Macroeconomía

Funcas deja el crecimiento de España seis puntos por debajo de la previsión de Calviño

Estima que la inflación seguirá por encima del 4% este año, los que supondrá "un empobrecimiento y una menor capacidad de compra para la población". Augura que el año cerrará con un crecimiento nulo

Funcas meten un tajo de 1,3 puntos al crecimiento de 2023, lo dejan en el 0,7% y anuncian la entrada en recesión
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El crecimiento de la economía española en 2023 "será el resultado de un ejercicio desigual, con un primer semestre con tasas de crecimiento más elevadas y un segundo semestre menos dinámico. Hay varias fuerzas jugando en direcciones contrarias". Así ha definido el director general de Funcas, Carlos Ocaña, la actualización las previsiones económicas para España en el periodo 2023-2024, que han mejorado cinco décimas, hasta el 1,5% para este año, aunque de cara a 2024 han empeorado en cuatro décimas, pasando del 1,8% al 1,4%. Además, estima que la inflación media se sitúe en el 4,3% y en 2024 en el 3,4%, con un aumento interanual de precios que en diciembre será del 5%.

Aunque la Fundación de las Cajas de Ahorro mejora sus expectativas, continúa sin compartir el optimismo mostrado por el Ministerio de Nadia Calviño y, se mantiene en línea con otros organismos nacionales e internacionales, como el 1,6% revisado por el Banco de España, el 1,4% augurado por la Comisión Europea, el 1,7% de la OCDE o el 1,1% del Fondo Monetario Internacional (FMI), y muy lejos del 2,1% previsto por el Gobierno en los Presupuestos. Así, ha anticipado un crecimiento intertrimestral del 0,4% en el primer trimestre, del 0,3% en el segundo trimestre, del 0,1% en el tercer trimestre y el año cerraría con un crecimiento nulo para después volverse a recuperar a inicios de 2024. Pese a esto, España conseguirá alcanzar los niveles de actividad económica previos a la pandemia a finales de este mismo ejercicio.

Este crecimiento se sustentará en la mejora del turismo, con un número de visitantes en los mismos niveles que antes de la pandemia y un gasto algo superior, así como la bajada de los precios de la energía, por encima de lo esperado. También contribuirá la demanda externa y la interna, aunque esta última supondrá un 1,3%, dos décimas menos que en enero, por el freno del consumo de los hogares por culpa de la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación -que supondrá "un empobrecimiento y una menor capacidad de compra para la población", apunta el informe, pese al mejor ritmo de ejecución de los fondos europeos. Pese a ello, en la segunda mitad los factores menos favorables van a ir ganando más peso, como el efecto contractivo de la política monetaria y las tensiones financieras. "Eso dará lugar a que el comportamiento de la economía en esos dos últimos trimestres de 2023 sea menos dinámico". Una situación que se extenderá a 2024, año que recorta de golpe sus previsiones debido a que se anticipa una ralentización de la demanda interna y a que la política fiscal ya no podrá ser tan expansiva ante la reactivación de las reglas fiscales europeas y en un contexto de subida de tipos de interés.

Con estas premisas, Ocaña ha advertido de un escenario "difícil" a medio plazo, ya que se encarecerá la refinanciación de deuda, al tiempo que irán retirándose las medidas de apoyo del Banco Central Europeo(BCE) y regresará la aplicación de las reglas fiscales de la Unión Europea, flexibilizadas estos años para hacer frente a las consecuencias de la pandemia. En concreto, Funcas espera que este año el déficit se reduzca hasta el 4,5%, un "nivel muy elevado" e "insostenible" a largo plazo.

En cuanto al empleo, las previsiones de Funcas apuntan a la creación de unos 370.000 puestos de trabajo entre 2023 y 2024, lo que reduciría la tasa de paro ligeramente en 2024 hasta el 11,9%. No obstante, alertó de que seguirá siendo la tasa más elevada de la UE y defendió que "queda mucho por hacer para reducir ese desequilibrio". En este punto, destacan que algunos sectores seguirán sin suficiente mano de obra pese al volumen tan elevado de desempleados, por culpa de la falta de formación en algunos sectores como la ciberseguridad, condiciones que en algunas ramas de la economía producen "desafección" y "problemas de intermediación", según explicó el economista Raymon Torres. A su juicio, es "un elemento complejo que pesa a medio y largo plazo en la economía pero todavía la situación de paro es relativamente alto y no debería ser el principal factor de limitación del crecimiento".