Precios

El fin de los alimentos baratos

La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de enero es del 5,9%, dos décimas superior que la registrada el mes anterior

Precios de alimentos en el lineal de un supermercado
Precios de alimentos en el lineal de un supermercadoJesús G. FeriaLa Razón

No cabe la menor duda de que el precio de los alimentos es uno de los asuntos más sensibles en estos días, porque todos comemos varias veces al día, o debería ser así. De otros productos se podrá prescindir, pero de los alimentos y de la bebida no. Si a eso añadimos que durante los últimos doce meses ha sido el componente del IPC general que más se ha incrementado (un 15,4 por ciento), pues tenemos asunto de debate para dar y tomar. Desde el Gobierno, la semana pasada Nadia Calviño dijo que ella ya había comenzado a notar los efectos de la rebaja del IVA en su cesta de la compra, afirmación que suscitó todo tipo de comentarios, especialmente hilarantes. Ayer, el ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció que los precios de los alimentos bajarán en los próximos meses y que el lunes se reunirá el Observatorio de la Cadena Alimentaria para analizar la situación. Digo yo que, si la situación es tan difícil, el citado Observatorio, que se creó hace bastantes años, debería haberse reunido ya bastantes veces. Pero, en esto, como en tantos otros asuntos, Planas se ha puesto de perfil.

En los análisis sesudos y comentarios diversos echo en falta referencias a un elemento clave: los precios en origen de los productos agrícolas, ganaderos y pesqueros que están inicio de la cadena. Si hay subidas en origen, es seguro que habrá incrementos en destino y que los consumidores tendremos que rascarnos más el bolsillo. Ahora bien, si hay recortes al principio, ya no es tan seguro que eso se traslade al eslabón final de la cadena. En un repaso rápido a la evolución de los precios en origen se comprueba que estos siguen subiendo en el peor de los casos (ejemplo, la carne de cerdo) o se han estabilizado en niveles altos en el menos malo (siempre desde la óptica del consumidor), debido a diferentes factores, como los climatológicos, plagas o los problemas de sanidad veterinaria (huevos y carne de pollo). Es verdad que son hechos coyunturales, pero, de cara al futuro, hay que tener en cuenta una tendencia de fondo: en la UE cada vez cuesta más producir alimentos, a la vez que se desincentiva su producción. Conclusión: la época de alimentos asequibles, como la conocíamos hasta hace un año, se ha acabado.