¿Es la estabilidad profesional la principal preocupación de los jóvenes?

Todas las generaciones son distintas de las anteriores y además muestran unos hábitos y comportamientos que suelen ser criticados por los mayores. Sin embargo, ¿cuáles son los factores que hacen diferente a la juventud de nuestros tiempos? Hay cuatro elementos externos que han cambiado de forma radical las expectativas de los jóvenes en el ámbito laboral: la transformación digital, la diversidad e inclusión, todo lo relacionado con la sostenibilidad y, por último, una pandemia que ha provocado replantearse cuál es el verdadero sentido y propósito del trabajo. La tecnología y la reciente irrupción de la inteligencia artificial, no solo están cambiando rápidamente muchas de las ocupaciones tradicionales, sino además abre la posibilidad de un cambio de mentalidad respecto a dónde se tiene que realizar el trabajo y sobre todo, del tipo de tareas que ya pueden ser automatizadas. Este hecho exige a las empresas que, si quieren tener al mejor talento, su cultura, estilo de liderazgo y capacidad tecnológica tiene que adaptarse a una generación que entiende la relación laboral de forma muy distinta.

¿Qué valoran realmente los jóvenes en las empresas? La respuesta es relativamente sencilla, proyectos y tareas que supongan un reto profesional para poder crecer y conocer más rápidamente cómo son los negocios y qué aportan a la sociedad; pero sobre todo se demanda un estilo de liderazgo y cultura que ponga realmente el foco en las personas, que sea capaz de personalizar y dar respuesta casi en tiempo real, y esto, no es solamente una exigencia de los jóvenes, puesto que lo digital, nos ha sumergido a todas las generaciones en un territorio de inmediatez y de innovación constante que supondrá un reto para las empresas.

No hay que olvidar que muchos puestos de trabajo sí están impactados por esa precariedad laboral, que sin duda habrá que corregir, pero por encima de ello, el comportamiento de las nuevas generaciones, demanda que las empresas sean capaces de adaptarse a esas cuatro certezas del futuro del trabajo que ya son características del presente de nuestros tiempos. Las organizaciones estaban acostumbradas a la generación silenciosa, los que acataban las políticas, normas y procedimientos sin rechistar. Los jóvenes ahora hablan, comparten y se cuestionan si el tan mencionado “esto siempre se ha hecho así y funciona” tiene validez en un mundo en el que el algoritmo de Netflix tiene más empatía y rapidez que muchos jefes.

Pilar Llácer Centeno, profesora EAE Business School y autora de “Por qué recursos humanos debería ser como Netflix”