Industria

España, Italia y Suecia podrían entrar en el proyecto de un nuevo carro de combate europeo, sucesor del Leopard 2, de la mano de Alemania

Un medio alemán informaban ayer de que empresas de los cuatro países habrían dado los primeros pasos para desarrollar el que sería el sustituto de los actuales.

Prototipo del Main Ground Compact System (MGCS), el proyecto de carro de combate de Francia y Alemania
Prototipo del Main Ground Compact System (MGCS), el proyecto de carro de combate de Francia y AlemaniaESD

Desde hace varios años, Francia y Alemania vienen trabajando en un nuevo carro de combate que sustituya a los Lecrerc galos y a los Leopard germanos, en sus distintas versiones. De salir adelante, esto podría afectar a España, ya que el documento estratégico que aborda el futuro carro de combate español habla a corto plazo de una mejora de las unidades actuales hasta convertirlas en Leopardo 2E Plus, pero se trataría de una solución transitoria que debe servir de puente entre los actuales y el futuro «Main Ground Combat System (MGCS)» europeo, es decir, el carro franco-alemán al que hacíamos referencia y cuyas primeras unidades estaba previsto que entraran en servicio en 2035, aunque el proyecto se podría retrasar a 2045, dada la lentitud con la que avanza.

Sin embargo, los desacuerdos entre los dos socios podrían ralentizar o incluso paralizar el proyecto, ya que las luchas de poder por ver qué empresas participan y qué papel asume cada una han empantanado hasta tal punto el desarrollo que su viabilidad está en entredicho.

Por ello, según informaba ayer el diario alemán Handelsblatt, Alemania estaría tratando de desarrollar el sucesor del Leopard 2. Bajo el liderazgo de las compañías germanas Krauss-Maffei Wegmann (KMW) y Rheinmetall, en este proyecto trabajarían también empresas de Italia, España y Suecia. Citando a este periódico, "las partes implicadas firmaron hace unos días los contratos correspondientes y ahora los socios quieren solicitar juntos financiación del Fondo Europeo de Defensa (FED). Es una suma de millones de tres dígitos", explica. Además de KMW y Rheinmetall se cita a la italiana Leonardo y la sueca Saab, sin concretar en el caso de España.

Las cuatro empresas esperan obtener fondos del FED, que cuenta con un presupuesto total de 8.000 millones de euros, de los cuales 5,3 están disponibles para la promoción de proyectos conjuntos de armamento en la UE. Las subvenciones tienen como objetivo ayudar a racionalizar el fragmentado sector de defensa de Europa y desarrollar capacidades militares "fundamentales para la autonomía estratégica y la resiliencia", tanto de la UE como de los estados miembros.

Como señala Handelsblatt, en Bruselas "no es ningún secreto" que el canciller alemán Olaf Scholz se muestra “escéptico sobre la cooperación armamentística” entre Alemania y Francia. Según fuentes diplomáticas, existe una frustración generalizada en Berlín porque los beneficios económicos de estos proyectos "han beneficiado principalmente a los franceses en el pasado". Scholz ahora quiere dar “prioridad a los intereses alemanes, incluso si las relaciones entre Alemania y Francia se ven afectadas por ello”.

Aunque poco más ha trascendido, es muy probable que se trate del desarrollo de una nueva versión del Leopard 2, designado Leopard 2AX hasta ahora por Krauss Maffei Wegmann. La hipótesis de un modelo basado en el KF51 Panther de Rheinmetall es obviamente posible, pero muy improbable.

De hecho, Italia ya se ha declarado a favor del tanque alemán para sustituir parte de su C1 Ariete. Suecia, por su parte, cuenta con los Stridsvagn 122, una versión derivada del Leoaprd 2A5, en servicio desde 1997. En cuanto a España, todavía cuenta con alrededor de un centenar Leopardo 2A4 junto con sus 220 Leopard 2A6. Por tanto, los tres países están interesados en el desarrollo de una versión del Leopard pero a partir de un proyecto conjunto de cooperación europea, sabiendo que con cuatro países el programa se convierte en elegibles para ayuda y financiación de la UE.

Según varios medios digitales especializados en temas de Defensa, habrá que esperar reacciones oficiales, tanto de Berlín como de Roma, Madrid y Estocolmo, para saber si esta información tiene una base real. También habrá que estar pendiente de la reacción de Francia, el otro socio del MGCS y que se quedaría aislado de salir adelante este proyecto.

Esta iniciativa pone en cuestión el proyecto firmado con Francia en 2017, cuando ambos gobiernos acordaron un desarrollo similar llamado Main Ground Combat System (MGCS). Este proyecto, aún vigente al menos sobre el papel, es parte de la iniciativa de defensa europea y se espera que se convierta en el vehículo blindado principal del continente en el futuro.

El MGCS se lanzó de la mano de la empresa alemana Rheinmetall y la francesa Nexter Systems. El objetivo principal del proyecto es crear un carro de combate que pueda operar en cualquier terreno, incluidos los ambientes urbanos, desérticos, forestales y montañosos, y que tenga la capacidad de realizar operaciones de combate tanto ofensivas como defensivas.

Una de las características principales del MGCS es su capacidad para trabajar en red con otros sistemas de combate, incluidos drones, aviones y vehículos terrestres no tripulados. Esto se logrará mediante la integración de tecnología avanzada de sensores y comunicaciones en el vehículo, lo que permitirá que la tripulación tenga una conciencia situacional completa en tiempo real.

