Impuestos

Estados Unidos, reforma fiscal o rebaja de impuestos

Estados Unidos, reforma fiscal o rebaja de impuestos
Estados Unidos, reforma fiscal o rebaja de impuestoslarazon

La nueva ley, que todavía tiene que aprobarse en el Senado, beneficiará a la clase alta y supondrá un cambio real para las corporaciones.

¿Es la mayor reforma fiscal en la historia? ¿Son simplemente recortes de impuestos? Que lo llamen como quieran, parece ser la actitud del presidente Donald Trump y los legisladores del Congreso, siempre y cuando puedan clamar ante el electorado que han aprobado algo. Trump necesita al menos una victoria legislativa ante los votantes. Sin embargo, son los inmovilistas políticos conservadores del Capitolio los que más necesitan esta ley. Tienen examen en las urnas –noviembre de 2018 son las elecciones de mid-term (mitad de legislatura)– antes que Trump en 2020.

De esta forma, ante la pelea en Washington los analistas políticos son más optimistas que los económicos, debido a que reconocen que los legisladores también saben que su permanencia en Washington depende de que conviertan en ley algo. Y más tarde que cada uno lo llame como quiera: ¿reforma fiscal o recortes de impuestos? «Creo que el Senado planteará una ley de consenso que no perderá más de dos senadores», explica el profesor del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia Robert Shapiro. «Hay mucho en juego, y no representa tantos problemas como la reforma sanitaria», advierte en referencia al portazo de los propios senadores republicanos a Trump, cuando le tumbaron la ansiada reforma para derogar la ley sanitaria «ObamaCare» del anterior presidente Barack Obama.

De momento, ya se ha aprobado en la Cámara de Representantes, cuyos miembros acuden a las elecciones cada dos años, más flexible que el Senado, que se renueva cada seis. El economista de The Conferencia Board Ken Goldstein señala que «lo que aprueben, asumiendo que van a aprobar algo, quizá ni siquiera sea una ley. Va a una versión más pequeña con un impacto menor de lo que están hablando ahora. Para aprobar alguna cosa, van a tener que rebajarla. En términos de tiempo, no van a aprobar nada antes de finales de año. Quizá, en enero o febrero, lo cual entraría en vigor a mediados de 2018. Y eso es asumiendo que vayan a aprobar algo. Hay que tener en cuenta que ahora la economía marcha por encima de su tendencia, y en algún momento en 2018, va a empezar a reducir (la marcha). Esto no es una reforma de impuestos es una reducción de impuestos. Tiene muy poco de reforma», apunta Goldstein, el cual insiste que una reforma de impuestos traería un cambio real en el sistema impositivo. A la vez, señala que hay que tener en cuenta cómo se va a gastar el dinero. «Esto va a ir en detrimento de la clase media. Algo que los políticos no dicen», hace hincapié.

Negocios

Quizá la pieza central es la reducción permanente de la tasa de impuestos en los ingresos corporativos del 35% al 20%. Entraría en vigor a partir de 2018. En cambio, la lista de propuestas para los negocios es más extensa, en la que se incluyen exenciones tributarias y aumentos taxativos compensatorios.

El economista estadounidense David Wyss explica que «a grandes rasgos, se podría dividir en dos partes: a particulares, y a empresas. En general, se va a rebajar los impuestos a la clase acaudalada, que después de todos son los que más impuestos pagan. Pero, se incrementa para la gente que está por debajo de la clase media. Pero, no pagan muchos impuestos de todas maneras», reconoce el ex economista jefe de Standard & Poor’s, donde fue responsable de sus previsiones económicas y publicaciones. «Por ejemplo, la eliminación de subsidios para (pagar) el seguro médico va a perjudicar a la gente de clase baja. En general, se van a rebajar los tiempos a todos el mundo», reconoce mientras coincide que en realidad no es una reforma de impuestos. Simplemente una rebaja. A su juicio, no es una reforma para los particulares. Sin embargo, sí lo es para las corporaciones.

Multinacionales

La ley propone cambios importantes en la alta imposición sobre los ingresos generados fuera de las fronteras de Estados Unidos. Según el sistema vigente, se permite el aplazamiento de la imposición taxativa en los ingresos de los negocios en el extranjero hasta su repatriación. En cambio, una vez que el dinero llega a Estados Unidos, los grandes empresarios tienen que pagar altos tributos. Una medida muy criticada sobre todo en Wall Street.

