Empleo
Frenazo del empleo: la contratación indefinida cae, es más precaria y suma menos horas con un sueldo menor
Julio cierra con la menor creación de empleo del año. El 80% de los contratos suscritos fueron temporales, indefinidos a tiempo parcial o fijos discontinuos
Las cifras de desempleo sitúan ya a España casi en el lugar anterior a la Gran Crisis Financiera, con 2,67 parados al cierre de julio –por 2,43 que había en 2008–, pero el ritmo de crecimiento del mercado laboral empieza a dar signos de agotamiento tras la creación de sólo 21.945 nuevos empleos en julio –un mes tradicionalmente propicio–, que apuntan una cifra de cotizantes que se mantiene en los 20,89 millones, un 0,11% más. Sin embargo, el incremento en este séptimo mes del año es el menos acusado de todos los meses de 2023 y uno de los menores de la última década. Además, aunque la subida de la afiliación contrasta con la caída de 7.366 cotizantes registrada el mismo mes del año pasado, el crecimiento es mucho menos pronunciado del observado en julio de 2021, cuando el número de trabajadores se elevó en 91.451 personas en plena recuperación pandémica. Asimismo, estos datos de afiliación son los cuartos peores desde 2001.
A pesar de que el ministro en funciones de Seguridad Social, José Luis Escrivá, reconoció ayer que julio ha sido «un mes flojo en creación de empleo», prefirió destacar que el nivel actual de afiliación supera en más de 1,3 millones al existente antes del inicio de la pandemia, en febrero de 2020, y que la ratio cotizante/pensionista alcanzó el 2,4, su máximo valor en diez años. También presumió junto a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que las cifras de paro «están evidenciando, junto con los niveles de estabilidad en el empleo, el positivo efecto de las reformas que se han emprendido, ofreciendo la posibilidad de tener niveles de ocupación desconocidos hasta este momento y una mejora de la calidad en el empleo». Una afirmación que los datos no refrendan, más bien lo contrario.
El 80% de los contratos suscritos en julio denominados indefinidos –cuatro de cada cinco– fueron temporales, indefinidos a tiempo parcial o fijos discontinuos. Aunque la contratación indefinida tiene un mayor peso en el conjunto de la contratación que hace unos años, el número de contrataciones de este tipo se redujo en julio, ya que más del 61% de los contratos de larga duración fueron firmados a jornada parcial o discontinua. Así, el número total de contratos registrados durante el mes de julio fue de 1.431.383, lo que supone una bajada de 224.132 (-13,54%) sobre el mismo mes del año 2022. Dentro de ellos, se han registrado 566.440 contratos de trabajo de carácter indefinido, lo que supone un descenso de 119.552 (-17,43%) sobre igual mes del año anterior. En total, el 39,57% de los contratos realizados en julio fueron indefinidos, porcentaje casi tres puntos inferior al registrado en junio, cuando la proporción de contratos fijos fue del 42,32%. En cuanto a la duración de su jornada, en 220.297 a tiempo completo, 125.284 a tiempo parcial y 220.859 fijos discontinuos. Respecto a julio de 2022, los primeros han bajado en 64.955 (-22,77%), los segundos se han reducido en 33.866 (-21,28%) y los últimos han bajado en 20.731 (-8,58%).
Además, las horas trabajadas no subieron en la misma en proporción a las contrataciones, por lo que toda «la calidad del empleo que se genera es precaria», apuntó desde el PP Raúl Bravo, vicesecretario de Economía. En el mismo sentido, Joaquín Pérez, secretario general de USO, recalcó que esta situación «tiene una repercusión directa en los salarios, pues estos trabajadores cobrarán solo una parte del sueldo o tendrán ingresos un mes, sí y uno, no. Solo un puesto de trabajo indefinido a jornada completa puede considerarse así, salvo expreso deseo del trabajador, que quiere un empleo estable, digno y que dé para vivir. Y eso no lo tenemos».
Pero existen otras sombras en el horizonte del sistema, ya que la subida mensual de afiliados medios en julio respecto a junio no afectó a ambos sexos por igual. Los hombres ganaron 63.889 cotizantes respecto al mes anterior (+0,58%), mientras que el empleo femenino sufrió un duro recorte de 41.945 ocupadas (-0,4%). También se perdió fuelle en la afiliación media de extranjeros, que cayó en 3.364 personas. Asimismo, la afiliación ha sido especialmente destructiva en la agricultura, con 38.008 empleados menos; la construcción, 2.335; y el sector educativo, que perdió 110.705 ocupados con el fin de curso. Así, la afiliación sectorial de este año está muy lejos de las cifras de 2020 y 2021 cuando, en un mercado marcado por la pandemia, se crearon 161.218 y 91.451 empleos en este mes respectivamente, sólo es ligeramente superior a la de julio de 2019 y está muy por debajo de todos los años previos hasta 2012, además de mostrar una evidente moderación del ritmo de creación de empleo de meses previos.
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