza revoluciona las estructuras laborales tradicionales

De acuerdo con Lumen, la base de su éxito empresarial reside en la confianza y la autonomía de los empleados. Desde el ejecutivo, creen que la microgestión excesiva del tiempo frena la productividad y no reconoce las preferencias laborales individuales, ya que cada persona alcanza su máximo rendimiento mediante enfoques diversos.

Gracias a esta metodología, Lumen registró cero rotación de personal, un aumento en la productividad y una satisfacción laboral significativamente mayor. No obstante, este enfoque no es universalmente aplicable. Este estilo de gestión necesita empleados con determinadas características para funcionar eficazmente. Los trabajadores deben de ser personas muy organizadas y autodisciplinadas para prosperar sin la supervisión tradicional. Es por esto que algunos empleados tuvieron dificultades para adaptarse a una libertad tan extensa.

Los horarios personalizados crean patrones de productividad únicos

Curiosamente, a pesar de la libertad de organización la mayoría de empleados mantienen patrones relativamente tradicionales con algún que otro ajuste estratégico. Los trabajadores aprovechan la flexibilidad laboral para compromisos como citas médicas, obligaciones familiares o actividades personales que normalmente requerirían tiempo libre o un día de ausencia.

Al ser capaces de autogestionarse muchos trabajadores han descubierto preferencias poco convencionales que maximizan su eficacia. Por ejemplo, un empleado trabaja específicamente los domingos porque considera que está más tranquilo y se concentra mejor. También hay muchos asalariados que prefieren realizar menos horas de trabajo a lo largo de los 7 días de la semana.

Este horario ha probado ser increíblemente práctico para las familias, ya que la reducción de las limitaciones de tiempo facilita el cuidado de los hijos o el hacer de tareas domésticas.

Lumen enfatiza que apoyar a los empleados como padres mejora directamente su desempeño profesional. Cuando los trabajadores pueden cumplir con sus responsabilidades familiares sin estrés, se concentran y se comprometen más con sus tareas profesionales.

Aplicaciones industriales y desafíos de implementación

Este modelo es ideal para sectores orientados al servicio que promueven el teletrabajo y la medición del rendimiento basada en objetivos. Sectores como el tecnológico, las agencias de marketing o las consultoras poseen la flexibilidad estructural necesaria para una implementación exitosa.

Sin embargo, esta jornada no es aplicable a todo tipo de empresas. Hay limitaciones significativas para las industrias que requieren presencia física continua. Los sectores de manufactura, construcción, hostelería y sanitario se enfrentan a importantes obstáculos al considerar sistemas de horarios flexibles ya que su trabajo requiere una presencia coordinada constante para el éxito operativo.