Vivienda
Estos son los miedos que tienen los hipotecados
El 75% de los compradores necesita una hipoteca para financiar la compraventa de una vivienda
El préstamo hipotecario permite a aquellos que lo solicitan "disponer de una importante cantidad de dinero, habitualmente, para comprar una vivienda o rehabilitarla", tal y como explican desde el Banco de España (BdE). Y es que el elevado precio de la compraventa de viviendas –que se situó en 2.203 euros el metro cuadrado de media en diciembre– hace que tres de cada cuatro compradores necesite una hipoteca para poder financiar la compra del que será su futuro hogar, según datos del portal inmobiliario Fotocasa.
No obstante, al contratar este producto financiero se deben conocer las condiciones financieras, la capacidad de endeudamiento y las posibilidades de afrontar los pagos durante un periodo largo de tiempo. Tras firmar con el banco es normal que surjan inquietudes, por ello desde el portal inmobiliario pisos.com comparten los mayores miedos de los hipotecados así como posibles soluciones.
Quedarme sin trabajo
Un despido inesperado que cambie la situación financiera de la noche a la mañana es un miedo de los hipotecados que ocurrió en la crisis financiera y la pandemia. Esto es algo muy excepcional, por lo que se debe medir el riesgo de esta amenaza desde el sentido común. En el caso de que esta situación ocurra, el paro servirá para seguir cumpliendo con el pago de la deuda mientras se encuentra otro trabajo.
No obstante, el análisis exhaustivo de los bancos sobre la situación laboral de los futuros hipotecados sirve de mecanismo de prevención. "Más allá de un contrato indefinido, los años de antigüedad en la empresa y a cuánto ascienda tu nómina, tú mejor que nadie sabe la estabilidad laboral que tiene", asevera el portal inmobiliario.
Que la cuota suba demasiado
La subida del euríbor ha provocado que las hipotecas variables se hayan encarecido en los últimos tiempos. Por tanto, si el nivel de exposición al riesgo es reducido, una persona deberá decantarse por una fija en vez de una variable.
No obstante, si una persona apuesta por una hipoteca variable, no deberá comprometer un porcentaje de sus ingresos elevado y utilizar el ahorro para construir un buen colchón financiero para hacer frente a las posibles subidas. También se podrá negociar con el banco periodos de carencia o un alargamiento del plazo de amortización para que la cuota se reduzca, medida que el banco está obligado a ofrecer a las personas que entran dentro de los márgenes de vulnerabilidad estipulados por el Gobierno.
Que tenga que usarla como aval
Una vivienda en propiedad puede usarse como garantía de pago o aval cuando se solicita un préstamo para una reforma o para comprar otra casa. No obstante, si la casa todavía tiene una hipoteca pendiente, el banco suele desestimar la operación.
Por tanto, si se quiere comprar otra casa y todavía se está pagando la hipoteca de la primera, se podrá hacer una hipoteca para esta segunda que sea completamente independiente; ampliar la primera hipoteca y unificar el pago de una sola cuota; o pedir un préstamo hipotecario que sirva para cancelar el primero y pagar el segundo. "Todo dependerá del dinero que necesites y los ahorros con los que cuentes, puesto que el porcentaje que cubre la financiación en segunda residencias siempre es menor que el de la vivienda habitual", asevera el portal inmobiliario.
Que el inquilino no pague
Muchos propietarios alquilan una vivienda que tienen hipotecada, aunque estos no deben depender de esta cuota mensual para pagar la hipoteca. Por tanto, antes de alquilar la casa se deberán validar minimizadores del riesgo como seguros o agencias especializadas que se encarguen de encontrar el candidato perfecto para que el impago no sea un problema para el propietario.
Que el comprador se eche atrás
Vender una casa con hipoteca es posible. Esta operación suele llevarse a cabo cuando se quiere comprar una casa mejor y se necesita el dinero para la entrada. No obstante, para evitar que esta salga mal, se deberá recurrir a un profesional de la intermediación inmobiliaria para que gestione la venta de la primera vivienda.
Que muera antes de terminar de pagar la hipoteca
Si una persona fallece, lo probable es que sus herederos vendan la casa, quedando así saldada la deuda hipotecaria y los impuestos relativos a la herencia.
Que en la comunidad haya derramas
La cuota de la comunidad de propietarios suele ser estable, aunque en edificios antiguos son habituales problemas de mantenimiento que dan lugar a derramas. La reparación de ciertos elementos puede poner en riesgo la economía de muchos vecinos, no obstante, algunos de estos gastos deberán abonarse obligatoriamente.
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