Particulares

La ley reducirá las siete franjas, según los salarios, a cuatro: 12%, 25%, 35%, y 39,6%. La tasa máxima se aplicará a aquéllos que presenten la declaración de la renta de forma individual, y tengan ingresos superiores a 500.000 de dólares anuales. Mientras, si se lleva a cabo de forma conjunta, tendrían que ascender a un millón de dólares. Un aumento sustancial de los baremos que existen en la actualidad. De esta forma, estarían sujetos a deducciones aquellas familias en cuyos hogares entren menos de 24.400 dólares al año, o 12.200 para los que presenten la declaración de forma individual. Mientras, las deducciones por hijo aumentarán. De esta forma, subirá de los 1.000 dólares actuales por hijo a 1.600. Mientras, las personas que tengan miembros dependientes en sus familias recibirán 300 dólares.

De esta forma, esta bajada de impuestos se compensará con la modificación o la eliminación de un número de preferencias taxativas, entre las que destacan nuevos límites a las deducciones de los intereses de las hipotecas de las casas, los impuestos locales y estatales, pérdidas por daños personales y gastos médicos. Al mismo tiempo, en el proyecto de ley, se contempla aumentar sobre todo los impuestos para los votantes de las dos costas del país, Nueva York y California.

¿Qué ocurre en el Capitolio en estos momentos?

Después de recibir la luz verde en la Cámara de Representantes, la propuesta se revisa estos días en el Comité Financiero del Senado, el cual redactará su propia versión. En la ley de la Cámara Alta, como ya ocurrió en la de Representantes, se propondrá de forma permanente la reducción de los impuestos a las corporaciones a un 20%. Mientras, en el Comité de Finanzas del Senado, se considera eliminar la multa a los ciudadanos que no quieran tener seguro médico, ratificada en el Tribunal Supremo, de la Ley de Seguro Asequible (ACA, por sus siglas en inglés), nombre oficial que recibe la reforma del ex presidente Barack Obama, conocida popularmente como «ObamaCare». «Obviamente, debido a las diferencias entre la ley del Senado y la Cámara, les va a llevar un tiempo», reconoce Wyss después de suspirar. «Pero, me cuesta ofrecer un pronóstico. Sí, está claro que los republicanos quieren conseguir algo. Pero, no estoy seguro de que sean capaces de ponerse de acuerdo», explica Wyss, el cual admite que Wall Street también está dividido ante esta reducción de impuestos. «Les gustan especialmente la bajada de impuestos a las corporaciones. Pero, también son realistas. Cuando tenemos déficits, no se tiene el dinero para ofrecer recortes de impuestos. Sí, me gustaría recordar que Estados Unidos es uno de los pocos países con tributos a las ganancias de sus compañías cuando son internacionales. Estados Unidos tiene unos impuestos a las corporaciones muy altos», resalta Wyss.

¿Qué se espera que tenga lugar en un futuro en el Capitolio?

Normalmente, el Comité Financiero del Senado tiene que esperar a recibir la ley aprobada en la Cámara de Representantes antes de empezar con la suya. Según el artículo I de la Constitución, todas las leyes que aumenten los ingresos deben originarse en la Cámara de Representantes. Sin embargo, para ahorrar tiempo, dicho comité puede empezar a trabajar después de el presidente de este grupo presente su texto. «Creo que si no salen con algo, los que más van a perder van a ser los legisladores. De aquí a tres años (cuando Trump se presente a la reelección), ¿quién sabe lo que puede pasar? Trump tiene tiempo para recuperarse. En cambio, los legisladores se tienen que presentar a las elecciones el año que viene, y no tienen tanto tiempo. Hay que ver que en una parte se pide aumentar impuestos a los contribuyentes de California y Nueva York. Esto significa que se va a subir los impuestos a los votantes de los republicanos del Congreso que representan esas zonas». De esta forma, al experto economista más allá de las peleas de Washington o de cómo llamar a esta ley, realmente le preocupa si el país se lo puede permitir. «Tenemos unos grandes déficits que van a aumentar. La población del “baby boom” se va a jubilar. No podemos salir con otro billón de dólares, que es la estimación de esta ley. No creo que podamos confiar en el crecimiento porque la conexión entre la rebaja de impuestos y el crecimiento sólo existe en la mente de los políticos», analiza Wyss sobre el futuro de la economía de Estados Unidos, cuyo déficit se debe al gasto en la Seguridad Social y «Medicare» (cobertura médica a los jubilados) y departamento de Defensa.