Otra de las características destacadas del MGCS es su movilidad. El vehículo contará con un motor potente y un sistema de suspensión avanzado que le permitirá moverse a alta velocidad en terrenos difíciles. Además, la tripulación tendrá una mayor visibilidad del campo de batalla gracias a un sistema de cámaras de 360 grados y pantallas en el interior del vehículo. La barcaza parece que sería una versión mejorada de la del Leopard 2A7, muy parecida también a la del Panther KF51, mientras que la torreta recuerda a la del Leclerc y a la del K2 Panther, con un perfil bastante bajo.

Se estudia incorporar un sistema de propulsión híbrido y el casco del vehículo principal también se pueda utilizar como base para variantes de vehículos de apoyo. Por ejemplo, el Ministerio de Defensa alemán ha publicado un gráfico (puramente teórico) que muestra tres vehículos basados ​​en el mismo casco, pero montando diferentes efectores: un vehículo de mando y control tripulado (C2) con el cañón principal de gran calibre; un vehículo tripulado con un lanzador montado en una torreta para proyectiles hipersónicos guiados; y un vehículo de apoyo no tripulado con un láser de alta energía, un sistema de contra-UAV (C-UAV), sensores y varios UAV a bordo.

En cuanto a armamento, contará con un cañón principal de gran calibre con un rendimiento significativamente mejorado en comparación con los cañones de 120 mm utilizados en el Leclerc y el Leopard 2. Nexter propone el nuevo Ascalon como arma principal. Según Nexter, el arma también acomodará futuras municiones de tanques inteligentes capaces de atacar objetivos en rangos más allá de la línea de visión/sin línea de visión (BLOS/NLOS). La firma predice que las soluciones técnicas en las que se basa ASCALON estarán completamente maduras para 2025. El socio ARGE de KNDS, Rheinmetall, por su parte, aboga por su cañón de ánima lisa autocargado Rh-130 L/52 de 130 mm, que también promete una mejora significativa en velocidad de disparo, alcance y penetración sobre la artillería actual.

Incorporaría un sistema de ametralladoras y un lanzador de misiles antitanque. Además, se están explorando opciones para la integración de sistemas láser y electrónicos para aumentar aún más la capacidad de fuego del vehículo. Tendría un peso de entre 60 y 62 toneladas e incorporaría un motor MTU 883, con una potencia de 1.500 hp. La planta motriz es ligeramente más pequeña que la del Leopard 2, dejando más espacio a los tripulantes que van en la barcaza.

La fusión de sensores dentro y más allá del vehículo individual será fundamental para establecer el dominio táctico en el campo de batalla. Cada equipo de MGCS no solo se conectará en red con sus unidades de componentes inmediatos, sino que también se integrará en el campo de batalla a través de una nube de datos. Esto permitirá que acceda a una amplia variedad de sensores externos distribuidos para crear un alto nivel de conciencia situacional y obtener datos de orientación para objetivos BLOS/NLOS.

En cuanto a la protección, el MGCS contará con una armadura avanzada que será capaz de resistir los ataques de las armas antitanque modernas. También se espera que tenga sistemas de protección activa, como el sistema Trophy israelí, que dispara ráfagas de metralla para destruir los proyectiles antes de que lleguen al vehículo.

El proyecto MGCS se encuentra actualmente en su fase de diseño y desarrollo. El objetivo inicial era que el vehículo estuviera operativo en torno a 2035, pero las últimas informaciones hablan de que se podría retrasar al menos hasta 2045. La guerra en Ucrania y el desarrollo de las versiones más avanzadas del propio Leopard al modelo 2A7 han llevado al Gobierno de Alemania, principal país implicado junto con Francia, a postergar 10 años más la llegada del MGCS. La única ventaja de este aplazamiento es que se podrían incorporar nuevas soluciones y tecnologías, haciendo de este nuevo carro de combate un vehículo mucho más moderno y revolucionario de lo inicialmente previsto. Podría incluir la posibilidad de trabajar conjuntamente en "modo enjambre" con otros vehículos, convertirse en caso de necesidad en un carro autónomo guiados con ayuda de Inteligencia Artificial...

Otro de las bazas que está sobre la mesa es la posibilidad de que otros países se unan al proyecto, como es el caso de Italia, que ya habría mostrado su predisposición, pues también está buscando un reemplazo a su tanque de batalla principal, el Ariete, para alrededor de 2035, fecha que coincidiría con la inicialmente prevista para la llegada del MGCS... si finalmente sale adelante.

A nivel industrial, la entrada de Italia en el proyecto con las unidades Leonardo e Iveco-OTO Melara (conocidas como CIO, una empresa conjunta entre Leonardo e Iveco Defense Vehicles) se beneficiaría de décadas de experiencia en el desarrollo de vehículos terrestres. En segundo lugar, fortalece aún más el carácter europeo del proyecto al agregar a Italia como otro contribuyente político e industrial. Esto, además, distribuiría los costes de desarrollo y ayudarían a Europa a desarrollar sus propias capacidades de guerra terrestre orientadas al futuro, encontrando un terreno político e industrial común.

En el caso de España, entre sus planes a más corto plazo no hay ni presupuesto ni documentación que haga pensar que nuestro país quiera pasar a formar parte del proyecto, aunque la lógica debería llevar a pensar que no debería quedarse fuera de un proyecto de esta envergadura, máxime teniendo en cuenta su dependencia de la tecnología extranjera. La diferencia es que se convierta en un mero comprador de un producto cerrado o, de incorporarse, pueda formar parte del desarrollo y adaptarlo también a sus necesidades, además de la importancia que para la industria española tendría participar en una iniciativa de esta envergadura.